Universidad Autónoma de Guerrero (UAG)

El 30 de marzo de 1960 se publica en el Periódico Oficial del Estado de Guerrero el Decreto 2, que expide el gobernador Raúl Caballero Aburto, donde se le asigna al Colegio del Estado la categoría de Universidad de Guerrero.

El 25 de junio del mismo año entraba en vigor la Ley Orgánica 9 de la Universidad de Guerrero “que tendrá su sede en la ciudad de Chilpancingo; es una corporación pública; organismo Descentralizado y Autónomo, dotada de capacidad jurídica, destinada a cumplir en el campo de la cultura superior la misión que en este orden le corresponde al Estado, conforme a nuestras leyes constitucionales”. Sin embargo, la autonomía establecida en dicha Ley Orgánica fue relativa porque la misma ley estipulaba “que los planes, programas y revalidación de estudios fueran aprobados por la SEP; la expedición de Títulos, nombramiento del Rector y el presupuesto anual correspondían al Gobernador”.

No obstante ser un organismo autónomo, el control de la universidad seguía supeditado a la Junta de Gobierno, la que, previa aprobación del Ejecutivo estatal, nombró como primer rector al profesor Alfonso Ramírez Altamirano, a pesar de no cumplir uno de los principales requisitos de la Ley Orgánica: poseer título universitario.

La falta de autonomía plena y de título universitario del rector provocaron descontento en la comunidad universitaria, la cual, además, se percató de que el cambio de Colegio del Estado a Universidad se había realizado sin un proyecto académico previo y sin presentar las reformas estructurales necesarias. Por ello, en julio de 1960, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) planteó al gobernador diversas peticiones sin obtener ninguna respuesta, por lo que el 21 de octubre del mismo año se colocaron las banderas rojinegras de huelga. Las principales demandas eran: la autonomía universitaria, la destitución del rector Alfonso Ramírez Altamirano, el aumento de subsidio a la universidad, las reformas a la Ley Orgánica y el nombramiento como maestros sólo a quienes tuvieran título universitario.

La huelga de los universitarios fue apoyada por la población civil y tuvo como única respuesta la represión gubernamental, apoyada por la policía y el Ejército, lo que provocó la exigencia unánime universitario–popular de la renuncia del gobernador Caballero Aburto. La respuesta de Caballero Aburto fue sitiar el centro de la ciudad con el Ejército y la policía; ordenó el cierre de la universidad y la detención de los líderes, particularmente se cercó el edificio docente que era sede de la universidad en la alameda Granados Maldonado.

El 30 de diciembre el Ejército disparó contra la población que hacía guardia en el edificio docente, con un saldo, según la prensa nacional, de “13 muertos y 37 heridos por elementos del 60 y 24 batallones”, aunque la cifra de cadáveres que levantaron fue de 16. Este hecho ocasionó la desaparición de poderes en el estado el 4 de enero de 1961.

El Gobierno federal envió como gobernador interino al licenciado Arturo Martínez Adame, quien nombró en la universidad un Consejo Directivo Interino, que hacía las funciones del rector, integrado por el licenciado Salvador Castro Villalpando, el ingeniero Ricardo Klimeck Gamas, el profesor Luis Montaño Buis, el doctor Pablo Sandoval Cruz y el profesor Aarón M. Flores. Estas personas se turnaban mensualmente la conducción de la universidad, siendo el licenciado Villalpando el primer dirigente del Consejo a partir del 28 de enero de 1961.

El Consejo Directivo Interino se abocó a poner en orden a la universidad y el 28 de febrero de 1961 nombró rector al licenciado Salvador Castro Villalpando, quien se dedicó a integrar el Consejo Universitario –al efecto, expidió una convocatoria fechada el 17 de diciembre de 1961–, a formular un proyecto de estatutos y a la integración de un planta docente con formación universitaria. En enero de 1962 se constituyó el Consejo Universitario de forma paritaria –maestros y alumnos– y un consejero representante de los trabajadores administrativos y de intendencia.


Rectoría

A partir de ese momento cesó el Consejo Directivo Interino. El Consejo Universitario tomó la conducción de la universidad y el rector hizo la declaratoria formal de la autonomía institucional: “que en lo adelante se entiende que la institución es la única facultada para darse sus autoridades”. El 19 de enero de 1962 el Consejo Universitario nombró como su presidente al profesor Aarón M. Flores y el 1 de febrero de 1962 eligió al doctor Virgilio Gómez Moharro como su rector.

Una de la tareas principales de este rector fue la de elaborar la Ley Orgánica de la Universidad, cuyo anteproyecto fue terminado en 1963 y presentado a la XLIV Legislatura, quien la aprobó y publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del estado el 4 de septiembre de 1963, con el título de Ley Orgánica 24 de la Universidad Autónoma de Guerrero, cuyo capítulo primero estipula: “El Estado Libre y Soberano de Guerrero… establece en la ciudad de Chilpancingo, capital del estado, una institución de enseñanza universitaria, organismo descentralizado del Estado, denominada Universidad Autónoma de Guerrero”. Y reafirma en su artículo cuarto: “Para la realización de sus fines, la UAG queda facultada para estructurarse, organizarse y administrarse en la forma que estime conveniente, dentro de los lineamientos de esta Ley, el Estatuto y sus reglamentos”.

Al final de su mandato, Gómez Moharro, aun en contra de los estatutos y desoyendo las protestas de estudiantes y profesores, se reeligió para el periodo 1965–1968, lo cual provocó el resurgimiento del movimiento estudiantil que exigió la no ratificación del rector, el cumplimiento de la Ley Orgánica, el respeto a la autonomía y la democratización de la enseñanza.

El movimiento estudiantil fue reprimido violentamente y los dirigentes fueron expulsados de la universidad, entre ellos el licenciado Salvador Castro Villalpando y el profesor Carlos Rodríguez Díaz. El movimiento estudiantil se radicalizó y logró la renuncia de Gómez Moharro en enero de 1967.


Unidad Académica de Ingeniería en Chilpancingo.

En su lugar el Consejo Universitario nombró al licenciado Ramiro González Casales para el periodo 1967–1970, quien continuó con la política de su antecesor fortaleciendo lo logrado, aunque no impulsó ninguna medida nueva que hiciera avanzar mejor a la universidad. Durante el periodo de este rector, y a pesar de oponerse a ello, se crearon los dos sindicatos universitarios: el Sindicato de Trabajadores Administrativos y de Intendencia (STAISUAG), el 6 de marzo de 1969, firmando el primer Contrato Colectivo de Trabajo en 1971; y, la Unión Sindical de Catedráticos de la Universidad Autónoma de Guerrero (USCUAG), que aglutinaba a los trabajadores académicos.

Le sucedió el doctor Jaime Castrejón Díez, electo el 17 de enero de 1970, para concluir en 1973, quien presentó el 15 de marzo de 1970 un nuevo proyecto de reforma universitaria al candidato del PRI a la Presidencia de la República, el licenciado Luis Echeverría Álvarez, donde señalaba el estado inoperante de la universidad y la insuficiencia de recursos en la formación de profesionistas para el desarrollo del estado. También elaboró un Plan de Desarrollo Institucional de la UAG, que llamó Plan UAG, 1971–1986, como proyecto de transformación a corto, mediano y largo plazo. Como resultado de este plan, se crearon nuevas carreras, se descentralizaron la Escuela de Comercio y la de Agricultura y se reformó la Educación Media Superior y algunas escuelas profesionales. La matrícula universitaria 1970–1971 llegó a 6176 alumnos. Finalmente, el rector impulsó la promulgación de una nueva Ley Orgánica de la UAG, que se realizó el 24 de noviembre de 1971.

Castrejón Díez proyectó una imagen positiva de la UAG a nivel nacional, hecho que lo llevó a la Dirección General de Planeación Educativa de la SEP y, posteriormente, a la Presidencia de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES). Sin embargo, su trabajo se truncó cuando fue secuestrado por la guerrilla comandada por Genaro Vázquez Rojas el 19 de noviembre de 1971. Fue liberado el 1 de diciembre de 1971 y presentó su renuncia, con carácter irrevocable, el 29 de febrero de 1972.

Quedó como rector encargado el licenciado Alfonso López Bello, quien convocó al Consejo Universitario para elegir al nuevo dirigente. Después de varios acontecimientos y hasta conatos de violencia, resultó electo el doctor Rosalío Wences Reza para el periodo 1972–1975.

Wences Reza fue electo rector en tres ocasiones, aunque de manera alternada, dado que la normatividad universitaria permitía la reelección, pero no en forma inmediata. El nuevo rector trató de implantar el proyecto de una universidad crítica, democrática y popular, apoyado por el Partido Comunista Mexicano, por el movimiento estudiantil encabezado por la Federación de Estudiantes y por varias organizaciones políticas de izquierda al interior de la universidad, quienes hegemonizaban en el Consejo Universitario.

El nuevo proyecto universitario promovido por los grupos de izquierda en la universidad se basaba en una política de puertas abiertas a todos los jóvenes de Guerrero para que tuvieran la oportunidad de estudiar, en el pase automático de preparatoria a licenciatura, en un programa de becas y casas para estudiantes, en la creación de bufetes jurídicos y servicios médicos en todas las regiones del estado al servicio de la población y en la creación de escuelas preparatorias en todas las cabeceras municipales y las escuelas superiores en las principales ciudades, para que los jóvenes tuvieran acceso a ellas. A este nuevo proyecto se le llamó Proyecto Universidad Pueblo.

La implementación de este nuevo proyecto universitario tuvo dos efectos: el primero fue que la matricula escolar aumentó fuertemente pasando de poco más de 6000 estudiantes a casi 24 000 al finalizar su periodo y se estableció una fuerte vinculación entre la universidad y la población en toda la entidad. Sin embargo, este aumento de matrícula y de vinculación popular fue caracterizado por grupos tradicionales y conservadores como populista y como instrumento de presión ante el Gobierno federal para exigir más subsidio para la universidad.


Diosa Justicia en la Unidad Académica de Derecho en Chilpancingo.

Después del primer periodo de Wences Reza, fue nombrado rector el QBP Arquímedes Morales Carranza para el trienio 1975–1978, alentado por el Partido Comunista Mexicano (PCM), al cual pertenecía, por el movimiento estudiantil y por las fuerzas de izquierda al interior de la universidad. Sin embargo, durante este periodo se favoreció prioritariamente a los docentes y estudiantes que eran miembros o simpatizantes del Partido Comunista, dando como resultado una fuerte división entre la llamada izquierda reformista del PCM y la izquierda independiente de los otros grupos de izquierda.


Preparatoria número 12 en Tierra Colorada, municipio de Juan R. Escudero.

Esta división, ante la falta de otro líder de izquierda y en contra de la opinión del PCM, provocó que los grupos de izquierda independientes que hegemonizaban en el Consejo Universitario eligieran para un segundo mandato (1978–1981) al doctor Rosalío Wences Reza, quien continuó incentivando y profundizando el Proyecto Universidad Pueblo y la vinculación con los sectores populares. Durante este periodo se crearon nuevas escuelas y carreras profesionales, y se iniciaron los postgrados en la universidad.

En 1981, los consejeros universitarios, que eran mayoría de la izquierda independiente, eligieron como rector a José Enrique González Ruiz, quien tomó posesión el 4 de mayo del mismo año. Este rector promovió dos actividades principales: la creación de nuevas escuelas preparatorias, de carreras profesionales y postgrados y el compromiso decidido con las luchas populares. Precisamente en la lucha de los conductores de la línea de transporte Flecha Roja, en 1983, quienes se habían declarado en huelga general y retenido la mayor parte de los autobuses, la UAG se solidarizó con ellos: les brindó asesoría jurídica y les abrió los campus universitarios para guardar los autobuses.

Este hecho obtuvo como respuesta la intervención del ejército y la policía en las instalaciones universitarias y la represión violenta contra los trabajadores del volante. La UAG fue acusada de terrorismo y de ir más allá de sus funciones y objetivos. Como represalia, a partir de enero de 1984 el Gobierno federal canceló los salarios de los trabajadores académicos, administrativos y de intendencia durante un año; muchos de los trabajadores abandonaron la universidad y se dio orden de aprehensión contra los dirigentes, provocando una de las peores crisis desde el nacimiento de la UAG. Gracias al apoyo y solidaridad de la población, la mayoría del personal se mantuvo trabajando y resistió la embestida hasta que la crisis amainó a principios de 1985.

Ante la grave crisis de la UAG, los grupos políticos de izquierda llamaron nuevamente al doctor Rosalío Wences Reza a la Rectoría para el trienio 1984–1987, el cual negoció con el Gobierno federal y firmó un Convenio en el que se aceptaba la reducción de las escuelas preparatorias a seis en todo el estado, la eliminación de los bufetes jurídicos y de los servicios médicos, la reducción de casas de estudiantes y el compromiso de dedicarse a la academia e iniciar un proceso de transformación de la UAG para ponerla acorde con las demás universidades del país.

Con ello se ponía fin al Proyecto Universidad Pueblo que se había impulsado desde 1972 y se iniciaba la homologación con las universidades del país que tenían una problemática y condiciones diferentes a la UAG. Sin embargo, nuevamente la población se solidarizó con la UAG y no permitió la desaparición de las escuelas preparatorias que se encontraban en casi todas las cabeceras municipales, aunque sí los demás servicios que ofrecía la UAG a la población. Durante todo este periodo, Wences Reza logró superar la crisis e iniciar un nuevo proceso de modernización de la UAG llevando a cabo el Primer Congreso General Universitario, aunque los acuerdos y resolutivos tomados no pudieron tener impacto en la vida universitaria.

De 1987 a 1990 fue rector el ingeniero Ramón Reyes Carreto, quien convocó a los universitarios para celebrar el Segundo Congreso General Universitario y acordar el nuevo rumbo que se le daría a la UAG. Sin embargo, debido a la falta de un nuevo proyecto institucional, los resolutivos de dicho Congreso tampoco tuvieron eco en la comunidad universitaria.

De 1990 a 1993 fue rector el doctor Marcial Rodríguez Saldaña, quien se preocupó por tener buenas relaciones con el gobernador Francisco Ruiz Massieu y por conseguir un buen subsidio para la UAG.

De 1993 a 1996 fue rector el profesor Gabino Olea Campos, quien fue duramente cuestionado por no ofrecer proyectos académicos y por cuidar únicamente su amistad con el gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Su obra principal fue cercar varias de las escuelas y facultades con tubos amarillos para su protección.

De 1996 a 1999 fungió como rector el doctor Hugo Vázquez Mendoza, quien buscó únicamente la conciliación con los grupos políticos de la universidad para no tener problemas. No generó ningún proyecto o programa en beneficio de la UAG.

Para cubrir el periodo 1999–2002 fue electo rector el licenciado Florentino Cruz Ramírez, impulsado por el Movimiento por la Academia y la Reforma. Durante este periodo la UAG tuvo una oferta educativa de 60 programas académicos en 25 centros de educación superior y postgrado; 32 programas fueron de licenciatura, 7 de especialidades, 17 de maestría y 4 de doctorado. Además se atendió el nivel de bachillerato en 43 centros de nivel medio superior. La matrícula total de la universidad era de 63 379 estudiantes. Otro evento relevante para la universidad durante este periodo fue el Tercer Congreso General Universitario, realizado en el puerto de Acapulco el 6, 7 y 8 de diciembre de 2000, en el que el Sistema de Escuelas y Facultades fue cambiado por el de Unidades Académicas, se reformó la Ley Orgánica pasando a ser la ley de la UAG, con sus estatutos y reglamentos también reformados, en las que el periodo de rector pasó de tres a cuatro años, se adoptó también el Sistema de Currículo Flexible, de Colegios por Área de Conocimiento y el trabajo de equipo de los docentes investigadores en Cuerpos Académicos. Todo ello para homologar la organización y el trabajo de la UAG con las demás universidades del país, siguiendo las directivas de la ANUIES, del Banco Mundial y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).

De 2002 a 2006 fue rector el M.C. Nelson Valle López, quien apoyó la realización de los resolutivos del Tercer Congreso General Universitario y la certificación de las Unidades Académicas y Dependencias Administrativas de la UAG.

Del 6 de abril de 2006 al 5 de abril de 2010 fue rector el doctor Dolores Arturo Contreras Gómez, quien se preocupó por continuar la certificación de las Unidades Académicas y Dependencias Administrativas de la UAG.

El 6 de abril de 2010 tomó posesión como rector el doctor Ascencio Villegas Arrizón, quien se comprometió a continuar las políticas de certificación de las Unidades Académicas de la UAG, fundado en el lema de su candidatura que fue Calidad Académica y Compromiso Social. Además, ha ofrecido impulsar el saneamiento y recuperación del patrimonio universitario, así como dar cumplimiento al compromiso social de la institución con los grupos más desfavorecidos de la entidad. Su periodo, de acuerdo a la ley de la universidad, terminará el 5 de abril de 2014.

En 2010 la UAG se rige por la Ley de la Universidad Autónoma de Guerrero 343, vigente desde agosto de 2001. Para cubrir la demanda educativa, distribuidas en todas las regiones de Guerrero, cuenta con 39 preparatorias escolarizadas y una abierta, 40 carreras a nivel licenciatura, 10 de nivel profesional técnico medio, 7 especialidades, 19 maestrías y 5 doctorados; con esta infraestructura atiende una matrícula total de 60 520 estudiantes.

(HCB/AAB)