Potos flavus. Otros nombres: martucha, micoleón, oso mielero.
Es un mamífero de la familia Procionidae, pariente de los mapaches y cacomixtles. Se parece a los monos; de cola larga y prensil, más larga que la cabeza y cuerpo juntos; cara aplanada, “como de mono”; ojos grandes; cuerpo robusto y piernas cortas. Color café claro, ligeramente más oscuro en el lomo y parte superior de la cabeza; áreas inferiores opacas. Mide, cabeza y cuerpo, de 40 a 50 cm; la cola, de 50 a 55 cm; pesa 2.5 a 3 kg.
En Guerrero es raro encontrar ejemplares de esta especie, sobre todo en lugares planos; sólo en las partes altas se tienen noticias de su existencia, en las estribaciones de la Sierra Madre del Sur y franjas selváticas de las costas y montaña. Por sus hábitos nocturnos y la costumbre de andar en la copa de los árboles, no es fácil localizarla.
Por lo regular, se nutre de pequeños mamíferos, huevos y aves silvestres, insectos, miel y frutos, como higos y plátanos.
No hay época determinada para el celo; al aparearse con el macho, engendra por lo regular un solo embrión; pare en los huecos de los árboles; se desconoce el periodo de gestación. Su longevidad es de hasta 20 años.
Por sus costumbres arborícolas, no es presa fácil; sólo el hombre procura capturar las crías para su domesticación y venderlas como mascotas, aunque tampoco son muy apreciadas para este fin, debido a que casi todo el día se la pasan durmiendo.
La piel es muy cotizada para la confección de artículos de vestir.
(EA