La construcción de una presa casi siempre significa progreso, aunque en ocasiones llega a perjudicar a cierta población que se ve invadida por el vaso o remanso de agua.
Las presas son barreras artificiales que se construyen en algunas corrientes de agua, como ríos, con el fin de retener su caudal. Los motivos para construir presas son varios; por ejemplo: concentrar el agua en un sitio preestablecido a fin de derramarla desde determinada altura con el objetivo de mover cierta maquinaria (turbinas) para generar electricidad, regular el agua y dirigirla hacia canales y sistemas de abastecimiento, aumentar la profundidad de los ríos para hacerlos navegables, controlar el caudal de agua durante los periodos de inundaciones y sequía, además de transformar regiones no productivas en fértiles vegas, y, también, crear pantanos para actividades recreativas. Muchas presas desempeñan varias de estas funciones.
Historia de las presas generadoras de energía eléctrica.
La generación de energía eléctrica inició en México a fines del Siglo XIX. La primera planta generadora que se instaló en el país (1879) estuvo en León, Guanajuato, y era utilizada por la fábrica textil La Americana. Casi inmediatamente se extendió esta forma de generar electricidad dentro de la producción minera y, marginalmente, para la iluminación residencial y pública.
En 1889 operaba la primera planta hidroeléctrica en Batopilas (Chihuahua) y extendió sus redes de distribución hacia mercados urbanos y comerciales donde la población era de mayor capacidad económica. Sin embargo, la generación de energía eléctrica no era suficiente para satisfacer las necesidades humanas.
Para dar respuesta a esa situación que no permitía el desarrollo del país, el Gobierno federal creó, el 14 de agosto de 1937, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que tendría por objeto organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósito de lucro y con la finalidad de obtener, con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales. (Ley promulgada en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 14 de agosto de 1937 y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de agosto de 1937).
La CFE comenzó a construir plantas generadoras y ampliar las redes de transmisión y distribución, beneficiando a más mexicanos al posibilitar el bombeo de agua de riego, así como mayor alumbrado público y electrificación de comunidades.
Los primeros proyectos de generación de energía eléctrica de la CFE se realizaron en Teloloapan (Guerrero), Pátzcuaro (Michoacán), Suchiate y Xía (Oaxaca) y Ures y Altar (Sonora).
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de generación y electrificación, para esas fechas –fin de la década de los 30– apenas el 44% de la población contaba con electricidad.
En 1961 la capacidad total instalada en el país ascendía a 3250 MW. En esa década la inversión pública se destinó en más de 50% a obras de infraestructura. Se construyeron importantes centros generadores, entre ellos Infiernillo y Temascal.
En la actualidad, el territorio guerrerense está irrigado por diversos ríos, tan importantes como el Balsas, el Atoyac, el Cutzamala y el Papagayo; algunos nacen en el territorio estatal y otros vienen del exterior. Con el fin de aprovechar las aguas que escurren por sus lechos, se han construido presas que almacenan volúmenes considerables de agua, las que se utilizan para riego o como generadoras de energía eléctrica.
Existen seis centrales generadoras de energía eléctrica (cuatro hidroeléctricas: La Venta, La Villita, Infiernillo y El Caracol; una de turbogas: Las Cruces; y una termoeléctrica: Petacalco). Para el año 2000, aportaban el 9.2% de la producción eléctrica total del país, mientras el porcentaje de electrificación era del 47.9%. Guerrero, Oaxaca y Chiapas son las entidades del país donde los habitantes cuentan con menos energía eléctrica en sus domicilios.
Presa Hidroeléctrica Adolfo López Mateos.
Conocida también como El Infiernillo (o solamente Infiernillo), se ubica en el municipio de Coahuayutla de José María Izazaga, sobre el río Balsas, en los límites de los estados de Michoacán y Guerrero, aproximadamente a 50 km de su desembocadura en el océano Pacífico. Forma parte de un extenso plan para el aprovechamiento de esa corriente, ya que el Balsas y sus afluentes tienen un gran potencial hidroeléctrico. Fue construida por la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), a petición de la CFE, durante los años de 1961 a 1963, con la finalidad de aprovechar sus aguas en la generación eléctrica y control de avenidas.
Vista satelital de la Presa Adolfo López Mateos (El Infiernillo).
La construcción comprende una presa de almacenamiento de 9 340 000 m3 y los equipos de generación fueron instalados en dos etapas. La primera entró en servicio entre los años 1965 y 1966, tuvo una capacidad instalada de 624 MW. La segunda entró en servicio hasta 1973, totalizando 960 MW de capacidad instalada. Consta de una cortina de enrocamiento con corazón impermeable. Tiene 149 m de altura y 350 m de longitud de la corona. Su casa de máquinas es subterránea, con 21 m de ancho, 128 m de largo y 40 m de altura. En la margen izquierda se encuentra la obra de toma, distribuida en 3 tuberías a presión con camisa de acero y 8.90 m de diámetro, con capacidad para conducir 194 m3/seg por tubería. La obra de excedencia se compone de 3 vertedores de 13 m de diámetro, para descargar 13 800 m3/seg.
Esta central hidroeléctrica se localiza en la zona de mayor riesgo sísmico del país y por tal motivo se evalúa continuamente el comportamiento dinámico de sus estructuras.
En la época de su terminación ocupó el quinto lugar entre las presas más altas de su tipo en el mundo, así como de las primeras proyectadas con el núcleo impermeable vertical muy angosto.
La planta hidroeléctrica subterránea se construyó en 2 etapas. En la primera se instalaron cuatro unidades de 168 MW cada una; la segunda comprende 2 unidades más de características semejantes. La potencia total instalada es de 1075 MW y la generación media anual es de 300 gigawatts hora (GWh). La capacidad total instalada de la planta es, actualmente, de 1 032 000 kW.
La energía producida por esta planta se utiliza para satisfacer la creciente demanda de la Ciudad de México y fue un valioso auxiliar para el cambio de frecuencia, ya que funciona a 50 y 60 ciclos. Es una de las más importantes hidroeléctricas del país y está también interconectada con la ciudad de Guadalajara.
Planta Hidroeléctrica Ambrosio Figueroa.
Es conocida popularmente como Planta Hidroeléctrica del río Papagayo o de La Venta. Se encuentra en el municipio de Juan R. Escudero (Tierra Colorada), a unos 30 km aguas abajo de la confluencia de los ríos Omitlán y el Papagayo, en la localidad de La Venta, aproximadamente a 50 km al noreste del puerto de Acapulco.
Planta Hidroeléctrica Ambrosio Figueroa (La Venta).
Su construcción se inició en 1958 y se terminó en 1964. Fue inaugurada el 31 de mayo de 1965.
Esta obra, en su tiempo, fue considerada como la más importante realizada por la CFE, con ingenieros y técnicos mexicanos, y sirvió para aumentar la capacidad del Sistema Colotlipa–Acapulco, energía que forma parte del Sistema Interconectado Nacional. Esta planta fue el segundo aprovechamiento hidroeléctrico construido en la cuenca del Papagayo; el primero fue Colotlipa, sobre el río Azul, afluente del Omitlán.
La presa forma un embalse de 12 km de longitud; abarca un área de 280 hectáreas y 23 millones de m3 de capacidad útil y 3 millones para azolves. La cortina funciona por gravedad, es de concreto, con una altura máxima de 53.5 m sobre el lecho del río y desarrollo de la corona de 300 m. La energía que produce es transportada por cuatro líneas de transmisión de 69 kV a la subestación El Quemado. Cuenta con cinco turbinas tipo Francis rápida y eje vertical con una capacidad de 6000 kW.
Debido a la gran cantidad de azolve que lleva el río Papagayo, la capacidad útil del vaso se llegó a reducir hasta 2.5 x 10 m3 en 1972, habiéndose logrado recuperarla hasta 8.19 x 10 m3 mediante desazolves periódicos.
Por la escasa capacidad del vaso de almacenamiento con respecto al escurrimiento medio anual, la generación posible de energía es variable según las épocas del año: 7.5 gigawatts/hora (GWh) mensualmente de enero a mayo y 22 de junio a diciembre.
Al contener las aguas en el embalse que formó la hidroeléctrica La Venta, las aguas rebalsadas inundaron las tierras y casas que se hallaban en las márgenes del río Omitlán; las familias perdieron todo o casi todo su patrimonio. Algunos habitantes se reubicaron sobre las nuevas orillas del río, otros se fueron a instalar a kilómetros de ahí donde levantaron otra población conocida ahora como Villa Guerrero.
A los habitantes de los pueblos que se localizaban en las márgenes del río, al ser invadidos sus terrenos, les prometieron indemnizarlos por parte de la CFE, pero tuvieron que luchar para ver cumplido dicho ofrecimiento. Después de una frustrante indiferencia de la empresa para sufragarles el importe a los lugareños –cinco décadas posteriores a la afectación de sus tierras y después de una larga y desgastante lucha– comenzaron a pagarles. Al parecer mucho tuvo que ver el proyecto de la hidroeléctrica de La Parota. La indemnización, según se mencionó, fue de $18 500 000.00 a 234 familias campesinas de la región, que cedieron sus tierras para la construcción de la presa La Venta.
Ahora esta presa se encuentra en peligro de ser absorbida, si se construye la presa de La Parota.
Planta Hidroeléctrica Ing. Carlos Ramírez Ulloa (Presa El Caracol).
Se ubica entre las coordenadas geográficas 17° 57’ de latitud norte y 99° 59’ de longitud oeste, en el municipio de Apaxtla. El acceso es a través de la carretera federal Iguala–Ciudad Altamirano, donde a la altura del km 68 entronca el camino rumbo a Apaxtla, poco antes de la ciudad de Teloloapan. Está 18 km después de pasar la población de Apaxtla, en un profundo cañón en el corazón de la Sierra de Teloloapan, sobre el curso medio del río Balsas, frente al poblado El Caracol, entre los municipios de Apaxtla de Castrejón y Teloloapan.
Planta Hidroeléctrica Ing. Carlos Ramírez Ulloa (El Caracol).
Corrientes que capta: cuenca del medio Balsas o Mezcala, sus afluentes, arroyos La Culebra, Bajial, Amatitlán, Coatepequito, Los Herreros, Yolocingo, El Zapote, Amacuáhuitl, Chapultepec, Atlihuaca, y otras corrientes superficiales provenientes del Eje Neovolcánico Transversal, Sierra Madre del Sur y la aledaña Sierra de Teloloapan.
Principales usos: control de avenidas, generación de energía hidroeléctrica, irrigación agrícola, pesca comercial.
La climatología de la zona, según Koppen, pertenece al grupo seco subtipo semiseco muy cálido y cálido. La precipitación pluvial media anual es de 756 mm; la temperatura promedio es de 28.8 °C, llegando a alcanzar algunas veces 45 °C a la sombra, de marzo a mayo.
La CFE inició su construcción en 1978; se terminó y se inauguró en 1986, en el sitio llamado El Caracol, nombre asignado por la configuración que hace el río Balsas a 65 km aguas abajo de la población de Mezcala.
Características generales: El espejo de agua mide 50 km de lago y cuenta con una cortina de tierra y enrocamiento de 126 m de elevación. Para la construcción de la cortina de la presa, se efectuó el trazo y localización de la cortina con el control de la volumetría durante su periodo de construcción, así como el trazo de la carretera de acceso –de 30 kilómetros al sitio– desde Teloloapan. Fue diseñada para controlar escurrimientos anuales con un volumen de 7000 millones de m3 y así regularizar y disminuir el gasto a su llegada al vaso de Infiernillo. La capacidad instalada de las 3 unidades de generación de la planta hidroeléctrica es de 600 MW. Su costo final se estima del orden de 3500 millones de dólares. La obra representa el tercer aprovechamiento hidroeléctrico realizado en la cuenca del río Balsas. Los 2 primeros se localizan en la trayectoria del mismo río, antes de la desembocadura al océano Pacífico, cerca del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, siendo estas centrales el Infiernillo y La Villita. Se tienen en estudio, además, los proyectos Ostutla, San Juan Tetelcingo y Tepoa, situadas sobre el mismo río, contando el área del Balsas con un potencial hidroeléctrico de 3 043 000 kW. Actualmente se tiene aprovechado, con las 3 centrales, el 62% aproximadamente.
Para su realización, fue necesario reubicar a los pobladores que serían afecta 2 por las obras, construyéndose nuevos asentamientos humanos para su reacomodo, como Nuevo Poblado, El Caracol, Las Juntas, Acatlán del Río, Mezcala, Nuevo Tomixtlahuacán y Nuevo Balsas, que sustituyeron a los 16 antiguos pueblos que se localizaban en el área de influencia, con un total de 858 casas-habitación construidas, además de las escuelas, centros de salud, espacios deportivos y recreativos requeridos.
Lleva el nombre del ingeniero Carlos Ramírez Ulloa, en reconocimiento a su mística de servicio al país y a su entrega, que, unidas a su extraordinaria preparación como ingeniero, lo llevarían a colaborar para la fundación de la CFE, dirigiendo sus destinos.
Para la producción de energía eléctrica, tiene como obras principales el vaso de almacenamiento con capacidad de 1860 millones de metros cúbicos; la cortina de enrocamiento con corazón de arcilla, obra de toma y compuertas de control; casa de máquinas subterránea, que alberga 3 turbogeneradores, desfogues, subestaciones de 115 kV y 230 kV, piso de transformadores de potencial, por los que se realiza la elevación de voltaje de 16.0 a 230 kV; asimismo, la obra de excedencias, cuya finalidad es la de controlar la presencia de avenidas extraordinarias de agua, protegiendo las obras principales de la central. La primera unidad de operación comercial se puso en servicio el 16 de diciembre de 1986.
La central cuenta con 3 unidades generadoras de 208 000 kV cada una, para una capacidad instalada total de 624 000 kV, desde la puesta en servicio, hasta el año de 1997. Su estadística indica una generación media histórica anual de 996.72 GWh.
La energía producida se conduce por 2 líneas de transmisión de 230 kV hacia la subestación de enlace en Mezcala, la que a su vez la envía al puerto de Acapulco y al Distrito Federal, a través de la Subestación Zapata, integrándose así al sistema interconectado nacional.
Planta Hidroeléctrica y de Riego La Villita.
Su construcción fue financiada por la SARH y ejecutada por la Comisión del Balsas, entre 1964 y 1968, sobre el cauce del río Balsas. Está situada a 170 km de Apatzingán, Michoacán, a 55 km del Infiernillo y a 13 km de la desembocadura del Balsas al océano Pacífico. Entró en operación en 1973 y anualmente produce 1430 millones de kWh.
El lugar donde se construyó la cortina sirve como límite a los estados de Guerrero y Michoacán, quedando a la margen izquierda el municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca, Guerrero, y a la derecha el de Melchor Ocampo, Michoacán.
Consta de cuatro unidades con 75 mil kW cada una. Trabaja a la frecuencia de 60 ciclos/segundo y proporciona energía eléctrica al complejo siderúrgico Lázaro Cárdenas, Las Truchas, Michoacán.
Esta presa, interconectada con la planta del Infiernillo y con Guadalajara, además de servir a la hidroeléctrica, cuya producción es aplicada a las industrias y ciudades citadas, también proporciona energía eléctrica a Zihuatanejo, San Isidro, La Unión y Melchor Ocampo y, asimismo, proporciona riego a 18 mil hectáreasde ejidos de ambos estados.
Planta Hidroeléctrica y de Riego La Villita.
Planta Hidroeléctrica Colotlipa.
Se encuentra ubicada en el municipio de Quechultenango, a 48 km de Chilpancingo. Fue la primera planta hidroeléctrica construida en el estado y se inauguró el 21 de noviembre de 1946, al final del periodo presidencial del general Manuel Ávila Camacho y durante el gobierno del general Baltasar R. Leyva Mancilla. La planta toma su nombre del poblado que se ubica junto a ella y que pertenece al municipio de Quechultenango. Su acceso es a través de un camino vecinal que inicia en Las Petaquillas, a 10 km de Chilpancingo sobre la carretera federal Chilpancingo–Acapulco. El camino para llegar a la población de Colotlipa cruza por las poblaciones de Tepechicotlán, Mochitlán, Quechultenango y Coscamila, continuando su trayectoria hacia un lugar de interés para espeleólogos denominado grutas de Juxtlahuaca. El agua aprovechada para la generación de la Central nace a 5 km al oeste de la presa derivadora, en el lugar denominado El Borbollón, perteneciente a Coscamila. El gasto medio en tiempo de estiaje es de 12 m3/seg aproximadamente.
De allí nace el río Azul, que lleva ese nombre por el color que le dan al agua los minerales que emanan del suelo de este lugar. Sobre su cauce se construyó una presa derivadora, tipo gravedad, con una cortina vertedora a cielo abierto de 50 m de longitud, con capacidad para 960 000 m3, misma que cuenta con dos compuertas radiales de 8×5 m, cuya función es la de desazolvar la presa, cuando se requiera, descargando sobre el cauce del río.
En la margen izquierda de la presa se encuentra la obra de toma que se compone de tres compuertas deslizantes, cuyas dimensiones son 1.2×2.0 m de altura, accionadas con un motor eléctrico desde la casa de máquinas. En la obra de toma inicia el canal de conducción, que comunica a las aguas almacenadas en la presa al tanque de reposo. Tiene 1600 m de longitud y una capacidad para 12 m/seg; está revestido de mampostería de cemento, siendo de una sección trapezoidal. En su trayecto tiene 25 m de túnel que fue construido por la topografía del terreno.
La capacidad del tanque es de 19 000 m3 de almacenamiento. Tiene un vertedor de cresta libre de 180 m de longitud, mismo que cuenta con su obra de toma, con cuatro compuertas deslizantes de mantenimiento de 2.0×2.5 m y que permite alimentar cuatro tuberías de presión para las unidades de la casa de máquinas, cuya longitud es de 450 m y su diámetro mayor de 1320 mm, con una carga estática de 67 m.
La casa de máquinas es de 37.5 m de longitud, por nueve m de ancho y está construida de concreto y mampostería; alberga cuatro unidades generadoras con turbinas marca James Leffel, de reacción tipo Francis de 2850 Hp, 600 RPM y una velocidad de rotación de 720 Hz. Las turbinas accionan generadores marca Alice Chalmer’s de 2500 kWh, 6600 volts, 720 RPM.
La subestación elevadora consta de un banco de transformación de 12 000 kVa de 6600 a 69 000 volts, contando a la vez con líneas de transmisión a las ciudades de Chilpancingo y Chilapa.
La generación bruta anual ha sido de alrededor de 30 GWh, con un factor de planta de 42.12% y una disponibilidad de 93.55% en 1995.
Cabe hacer mención de que por 12 años estas unidades estuvieron operando a 50 ciclos/seg, hasta que las necesidades de operar a una sola frecuencia en el país obligaron a la modificación y unificación a 60 ciclos/seg en 1985. Luego, en 1992, se semiautomatizó la central, mejorando la productividad. En 1997 se modernizó el equipo de control, protecciones y medición.
La central no ha perdido su categoría en la zona, a pesar de otras importantes presas en la entidad, ya que al existir una interrupción en el sistema interconectado, ésta continúa operando aisladamente, alimentando el circuito de La Montaña.
Presa de Riego Hermenegildo Galeana (El Gallo).
Se ubica en el municipio de Cutzamala de Pinzón y tiene capacidad para 58 millones de metros cúbicos. Estuvo abandonada 17 años. Su canal principal mide más de 100 km y tiene 200 km de canales secundarios, 300 km de caminos y 3000 km de drenes.
El proyecto se inició en 1981 para garantizar el abasto del líquido en beneficio de cuatro mil familias campesinas de la región Tierra Caliente de Guerrero y parte de Michoacán. Los trabajos se suspendieron en 1984 y 1985 y se reiniciaron por poco tiempo a finales de 1986. En 1992 se retoman los trabajos y nuevamente son suspendidos, por tercera ocasión, a fines de 1994. Es hasta 1997, con el respaldo económico del presidente Zedillo y por gestiones del gobernador licenciado Ángel H. Aguirre Rivero, cuando se inicia la segunda y última etapa de la obra.
En noviembre de 1998 la Comisión Nacional del Agua cambia de compañía constructora, a fin de acelerar los trabajos, y en diciembre de 1999 se logra el 100% del proyecto.
Adicionalmente a la presa, se establecieron los poblados de Loma Bonita y La Playa, en Guerrero; y Nuevo Albarrán, en Michoacán, con las familias que tenían que ser ubicadas fuera del embalse, o bien, cuyos ejidos fueron expropiados por la obra.
Se construyeron también once caminos de acceso a la boquilla de la presa; 60 km de caminos perimetrales a El Gallo y 20 km de brechas de penetración.
En principio, la obra fue planeada como parte del sistema hidrológico Cutzamala, que abastece de agua a la Ciudad de México, pero ante el decremento del líquido para esta parte del país, se decidió construir un embalse con gran capacidad de almacenamiento.
La inversión fue de $315 000 000.00: 160 por el costo de la obra y 155 para obras complementarias.
Cuenta con una capacidad de riego de más de 16 mil hectáreas y logra beneficios para los municipios de Cutzamala de Pinzón y Pungarabato, en Guerrero; San Lucas, en Michoacán, así como el abastecimiento de agua para el consumo humano de los poblados circunvecinos, que siembran mango, melón, maíz, sorgo de grano y forrajero, limón, plátano, hortalizas, sandía, papaya y pastos. En la actualidad se están obteniendo excelentes cosechas. También se consiguen beneficios en la producción ganadera local, proporcionando a los lugareños empleos directos e indirectos.
Esta obra garantiza 50 años de irrigación a más de 16 mil hectáreas de las regiones de Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán.
Su altura es de 30.5 m; la longitud de la cortina es de 410 m; el ancho de la corona, de 3 m, y se encuentra a una altura de 302 msnm. Ocupa un área de 8.25 km2, y es alimentada por el río Cutzamala.
Presa de Riego Andrés Figueroa(Las Garzas).
Se localiza en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, y proporciona riego a 11 000 hectáreas de ejidos y pequeñas propiedades del municipio mencionado.
La altura es de 60.0 m; la cortina tiene 118.0 m de longitud; el ancho de la corona es de 10.0 m; se encuentra a 123.1 msnm; su capacidad total es de 357.8 millones m³; ocupa un área total de 4.9 km2. Se alimenta del río Ajuchitlán, en Tierra Caliente, y beneficia a 12 poblados de ese municipio, pero está programada para dar servicio de irrigación a los ejidos de la parte oriental del municipio de Coyuca de Catalán y parte del municipio de San Miguel Totolapan.
Petacalco, Termoeléctrica de.
Recibe el nombre de Termoeléctrica Plutarco Elías Calles y se localiza en Petacalco, municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca, región de la Costa Grande de Guerrero. Se inició su construcción en 1979, siendo presidente de la República el licenciado José López Portillo, y entró en operación comercial en 1993. Tiene una capacidad instalada de generación de 2100 megawatts, con seis unidades generadoras. Las fechas de entrada en operación comercial de sus unidades generadoras son las siguientes: U–1, noviembre 8 de 1993; U–2, diciembre 14 de 1993; U–3, octubre 16 de 1993; U–4, diciembre 21 de 1993; U–5, julio 27 de 1994, y U–6, noviembre 16 de 1994. Se ha proyectado ampliar esta planta para alcanzar una capacidad generadora de 2900 megawatts, para lo cual se esperaba que en mayo de 2009 se iniciara la fase de pruebas con el fin de ponerse en operación, con lo que se estarían creando en esta termoeléctrica 6.5 por ciento de la electricidad del país, para conseguir con ello una capacidad y modernidad de liderazgo en el continente (La Jornada, Michoacán, 3 de noviembre de 2008).
Sin embargo, este proyecto comenzó el 23 de marzo de 2009 al ser colocada la primera piedra para iniciar los trabajos de la construcción de las 2 chimeneas del proyecto conocido como Petacalco 2. En dicho evento estuvieron presentes los representantes de la empresa Mitsubishi, que ganó la licitación para la construcción de la segunda etapa, así como el gerente de Construcción Ramón Fernández (El Sur, 15 de mayo de 2009).
Termoeléctrica Plutarco Elías Calles, municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca.
Lamentablemente, desde el principio comenzaron graves problemas de contaminación ambiental en la región, que afectan, sobre todo, a los pescadores, fruticultores y ganaderos, lo que ha originado serias dificultades tanto para los lugareños como para la planta.
Petacalco es una comunidad de apenas 3 mil habitantes; la principal actividad económica de la población era la pesca y el cultivo de huertos. Hoy, estas actividades han dejado de ser una prioridad para las 26 organizaciones pesqueras locales con sus más de 1400 socios (en el 2009 se dice que sólo son 213 [El Sur, 28 de mayo de 2009]), así como de unos 600 empeñosos fruticultores que observan cómo los productos que cultivan ahora se encuentran alterados y, por lo mismo, gran parte de ellos ya no pueden ser comercializados. Según los propios productores la superficie afectada alcanza cerca de 15 mil hectáreas; los ejidos más perjudicados son: Jolutla, El Naranjito, San Francisco, Zacatula, Troncones, El Chico y El Huaricho.
Se informa que el titular del Ejecutivo estatal, en su oportunidad, envió una iniciativa de ley al Congreso local, a fin de constituir el Consejo de Desarrollo Regional, con el propósito de crear alternativas para los habitantes de la zona. Al mismo tiempo, ordenó un diagnóstico ambiental que determine qué afectaciones y en qué grado existen, para actuar en consecuencia. Lo que sí es seguro –afirman los habitantes de la zona– es que el agua caliente que fluye de la central termoeléctrica más grande de América Latina afecta la fauna y la flora acuáticas.
El 16 de marzo de 2002, en La Unión, cerca de un centenar de piscicultores de ese municipio dialogaron con altos funcionarios del Gobierno estatal, acordando que éstos continuarán intercediendo ante el Gobierno federal a efecto de buscar una solución favorable para los afectados, logrando acuerdos que beneficien a los habitantes de la zona, y, se constituya un fideicomiso al que se integren los grupos productores, ejidatarios y pequeños propietarios de la región dañada para realizar labores alternas que les permita obtener el sustento diario a través de actividades previamente estudiadas de las que estén seguros que no se verán afectados por el funcionamiento de esta obra; la que no es más que el resultado de las actividades dicótomas del ser humano, quien para lograr más y mejores satisfactores incide directamente en la calidad y bienestar de su entorno, sufriendo las consecuencias todos los seres vivos del área de influencia.
Esta industria no sólo a esos problemas se ha enfrentado; otros más la aquejan, que en varias ocasiones la han puesto al borde de su cierre definitivo, tales como la falta de combustible (carbón mineral) para su funcionamiento, lo que le ha obligado a utilizar sustancias más caras o que generan mayor contaminación.
Por lo tanto, se puede decir que existen seis centrales generadoras de energía eléctrica: cuatro hidroeléctricas: La Venta, La Villita, Infiernillo y El Caracol; una de turbogas: Las Cruces; y, una termoeléctrica: Petatalco, y 2 de riego: presa de riego Hermenegildo Galeana (El Gallo) y presa de riego Andrés Figueroa (Las Garzas).
Existen otras de riego, como la Valerio Trujano en Tepecoacuilco, La Calera en Zirándaro y la Vicente Guerrero (Palos Altos) cerca de Arcelia.
(JGCL/AOPG/EAV)