(Vitis acapulcensis, Ampelocissus acapulcensis).
La uva silvestre es un bejuco arbustivo trepador, nativo de México. Crece en lugares húmedos o secos; trepa sobre algunos árboles o se mantiene erguido por sí solo. Sus flores son de color amarillo y se hallan en racimos. Produce una fruta pequeña, rojizo–amarillenta o netamente morada, con dos o tres semillas, que madura en mayo y junio; su tamaño es similar al de un garbanzo. Se consumen tanto la fruta como las hojas; el sabor es bastante ácido. Puede ser usada para hacer vinagre y vino. También es medicinal; para esto se utilizan el fruto, las hojas, las semillas y la savia, que contienen abundantes propiedades curativas.
Prolifera en lugares secos o con poca humedad; es común en las laderas y barrancas de los cerros (barrancas de Pedrillo, El Limón y El Cotencio, en el municipio de San Miguel Totolapan, por ejemplo).
Contiene taninos, ácido tartárico (además de otros ácidos orgánicos), flavonoides, pigmentos antociánicos (que le confieren acción hemostática y protectora sobre los capilares sanguíneos); azúcares, proteínas, vitaminas y minerales. Las uvas contienen un 16% aproximadamente de azúcares (glucosa, levulosa y sacarosa), con el 1% de proteínas, así como lípidos, vitamina A, complejo B, G y P, sales minerales (de potasio y de hierro). Las semillas contienen ácidos grasos poliinsaturados, lo que ayuda a controlar el colesterol.
Es útil contra hemorroides, sabañones, várices, piernas cansadas o hinchadas (es considerada como uno de los vegetales más efectivos para curar estas afecciones. Se deben tomar decocciones de hojas de la planta, combinadas con baños con la misma decocción). Controla, además, gastroenteritis, diarreas crónicas y disenterías, con deposiciones sanguinolentas; útil en trastornos de la menopausia, en casos de hipermenorrea; detiene hemorragias nasales mediante la inhalación del polvo de las hojas secas molidas. Con la savia se curan eccemas y erupciones de la piel; cura blefaritis, conjuntivitis y queratitis, además de poseer propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.
También se utiliza en la industria vitivinícola. En la población de Huitzuco de los Figueroa, Guerrero, se encuentra establecida una fábrica de vino de mesa elaborado con uvas silvestres que crecen en tierras guerrerenses.
El señor Efrén Figueroa Rodríguez, originario de dicha población, es quien actualmente elabora este vino. Narra lo siguiente: “con más de 80 años produciéndolo, su familia, Figueroa Rodríguez representa la tercera generación; su abuelo, Jesús Figueroa Alcocer, inició esta tradición en 1928; a su fallecimiento le continuó, hacia 1991, su señor padre, quien falleció recientemente; en la actualidad se producen alrededor de 25 mil litros anuales, aunque la capacidad de la fábrica es para elaborar alrededor de 100 000 litros al año”. Este producto se ha exportado a Italia y en la actualidad se distribuye a varias partes del país, lo que demuestra la aceptación de la bebida de moderación que se produce con uvas silvestres de la entidad.
(EA