Procyon lotor. Es un mamífero del orden Carnívoros, familia Prociónidos. Otros nombres: osito lavador, tejón (Chihuahua), culú (Yucatán).
Es unpequeño mamífero del tamaño de un perro Cockerspaniel, de cuerpo rechoncho; cuello y hocico corto y puntiagudo, con piernas de tamaño reducido; inclusive, la cola se ve más grande con relación al cuerpo; tiene bandas alternas que forman anillos blancos y negros en número de seis a siete; cara con una franja que semeja un antifaz de color gris pálido; cuerpo plomizo que cambia gradualmente hasta tornarse negro en la mitad del lomo; las patas están provistas de dedos largos y delgados. De cabeza y tronco mide 45 a 70 cm; cola, de 25 a 30 cm, y altura, en la cruz, de 20 a 30 cm. Peso promedio de 3 a 7 kg, aunque puede pesar mucho más. Su longevidad es de 10 a 14 años en la vida silvestre y de ocho años aproximadamente en cautiverio.
Tiene aspecto singular, debido a su coloración de la cola y la cara; la primera, anillada, y la segunda, con su antifaz negro; además, acostumbra lavarse las manos y la cara cuando llega a una fuente de agua, y para comer los alimentos, los enjuaga y sacude varias veces, semejando un escrupuloso lavado. El sentido del tacto en las patas delanteras lo posee extraordinariamente desarrollado, por lo que todo lo toca o palpa para definir el contenido.
El coeficiente mental del mapache es avanzado, por encima de perros y gatos; pruebas de laboratorio así lo demuestran: pulsar palancas, abrir cajas y puertas, deshacer nudos y otros muchos problemas no incomodan al mapache, pues con relativa facilidad soluciona estos acertijos.
En Guerrero se localiza en cualquier parte donde haya fuentes de agua; la tendencia a visitar la ribera de los ríos, arroyos y otros lugares húmedos es porque allí encuentra gran parte de su comida.
Es animal omnívoro que se nutre de diversos productos: langostinos, cangrejos, peces y huevos de aves; frutos de árboles, elotes, sandías, melones y otros vegetales complementan su manutención, pero cuando escasean los de este tipo, no desprecia la carroña. Es de hábitos nocturnos; no obstante, en ocasiones sale de día en busca de comida.
La hembra entra en celo por enero y febrero; aunque son varios los machos que la asedian, ella elige al que será el generador de su prole. Después de suceder el acoplamiento, algunos investigadores (Lee Rue) afirman que la hembra cae en un sueño letárgico en el que permanece sumergida hasta la primavera; otros aseguran que continúa su vida normal preparando el nido donde nacerán los vástagos (concepto por el cual nos inclinamos, ya que, al recorrer los campos, nunca hemos encontrado ninguna hembra mapache semidormida o aletargada). Los hijos nacen alrededor de nueve semanas después de la cópula; el lugar para anidar es el hueco de un árbol o madriguera abandonada por un zorrillo o tejón; nacen de cuatro a cinco descendientes, con un peso de 70 g cada uno, con los ojos cerrados, para abrirlos hasta los 18 días de edad. Al mes de nacidos, comienzan a salir con la madre en las incursiones nocturnas en busca de alimento; a los dos o tres meses lo hacen solos, pero se independizan al año.
El hombre en pocas ocasiones lo persigue, debido a que su carne no es muy apetecida; el puma, el lince, el coyote y algunas aves rapaces atacan a los cachorros. Es considerado un animal valiente, pues en ocasiones se enfrenta a los perros logrando inferirles graves heridas.
Causa mucho daño a los cultivos de maíz; el ataque de este “enmascarado” es característico: cuando visita alguna sementera, agarra surcos en línea, derribando las milpas; después, regresa a comerse los elotes, lo que hace inconfundible su forma de alimentarse.
(EA