Así conocida por el vulgo. Su nombre científico es Pachyrrhizus erosus. Planta herbácea, trepadora o rastrera, de la familia de las leguminosas.
Flor y fruto de jícama.
Al igual que en otras entidades, la jícama es un fruto que logra tener importancia en el estado de Guerrero, pues para el campesino guerrerense la venta de la cosecha jicamera es un ingreso económico significativo. En épocas decembrinas es común la jícama de menor proporción en aguinaldos. Se cultiva en varias partes de la geografía del estado, principalmente en la zona centro.
No es cultivable en temporada de lluvias, rara vez por irrigación; propio es sembrarla en terrenos que conservan humedad.
La parte más importante es el fruto, que brota en la raíz; es de figura esférica y varía en forma y tamaño: las ovaladas, periformes y achatado–globosas, de 6 a 15 centímetros de diámetro, en ocasiones llegan hasta 25. Por fuera son blanquecinas, por dentro, blanco traslúcido; de sabor dulzón y algo amiláceo. Para consumirlas, es menester retirar una capa delgada que la cubre, que con facilidad se desprende. Es común comerla en rodajas, trozos a cuadros o rectangulares, según como se corte. Si se desea, se agrega sal, jugo de limón y chile en polvo; incluso, puede combinarse con pepino, zanahoria, cebolla o con otros frutos.
El follaje alcanza hasta 30 cm de alto y parte de una raíz gruesa, oval o globosa. Las hojas son largamente pecioladas, con estípulas pequeñas y lineales, formadas por tres hojuelas ensanchadas hacia la extremidad, frecuentemente deltoides, simples y lobuladas, y enteras o toscamente dentadas. Las flores se dan en racimos auxiliares, en grupos de hasta cinco ejemplares de color violeta pálido o blanquecinas. El grano con que se propaga es vaina de 10 a 14 cm que contiene de ocho a 10 semillas cuadrangulares o redondeadas, de color rojizo o moreno.
Desde tiempos remotos los indígenas la consumían; en consecuencia, todo parece indicar que es originaria de nuestro país.
(JR