Ticuí, El

Fábrica de hilados y tejidos.

Se fundó en 1850 como una ranchería de los hermanos Radilla Cabañas. Su primer nombre fue El Cajinicuil.


Ruinas de la fábrica de hilados y tejidos.

En 1890 llegó una brigada de técnicos de la firma Alzuyeta Fernández Quiroz y Cía., a fin de localizar terreno apropiado para la construcción de una fábrica de hilados y tejidos, similar a la que había existido en Atoyac, que se llevó la corriente del río.

Se encontró el lugar idóneo; lo solicitaron a la señora Amada Cabañas, quien donó 500 hectáreas aproximadamente, ya que sería para beneficio de los pobladores del El Cajinicuil.

En 1904 se terminó la construcción de la obra, y en 1905 comenzó la producción de indiana, manta, fioco, driles y sedas. Los primeros españoles que llegaron a vivir a esos lugares fueron: Emilio Miaja, Manuel Angulo, León Obé, Isaac Alonso, Rodolfo Ponce, Manuel Bello Orbe y un señor de apellido Almachea.

En 1910, como consecuencia de la Revolución, el trabajo paró por un tiempo. Al término de la misma, se laboró sin tropiezo hasta 1928, en que por el levantamiento de Amadeo Sebastián Vidales, fue saqueada, robada y asesinaron a varios españoles, entre ellos al señor Almachea.

En 1933 se reanudaron los trabajos, y el 27 de diciembre de ese mismo año se suspendieron por decisión de los españoles, al ver que los empleados Enedino Ríos Radilla, David Flores Reynada, Lorenzo González y sus demás compañeros querían crear un sindicato, petición hecha al Gobierno federal.

El candidato a la Presidencia de la República, general Lázaro Cárdenas del Río, tomó en cuenta su planteamiento y, ya como presidente, les concedió un préstamo a través del Banco Obrero de Fomento Industrial, para la formación de una cooperativa, que registró el diputado federal Feliciano Radilla con la razón social Cooperativa David Flores Reynada, iniciando los trabajos el 20 de noviembre de 1938. El primer gerente fue Enedino Ríos Radilla.

En tiempos de la Segunda Guerra Mundial tuvo su mayor esplendor, y se buscaron mejoras para los trabajadores, instalándose un consultorio médico para obreros y campesinos por igual, y se contribuyó para la construcción de la Escuela Primaria Valentín Gómez Farías.


El Ticuí.

El 15 de diciembre de 1951 muere Enedino Ríos Radilla en un accidente aéreo, en viaje de negocios a la Ciudad de México. Quedó al frente de la cooperativa su hijo Efrén Ríos Juárez, quien por su incapacidad y falta de experiencia llevó a la empresa a una crisis administrativa. Los obreros lo destituyeron y nombraron como nuevo jefe a José Valdés, quien también, por las mismas razones, fue removido.

Al paso del tiempo, la maquinaria se destruyó y el edificio perdió atractivo para los inversionistas. Los obreros dejaron de ser socios, se convirtieron en maquiladores, actitud que ya no rendía mayores ganancias.

(JGCL)