Otate

Nombre que deriva de los aztequismos: otatli: caña dura; ótatl: caña maciza y recia. En la literatura específica, se mencionan ciertas plantas con este nombre; al parecer, ninguna se apega a las características de las que abundan en el estado de Guerrero, sobre todo en los cerros de la Tierra Caliente. Sin embargo, se anotan varios nombres técnicos, que alguno de ellos pudiera corresponder a la variedad criolla de la entidad: Guadua aculata; Guadua ampluxifolia; Arthrostylidium racemifloum.

Es una planta parecida al carrizo, pero de mayor tamaño y resistencia; tallo cilíndrico, leñoso, con nudos a 10 cm uno de otro, aproximadamente; color verde o verde amarillento; alcanza unos 10 m de alto; en las nudosidades superiores brotan ramificaciones que contienen las hojas, de 15 a 20 cm de largo por dos o tres de ancho, de color verde claro. En cada coyuntura, existe una especie de capa o vaina que envuelve al tallo. Posee pequeñas espinas en forma de vello, que la población llama aguates. La raíz es curva y ramificada. Los ancianos utilizan parte del tallo y raíz como sostén (bastón).

En Guerrero se localiza en cerros y barrancas de los municipios de la Tierra Caliente. En otros lugares del estado existe una variedad de otate enano empleado en jardinería.

Por su consistencia y ligereza, el tallo de esta planta se emplea en la fabricación de camas, paredes de casa (chinámel), tapezcos (zarzos), cercos, cestos, chiquihuites, techados de casas rústicas y garrochas (para arrear la yunta).

Se dice que el otate florea cada siete años; al final, la planta se seca; por eso los campesinos se previenen cortando grandes cantidades para guardarlo y usarlo en el momento en que lo necesiten.

Su reproducción es a través de semilla.

(EA