Murciélagos

Con este nombre se conoce un gran número de mamíferos que presentan características especiales, entre ellas la de poder volar. Pertenecen al orden de los Quirópteros; poseen pelo en el cuerpo, tanto los machos como las hembras, y, además, éstas cuentan con glándulas mamarias.


Etimológicamente el nombre castellano es “murciégalo”, y por metátesis, se convirtió en murciélago, palabra que deriva del latín mus, muris, ratón, y caecus, ciego. Otros nombres: ratón viejo; en la parte central de Guerrero, algunos le llaman quimich papálotl, vocablo que proviene de quimich–ratón y papálotl–mariposa.

En México existen cerca de 154 especies y subespecies de murciélagos, que se agrupan en tres superfamilias, ocho familias, 10 subfamilias y 55 géneros.

Son animales de hábitos nocturnos que se alimentan de diversas sustancias; su tamaño es muy variado; de color marrón a oscuro o negro. Los brazos y manos se han modificado para convertirse en alas que les permiten desplazarse por los aires. Cuentan con un aparato de detección muy desarrollado (sonar); para ubicarse o localizar sus alimentos, emiten ondas ultrasonoras, que, al chocar con un obstáculo, rebotan hasta su origen y permiten identificar la forma y el lugar o distancia en que se hallan. Los sonidos son imperceptibles al oído humano, y sirven para orientarse en la oscuridad total.

Mediante los ecos que perciben, identifican seres pequeños en movimiento, como son los insectos nocturnos. En casi todo el estado podemos encontrar murciélagos, aunque no de todas las especies; se pueden localizar en un mismo hábitat dos o más de ellas. Moran en cuevas y rendijas de rocas o huecos de árboles y casas abandonadas o edificios, como escuelas e iglesias.

Porla forma de alimentarse, se clasifican en insectívoros, frugívoros, hematófagos, poliníferos y carnívoros. De estas especies, quizá la más importante desde el punto de vista económico y de salud pública es la que comprende los vampiros, pues sus miembros son considerados portadores sanos del virus de la rabia y, al alimentarse, transmiten el germen patógeno causante de la zoonosis denominada derriengue o rabia paralítica.

Los otros son benéficos al hombre –a excepción de los carnívoros–, ya que ayudan a la propagación de los vegetales o a la polinización de las flores, para lograr el cruzamiento de especies y dar origen a nuevas variedades. También controlan el número de insectos, que, de no ser así, serían plagas perjudiciales.

La variedad de especies de murciélagos es directamente proporcional a la diversidad de formas de reproducción. Sin embargo, se pueden resumir en tres modalidades: unos efectúan su apareamiento en una sola época del año, y realizan de inmediato la incubación del cigoto; otros pueden hacerlo en cualquier tiempo; y una más, distinta de las dos modalidades anteriores, se caracteriza porque la fecundación es diferida: el periodo de celo tiene lugar en el otoño, y las hembras, al ser cubiertas por el macho, todavía no han ovulado; sin embargo, reciben los espermatozoides, que guardan dentro del aparato reproductor hasta que ovulan (suceso que se presenta en la primavera); mientras tanto, la hembra entra en un proceso de hibernación; cuando despierta, ocurre la fecundación y se inicia el desarrollo del embrión, o sea, el periodo de gestación, que también es muy variable. Nace por lo regular una cría, aunque pueden ser dos o hasta cuatro.

Son pocos los enemigos naturales que acosan a estos mamíferos volátiles; sin embargo, igual que todo ser vivo, no escapan a las leyes de la naturaleza. Como miembros activos de la cadena alimenticia, también sirven de comida a otros seres que viven sobre la Tierra. Pero quien más incide sobre sus poblaciones es el hombre, el que los agrede en forma directa o indirecta, mediante productos químicos, al combatir a la variedad que se nutre de sangre de animales domésticos; para acabar con ellos, los impregna de una sustancia venenosa y cuando llegan a sus guaridas son aseados por los de su género, participando en esta actividad otros que sí son benéficos y que al consumir dicha sustancia mueren. Otra forma de perjudicarlos es destruyendo su hábitat o sus fuentes alimenticias, como cuando se fumigan las plantas para combatir las plagas; llegan a libar el néctar de las flores que contienen esos tóxicos ocasionando con ello su deceso. Asimismo, son perseguidos por algunas aves rapaces.

(EA