Bonilla Romero, Rafael

Ingeniero agrónomo, investigador y escritor. Nació el 27 de febrero de 1932 en Tacuba, D. F. –según declaración del biografiado, quien aseveró que su raíz estaba en Tepecoacuilco de Trujano, tierra de su madre–; falleció en Chilpancingo el 31 de mayo de 2010. Hijo de los profesores Javier Ruperto Bonilla Cortés, oriundo de Tetela del Ocampo, Puebla, y de Felicidad Romero Parra. En 1961 estableció su domicilio en la ciudad de Chilpancingo, donde contrajo matrimonio con Esther Gómez Pérez.

La instrucción primaria la inició en un orfanato de monjas y la continuó en San Luis Potosí y Jojutla, Morelos, donde su madre prestó servicios como maestra rural; cursó la secundaria en dos planteles de la Ciudad de México. Ingresó a la Escuela Nacional de Agricultura para estudiar Agronomía; después se trasladó a la Escuela de Agricultura Hermanos Escobar de Ciudad Juárez, Chihuahua, de donde egresó con el título correspondiente en 1954.

Hizo un diplomado en Malariología, en 1962; de 1980 a 1982, en la Universidad Iberoamericana realizó la especialidad de Docencia Universitaria, y en 1988 hizo el diplomado en Educación Superior frente a los Retos del Desarrollo Sustentable. Mediante cursos–talleres realizó su capacitación en servicio, con Extensión Agrícola, Didáctica General, Didáctica de las Ciencias Experimentales, Redacción de Objetivos, Elaboración de Programas, Auxiliares Audiovisuales, Motivación, Dinámica Grupal, Evaluación de Aprendizajes, Programación y Evaluación Institucional en Épocas de Crisis, entre otros.

Trabajó como alfabetizador para apoyar al gasto familiar en el tiempo en que cursó el segundo y tercer año de secundaria. En 1955, ya profesionalmente, en el estado de Chiapas fue extensionista agrícola, dependiente de la Dirección General de esa entidad; después laboró con el mismo cargo en Coyuca de Catalán de 1956 a 1960. Al año siguiente ingresó a la Comisión Nacional para la Erradicación del Paludismo, como auxiliar de ingeniería; en los cuatro primeros meses de 1962 se desempeñó como ingeniero malariólogo auxiliar, y posteriormente como jefe de la Sección de Operaciones de Campo.

En 1964 inició como docente en la Escuela de Agricultura de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y colaboró como docente en los niveles de bachillerato, licenciatura y maestría; ocupó diversos cargos administrativos en esta institución.

Participó en más de una docena de proyectos curriculares institucionales de la UAG para planteles de niveles superiores, entre ellos la creación de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, y después asesoró la transformación de esta escuela en facultad (FACCO) y la elaboración de los planes de estudio de cada especialidad; además, elaboró el proyecto de profesionalización de los periodistas empíricos. Fundó, en 1999, la Facultad de Ciencias de la Educación, plantel al que le asignaron su nombre y fue su primer director.

En varios periodos participó como consejero universitario y consejero técnico en la UAG. Al interior del Consejo Universitario, en distintas épocas, ocupó diversos cargos dentro de las comisiones: presidente y asesor, entre otros.

Su participación sindical fue variada en las delegaciones de los centros de trabajo donde prestó sus servicios; de 1966 a 1967 fue secretario general de la Sección XVIII del SUTSEMIG, antecedente inmediato de la Unión Sindical de Trabajadores Académicos de la UAG.

En planteles y dependencias de la administración estatal fue jefe de servicios, secciones y departamentos; coordinador de cursos, especialidades y escuelas; subdirector y director.

Tres meses, en 1996, fue director general de Educación Superior de la Secretaría de Educación Guerrero.

Impartió cursos a personal docente de la UAG, COBACH, CECyTEG, SEG, y a diversas instituciones de la Iniciativa Privada. También participó como ponente y/o conferencista en foros estatales y nacionales sobre formación de profesores y problemas curriculares.

Trabajó como asesor en materia educativa del gobernador Angel H. Aguirre Rivero y también fue asesor académico del director general del Colegio de Bachilleres del estado de Guerrero, de 1993 a 1996.

Entre los cargos honoríficos que desempeñó está el de presidente ejecutivo del Patronato pro Educación de Adultos y Programas Especiales del estado de Guerrero, A. C., de 1996 a 2000.

Escribió sobre tópicos de educación superior en varios medios impresos, principalmente al interior de la Universidad Autónoma de Guerrero. Su obra publicada es: Mejoramiento del cultivo de cacao, 1957, (tesis profesional de ingeniero agrónomo); Análisis curricular, información para revisar y elaborar planes de estudio (1986); Claves para identificar familias del reino vegetal (1978); Claves para identificar órdenes del reino animal (1988); Crisis de la Universidad (1991); Construcción de un plan de estudios (2000); Crisis de la educación superior desligada de la realidad, caso UAG (2001); Vademécum para facilitadores de aprendizaje principiantes (2002); Investigación educativa, propuesta para estructurar su organización en la Facultad de Ciencias Económicas (2002); Memoria de la creación y modificaciones de los planes de estudio en la UAG 1962–2001 en las unidades académicas de educación superior (2003); Vademécum para facilitadores de aprendizaje principiantes, 2ª edición corregida y ampliada (2005), y Guía esquemática simplificada para construir el protocolo de investigación (2006).

Además, artículos y ensayos sobre tópicos de educación superior en las revistas de la UAG: Reforma y Utopía. Fue coautor de una decena de proyectos curriculares, aprobados y establecidos como planes de estudios en la UAG. Dejó una obra inédita: Práctica profesional del profesor que requiere el proyecto educativo declarado por la Universidad Autónoma de Guerrero, aproximación teórica.

Más de 20 generaciones de escuelas preparatorias y superiores, dependientes de la UAG, han llevado el nombre Ingeniero Rafael Bonilla Romero, en reconocimiento a su labor. En el transcurso de su vida profesional recibió diversas distinciones; entre las más destacadas: en 1991, Medalla al Mérito Civil; en 2002, Medalla de Plata, y en 2004, un reconocimiento por su labor educativa otorgadas por el cabildo del municipio de Chilpancingo.

En 1995, reconocimiento conferido por el Gobierno de Guerrero, Federación Agronómica Guerrerense y Colegio de Ingenieros Agrónomos de la entidad. En 2000, Premio al Mérito Civil en Educación y Humanidades Ignacio Chávez, entregado por el Gobierno Libre y Soberano del Estado de Guerrero.

La UAG le otorgó la medalla de plata cuando cumplió 25 años de servicio y plato de plata a los 35 años. En 2003 el H. Consejo Universitario le concedió la medalla de oro y el nombramiento como primer Maestro Emérito de la UAG; además, en 2007, instituyó el Reconocimiento al Mérito Académico Rafael Bonilla Romero, para docentes con maestría o doctorado, consistente en medalla de oro con su efigie, diploma y 90 días de salario, otorgándose cada tres años.

(JRV/MNBM)