El poblado pertenece al municipio de Acapulco, distrito judicial de Tabares. Sobre su nombre hay varias versiones; pero es necesario aclarar que la gente de la Costa Chica, por regionalismo, llama a los árboles “palos”. Cuentan que en el recorrido de las personas que viajaban de la costa a Acapulco, a orilla del río se encontraban tres árboles (un bocote, un tamarindo y un zapote), lugar considerado como paso obligado por los caminantes, y, al referirse a éste, decían: descansamos al llegar a “Tres Palos”; de ahí su nombre.
Laguna Tres Palos
Los fundadores fueron familias procedentes de la Costa Chica, entre ellas: los Morales, los Hernández, los Olea, los Muñoz y los García, allá por 1700. En 1929, siendo presidente de la República don Emilio Portes Gil, recibió el nombre de cuadrilla de Tres Palos, y se dotó con 2305 hectáreas a la junta de campesinos, que estaba integrada por Demetrio Olea Valdovinos, Isidoro Morales, Julián Olea, Enrique Trujillo, Braulio Valeriano, y otros.
Durante la Revolución (1912) el general zapatista Silvestre Zequeida, originario del lugar, luchó, junto con el general Julián Blanco, en defensa de los campesinos contra Manuel Uruñuela, propietario de las tierras que iban desde el río Tuncingo hasta San Marcos. En represalia, el terrateniente quemó el pueblo, teniendo que huir sus moradores. Se asentaron nuevamente en 1919.
En 1951 un grupo de ingenieros del Instituto Politécnico Nacional, dirigidos por el teniente Vicente González, trazaron el plano del poblado con las calles que existen en la actualidad.
Se localiza a orilla de la carretera Acapulco–Ometepec, aproximadamente a 20 minutos de la ciudad de Acapulco. Limita, al norte, con los ejidos de Playones, San Isidro y La Sabana; al sur, con la Poza y la Laguna; al oriente, con San Pedro Las Playas, y al poniente con Cayacos y Llano Largo. Las casas de palapa, lodo y tule poco a poco han ido desapareciendo, para dar paso a las de tabique, tabicón, lámina de asbesto o las modestas de cartón.
Cuenta con servicios de agua potable, luz eléctrica, mercado y centro de salud; las calles están pavimentadas en un 30%; sin embargo, el principal problema es el sistema de drenaje.
Según el II Conteo de Población y Vivienda de 2005, tiene 4306 habitantes, de los cuales 2057 son hombres y 2249, mujeres.
El terreno del ejido generalmente es plano, a excepción de los cerros Metlapil y del Salto. El clima es tropical, con temperatura que oscila de los 28 a 34 °C en verano y de 24 a 28 °C en invierno.
La hidrografía está integrada por los ríos Tres Palos, Tuncingo, el arroyo de la Pascuala y la Laguna, de donde se extraen en abundancia: tilapia, robalo, popoyote, lisa y camarón de castilla.
La flora es variada; de ella existen: huizache, manglares, cocotero, limoneros, cocoyul, aguacate, almendros y otros.
La fauna es generosa, y sobresalen la garza blanca, el colibrí, los lagartos, los chicurros, la codorniz, la zorra, el tlacuache y las aves migratorias procedentes de Canadá, como los patos salvajes, los buzos y los picos pandos, que, huyendo del invierno, arriban a estos lugares.
El poblado se hizo famoso a raíz del Corrido de Simón Blanco. Dicen que el personaje llegó al pueblo a los 14 años de edad y se casó con una señorita de El Salto; del matrimonio nacieron: Ventura, Teófilo y Margarita Blanco de la O. Relatan que era estimado por su lealtad y valor, y por haber formado parte de la defensa rural al mando de Demetrio Olea Valdovinos. Por diferencias personales con los hermanos Amado y Onésimo Martínez, fue inmolado en 1938.
(JAL)