Tlacolol, Técnica agrícola del

Del azt. tlacolole, sementera (sembrado, siembra) en las laderas de los cerros que, para seguir las curvas del terreno, no forma líneas rectas como ocurre en las milpas de terreno plano. Desmonte y siembra de primera vez. Etimología: tlacolli, cosa entortada (torcida); de tlacoloa, ir redondeando alguna parte (Molina).

También del náhuatl tlácollotl, residuo, ahechaduras. Tlácotl–itlacollo, residuo de vara, de tallo. Raíz: tlacolli (tlaculli: basura, barredura). (Rémi Simeón).

Técnica agrícola que se efectúa en terrenos con pendiente y pedregosidad, que se remonta al Siglo XIII, mucho antes de la conquista. También puede efectuarse en terrenos planos y semiplanos.

Es conocido, en etnología y agronomía, como el sistema de roza, tumba y quema, con fases de cultivo, cuidados en el crecimiento de las plantas, cosechas, almacenamiento y aprovechamiento integral, que permite buen rendimiento de las plantas y también el cuidado de los terrenos utilizados.

Este sistema permite la rápida regeneración de la vegetación y fauna asociadas (grupo ecológico), ya que al prenderle fuego al follaje cortado en el terreno, queda abundante abono de potasa contenido en las cenizas. Además, evita, mediante la poda y el terraceo, la erosión por agua o viento.

El tlacolol no es sólo el cultivo del maíz, sino de una variedad de plantas: frijol, calabaza, chile, maguey y frutas (ciruelo y granado); que han tenido uso múltiple: medicinal, ritual, alimenticio y artesanal, de acuerdo a las necesidades y tradiciones de la región.

Ha servido para proveer una alta diversidad de productos y una mínima alteración del medio ecológico.

Se ha dicho que el sistema de tumba, roza y quema conlleva a la erosión del suelo, destrozos en la vegetación, repercusiones en la fauna, y que es la causa de frecuentes incendios forestales, derivados de la apertura de nuevos campos de cultivo. No se ha tomado en cuenta que la riqueza que existía en la época prehispánica fue mermada con la introducción de técnicas y conocimientos europeos y con la irregular distribución de la tierra.

Situado el campesino en la realidad, dentro del panorama socio-económico actual y con respecto a la posesión de la tierra, la técnica del tlacolol es la única alternativa en su afán de subsistencia, además del trabajo eventual; ya sea como obrero o artesano.

El sistema practicado ha servido para reforzar el conocimiento del campesino sobre la flora, la fauna, los suelos, el cultivo y los fenómenos meteorológicos.

A sabiendas de que el monte es lo único que posee, lo obliga a tener mayor cuidado y respeto por los recursos, así sea pequeña propiedad o terreno comunal.

(ETA)