Leopardus pardalis. Mamífero del orden Carnívoros, familia Félidos. Otros nombres: tigre, gato leopardo, xacxicín, océlotl.
Es uno de los gatos salvajes más hermosos que pueblan los bosques guerrerenses; rivaliza en este aspecto con el tigrillo y otros félidos. Es gris mate en la base del cuerpo, piernas y la espesa cola con manchas café fuerte, cada una remarcada con el borde negro; las manchas en hombros y cuello son alargadas, y las que lleva en la parte posterior, casi redondas; la cabeza es café con listas y dibujos negros. Las partes inferiores son blanquecinas, con manchas obscuras; la cola, fuertemente marcada de negro, sobre todo la punta; las patas y partes inferiores de las piernas son grises manchadas de negro. Por su color, se dice que no hay dos ocelotes iguales.
Es de cuerpo compacto, con patas relativamente cortas y cola larga y peluda; de ojos grandes, característica de un cazador nocturno y arborícola. Los sentidos de la vista y oído están muy desarrollados. Mide de 85 a 120 cm, cabeza y cuerpo (algunos investigadores dicen que mide menos); la cola, unos 30 cm. Pesa en promedio de 5 a 8 kg, aunque existen ejemplares que llegan a pesar más de 12 kg; las hembras son de menor peso y tamaño.
En su medio natural, se confunde con el tigrillo, debido a la dificultad que presenta para ser observado por su carácter elusivo; sólo se diferencian cuando son capturados o muertos. Al observarse con detenimiento se notan ciertos rasgos que los distinguen: el ocelote tiene el cuerpo más robusto y la cola menos larga.
Se localiza en las partes altas y estribaciones de la Sierra Madre del Sur, áreas selváticas costaneras y matorrales subtropicales. Se reporta en los municipios de Atoyac de Álvarez, Heliodoro Castillo, San Miguel Totolapan y Chilpancingo, entre otros.
Su dieta incluye pequeños mamíferos, como conejos, ardillas y ratones; además de aves silvestres y, en ocasiones, reptiles. Esporádicamente se acerca a los ranchos para robar cabritos, corderos o aves de corral.
No se tiene certeza de la época en que la hembra es cubierta por el macho, pero podría ser en el otoño, y nacer los cachorros en el invierno; las camadas son de dos a tres crías. Los machos acostumbran marcar su territorio con la orina rociando manchones de pasto o los tallos de árboles y arbustos, el cual comprende cerca de 3 km2. Cuando se captura un cachorro y es criado en casa, suele volverse muy dócil. Su longevidad alcanza de nueve a 10 años.
El hombre persigue a este bello gato por su valiosa piel, que se emplea en la confección de costosas prendas de vestir o como trofeo. Además, existe la creencia de que quien consume su carne y la sangre adquiere vigor, salud y fuerza. Como enemigos naturales son considerados el puma, el coyote y las aves rapaces, que atacan a sus crías. Los vástagos son capturados para domesticarlos. En el estudio “Historia natural del parque ecológico estatal Omiltemi” (Isolda Luna Vega y Jorge Llorente B.) se menciona que una de las enfermedades registradas para esta especie es la rabia.
(EA