Región Centro.
Refiere el historiador Miguel F. Ortega, nacido en Chilapa el 4 de octubre de 1887, que la primera imprenta que se conoció en lo que hoy es el estado de Guerrero fue la que trajo don José María Morelos y Pavón en la segunda decena de octubre de 1813, para utilizarla en la publicidad de las resoluciones del Primer Congreso de Anáhuac, instalado por él en la ciudad de Chilpancingo el 13 de septiembre de aquel año.
El 6 de noviembre se editó en ese taller la Declaración de Independencia, que discutió y aprobó el Congreso en la sesión de ese día.
El mismo noviembre las fuerzas insurgentes salieron de Chilpancingo rumbo a Michoacán. En un encuentro con los realistas, fueron derrotadas en el rancho de Las Ánimas, cerca de Tlacotepec, perdiéndose parte de su archivo y de la propia imprenta.
Consumada la Independencia de México en 1821, se trajo desde Puebla una segunda imprenta, que pasó por Chilpancingo rumbo a Tlacotepec, en donde se imprimió, en marzo, el primer número del periódico El Mejicano Independiente,en cuyas páginas se publicó el Plan de Iguala.
Puede decirse que esa publicación señala los albores de la historia del periodismo impreso en la entidad.
Aunque no se editó en nuestro territorio el periódico La Abispa de Chilpancingo, éste fue publicado en la Ciudad de México por don Carlos María de Bustamante, de octubre de 1821 a agosto de 1822; el nombre del periódico lo concibió Bustamante rememorando la celebración del primer Congreso mexicano, ocurrida precisamente en Chilpancingo (“lugar de avispas”). El historiador insurgente quiso, en esta forma, “hacer periodismo político para comentar los sucesos de actualidad”, según lo interpreta Ernesto Lemoine Villicaña.
El 21 de marzo de 1850 se trasladan de Iguala a Tixtla los poderes del naciente estado de Guerrero. Desde febrero se imprimía La Aurora del Sur, considerado como el primer periódico oficial de la entidad. Continuó apareciendo en Tixtla hasta mayo de 1853.
Durante la Guerra de Reforma, los liberales fundaron en Tixtla El Eco de la Reforma (1860), de ocho páginas, que aún aparecía en 1864. Entre esos años, los mismos liberales expresaron su ideal en El Arco Iris (1862).
El maestro Ignacio Manuel Altamirano, que en 1866 se encontraba en su solar nativo, dio a conocer a partir de febrero un órgano del Club Álvarez, de marcada tendencia liberal e impugnador de la Intervención europea. Desapareció en diciembre de ese año.
Desde su adolescencia, Altamirano dio muestras de vocación periodística. Siendo alumno del Instituto Literario de Toluca, publicó el periódico estudiantil Los Papachos. Después del triunfo de la República, edita en la Ciudad de México El Correo de México, El Federalista, La Tribuna, La República y la revista literaria El Renacimiento; esta última, durante 1869.
Revista literaria El Renacimiento publicada por Ignacio Manuel Altamirano en 1869.
Después de la victoria de las armas republicanas, los generales guerrerenses Vicente Jiménez y Diego Álvarez regresan a Guerrero. El primero venía del sitio de Querétaro y Álvarez retornaba del asalto a la ciudad de Puebla, ocurrido el 2 de abril de 1867. Lamentablemente se suscitó entre ellos una pugna de carácter político que provocó que en julio de ese año los jimenistas publicaran en Tixtla El Regenerador, donde atacaban a Diego Álvarez;los partidarios de éste, que era el encargado del gobierno que se situó en la Costa Grande, respondían por medio de El Progreso de Guerrero,editado en Acapulco de 1867 a 1869.
El gobierno del general Francisco O. Arce, que se había traslado de Tixtla a Chilpancingo en 1870, continúa aquí la publicación del periódico La Paz, órgano oficial que se editaba hasta 1869 en la cuna del general Vicente Guerrero.
Un año después surge el periódico La Nueva Era, de filiación jimenista. Mientras tanto, en Tixtla aparecía El Amigo de la Paz.
En 1871 hace su debut en Chilpancingo un pequeño bisemanario conocido como El Tití, bajo la firma de Abel Navarrete. En ese periódico, calificado por sus redactores como independiente, joco–serio, lacrimoso, con visos de parlanchín, de grosero y gracioso, se publicó el siguiente epigrama por el cual se satirizaba el cambio de los poderes a esta ciudad:
“La capital de Guerrero
si llega a ser Chilpancingo,
sería lo que en un vestido
un ridículo respingo”.
En 1873 y años siguientes continuaban las diferencias entre Álvarez y Jiménez. El primero apoya la edición de El Fénix, en tanto que el segundo propiciaba en 1877 la publicación de El Regenerador como su vocero oficial.
Cuando Álvarez fue gobernador en 1873, la oposición no se hizo esperar y se manifestó por conducto de El Remolino y El Chirrión.
Además de El Regenerador, apoyado por Jiménez, apareció también en 1877 Las Termópilas. Al parecer, en el mismo año, durante el gobierno del general Rafael Cuéllar, comenzó a imprimirse El Periódico Oficial.
En 1879 circulaba en Chilpancingo El Iris, que dirigían Francisco J. Meléndez y don Alberto Morlet.
A principios de 1880 se leía en la capital La Opinión del Sur, y a fines de eseaño, El Porvenir del Sur, dedicado a defender la candidatura del general Arce, que aspiraba a gobernar por segunda vez.
En 1881 se encarga nuevamente del gobierno el general Diego Álvarez. Algunos guerrerenses inconformes con esa elección, editan en la Ciudad de México La Bandera de Iguala, órgano quincenal que se publicó durante 1882 y 1883. Para contrarrestar los ataques de La Bandera, surge en Chilpancingo La Estrella del Sur.
Durante el segundo y tercer periodos gubernamentales del general Arce (1885–1893), proliferan los periódicos, distinguiéndose entre ellos El Ciudadano, La Opinión, La Acacia Azteca y Los Hijos de Guerrero.
A fines de 1889, año en que terminaba el segundo cuatrienio de Arce, vio la luz pública La Voz del Sur, que editaban los señores Teódulo Casarrubias e Ignacio Adame.
Como un dato trascendente, es necesario mencionar que en 1887 existía en la capital una sucursal o agencia de Prensa Asociada, cuyo representante era Homobono Alday, originario de Chilpancingo. A mediados de 1892 se publicaba en la misma ciudad el periódico anticlerical Los Hijos de Guerrero en el Siglo XIX, órgano informativo fundado y dirigido por el culto maestro y abogado don Aurelio Vázquez.
En 1893, durante el tercer periodo de gobierno del general Arce, captaban la atención de los chilpancingueños La Emulación y El Filósofo. El primero, que era anticlerical y lo dirigía el profesor Lamberto Popoca, prolongó su publicación hasta 1895. El segundo, era semanario de cuatro páginas y lo dirigió en su primera época don Fidel Franco.
Para apoyar la candidatura de Antonio Mercenario como gobernador estatal, se fundó en 1894 El Atleta. Ese mismo año circulaba El Imparcial, creado el año anterior por Aurelio D. Canale y Miguel Román, que en 1896 se publicaba aún bajo la dirección del licenciado Diódoro Batalla.
Entre 1892 y 1897 se publicaron El Bouquet, La Miniatura y El Niño. Así lo informaba El Propagador de la Fe, que se editó en Chilapa, del que conservaba una colección nuestro informante, don Miguel F. Ortega. Uno de los periódicos finiseculares fue La Educación Artística, fundado en 1899 por el profesor José Juan Barroso.
A dos años de iniciada la Revolución de 1910, aparecía los domingos, en la capital del estado, el periódico literario Página del Alma, en el que colaboraban los poetas Carlos G. Gómez Romero, Gonzalo de A. Carranza y Rodrigo Torres Hernández.
En 1933 el poeta colombiano Porfirio Barba Jacob fundó en Chilpancingo el semanario Germinal. Era el director Alejandro Gómez Maganda y jefe de redacción el bardo Manuel Macedonio Reynoso.
En 1946 se leía en Chilpancingo El Güero Sol, nombre inspirado en el mote de un personaje popular de la ciudad que se llamaba Roberto Catalán Mancilla. Lo editaba y dirigía el periodista Humberto Ochoa Campos, quien dio vida al primer cotidiano estatal denominado Diario de Guerrero y cuyo nacimiento se registra en julio de 1947 bajo el patrocinio del Gobierno del estado. Este diario dejó de publicarse en 1954, al desaparecer los poderes encabezados por el licenciado Alejandro Gómez Maganda, y reanuda su circulación en 1967 con Héctor García Cantú como director.
En 1951 Hermilo Castorena Noriega funda el semanario Sur, que aparecía simultáneamente en Chilpancingo e Iguala. Sólo se publicaron cuatro números.
Entre 1949 y 1961 aparece una serie de periódicos y revistas que cubren toda una década del periodismo guerrerense. Deben mencionarse Laurel, hojas de literatura y política, que publicaba el poeta Raúl Leyva y Córdoba; Guerrero, edición conmemorativa del primer centenario del estado; Luces, revista impresa por el Colegio del Estado y dirigida por Alfonso Ramírez Altamirano, de la cual sólo se editó un número, en febrero de 1953. Entre los numerosos colaboradores de este único ejemplar figuraron los maestros licenciado Mauro Huerta Molina, Benjamín Mora Chino, Daniel Ramos González, el poeta Rubén Mora Gutiérrez y los alumnos Juan Nogueda Soto, Juan Pablo Leyva y Córdoba, Manuel Villela Hernández y Arturo Nava Díaz, quien dio a conocer, en el espacio de una página, una selección de versos de su libro inédito Poemas truncos. El Insurgente, periódico de información al servicio de Guerrero, fundado en 1957 por Simón Ventura Neri; Rumbos, semanario de la Sección 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, dirigido por el doctor Roberto García Infante; Animal político, “periódico de extrema izquierda dentro de la Constitución”, que fue dirigido por Juan R. Campuzano.
Paco Treppiedi Mesie, de ascendencia italiana, presentaba en 1962, por medio de la radiodifusora XELI, su columna “Ángulos”, cuya versión periodística era un semanario del mismo nombre. Ese mismo año surgen: Ataque, hebdomadario y la Gaceta Universitaria, órganos fundados por estudiantes de la UAG; El Sol de Chilpancingo, primera época, bajo la impronta de Reemberto Valdez Ortega, quien instaló un radioteletipo para recibir información de una agencia informativa capitalina.
El semanario Ángulos se transforma en revista en 1966, para defender al régimen del doctor Abarca Alarcón de los virulentos ataques de Mario Rodríguez Menéndez, director de Sucesos para Todos. Al año siguiente, los trabajadores de la administración de telégrafos en la capital, tan vinculados con los medios de comunicación, publican mensualmente Mensaje.
El maestro Rigoberto Pérez Arteaga y la poeta chiapaneca Amparo Arévalo de Maza redactaban Magister en 1969, boletín mensual del Centro de Educación Audiovisual.
Fuego Nuevo se llamó el quincenal que editaba el escritor y periodista Juan R. Campuzano en 1970, bajo los auspicios del Comité Directivo Estatal de PRI. Ese mismo año se voceaba Avance, que dirigía Juan González Torres.
Es de interés mencionar que, con motivo de la celebración del primer centenario de la ciudad de Chilpancingo como capital del estado, en 1970, la Universidad Autónoma de Guerrero presentó un pabellón bibliográfico en donde se exhibía una vasta relación de periódicos publicados entre 1895 y 1942. En la administración del rector Arturo Contreras Gómez, se publicó Visión, órgano informativo bimensual, informando las actividades de esa institución.
La Revista Guerrero, órgano de información, turismo y cultura, vio la luz en 1971, lo mismo que Expresión Popular en suprimera etapa, de José Luis Nava Landa.
De esa época es también El primero de Guerrero, cuya paternidad corresponde a Rogerio C. Armenta Ramírez. De igual manera, El Tlacololero, semanario informativo que escribía en su totalidad Antonio Gutiérrez Rodríguez, bajo la égida del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa.
A principios de la década de los 70, Eulalio Espinosa Marmolejo señaló nuevos rumbos periodísticos con su semanario Índice, en cuya edición desempeñaba todas las actividades relacionadas con el oficio.
Esto nos recordaba al gran periodista tlalchapense don Victoriano Agüeros, con su célebre epigrama:
“Quien se meta a periodista
Dios le valga, Dios le asista;
será el administrador,
regente, editor, cajista;
ha de suplir al prensista
y a veces hasta al lector”.
En 1973 la Federación de Organizaciones Populares se manifestó por medio de un periódico mensual llamado Renovación; lo mismo hizo la UAG con Expresión Universitaria.
En 1974 el público lector dio la bienvenida a Semana, siete días en la noticia, con que debutó como editor el locutor de radio Héctor Contreras Organista, quien ocho años después haría otro semanario, Presente, que se distribuía en la región de La Montaña.
Apoyado por el SUTSEMIG, José Guadalupe Solís Galeana “Che Lupe”, dirigió El Burócrata, portavoz de esa organización.
En 1975, en el ocaso del gobierno de Israel Nogueda, Alberto Elías Nava Rosendo, primer reportero radiofónico en la región central del estado, difundió noticias, temas políticos y culturales en Zócalo, tabloide que salía cada semana.
En el mismo año inicia su segunda etapa el diario Expresión Popular, de José Luis Nava Landa, que en 1982 cambiaría su nombre por el de Expresión de Guerrero, y el bisemanario Ecos del Sur, de Raúl Arriaga Rodríguez, se editaba en Iguala y circulaba al mismo tiempo en Chilpancingo. Dos años después, se transformó en diario.
También en 1975 el Centro Penitenciario de Chilpancingo puso una pica en Flandes, al permitir que los internos manifestaran su pensamiento en Expreso. Algo parecido hacen en 1998 los pupilos del licenciado Manuel Rodríguez Adame, en Rumbo Penitenciario.
En 1977 Efrén Leyva Adame, que dirigía los talleres gráficos del Gobierno estatal, publicó un periódico que se llamó Artes Gráficas.
A partir de 1978 y hasta 1981 continúan apareciendo periódicos de diversos géneros y efímera existencia. En este último año, Gustavo Salazar Adame se alejó de su profesión universitaria y le dio a la capital un nuevo diario, bautizado como Pueblo.
Es conveniente señalar que en 1981 el gobernador Alejandro Cervantes Delgado crea la Dirección General de Comunicación Social, cuyo primer titular fue el periodista Carlos Barrios Martínez. Él instituye, en junio del año siguiente, el Primer Certámen de Periodismo Ignacio Manuel Altamirano.
En 1983 Andrés Campuzano Baylón, corresponsal de la revista Proceso, incursiona en el diarismo con El Reportero. Fue también en ese año cuando Arturo Mundo Catalán plasmó sus inquietudes periodísticas en El Grillo, semanario que se leía en las principales poblaciones del estado, pues estaba dedicado a “comentar y criticar las actividades, poses, dengues, cabriolas, genuflexiones y machincuepas de algunos de nuestros políticos, sobre todo los más grillos”. También en el 83 encontramos Cinco Días en la Noticia, considerado como el antecedente inmediato del diario La Tarde, cuyo timonel fue por buen tiempo Jaime Irra Carceda.
El siguiente año, El Sol de Chilpancingo comenzó a hacer periodismo cultural con el suplemento La Feria, primero, y, después, Tequio, este último bajo la dirección del investigador Renato Ravelo Lecuona.
La Dirección General de Comunicación Social del Gobierno del estado difundió en 1985 la obra del régimen cervantista por medio de ACTIVIDAD… en la noticia del ejecutivo.
A la sazón, la Secretaría de Educación, delegación Guerrero, imprimió Gaceta, dirigida por el maestro José Filemón Estrada y Carreño (Pepe Jile).
El Instituto Guerrerense de la Cultura, creado por el gobernador Alejandro Cervantes Delgado, dio a conocer sus actividades por medio de una revista cultural que cubrió el último trimestre de 1986 y el primero de 1987.
Palabra, periódico diario, apareció el 1 de mayo de 1986, con Jaime Irra Carceda en la dirección.
En 1990 el comunicador Miguel Ángel Alfonso Castorena Tenorio adquirió los talleres donde se hacía Vértice. Se trataba de la tercera etapa del diario y sólo contaba con cuatro páginas. A la fecha, su información consta de 32. Lo dirigió un tiempo Víctor Manuel Tello Zapata; actualmente (2009) lo hace Dan Nobel Castorena Salgado.
El 25 de febrero de 1991 el ingenioso caricaturista chilpancingueño Domingo Pastor Tolentino inaugura el periodismo hilarante con Estuche de Monerías, semanario de humor y crítica, en el que combinan armoniosamente textos y caricaturas. Llegó a los 258 números el 21 de diciembre de 1998.
Entre julio de 1992 y marzo de 1993 el IGC, a cargo de la doctora Malinali Meza Herrera, renovó sus esfuerzos editoriales con la revista Litoral del sur, “un espacio trimestral a las distintas manifestaciones culturales”.
Al finalizar 1999 empezaron a circular en la capital del estado dos importantes revistas: Cosmos, el universo de la noticia,que dirigió Héctor Contreras Organista, órgano informativo que alcanzó en su haber 250 ediciones, y Revista de Divulgación, con 143 números publicados a diciembre de 2008, de David Martínez Téllez.
La participación de la mujer guerrerense en el periodismo merece un capítulo aparte; sin embargo, debe mencionarse ya la circulación, en 1998, de las revistas Escenario Guerrerense, con cinco años de haber sido fundada por Bertha Rodríguez Castillo, y Amate y Hojas de Amate, de muy buena factura, que edita la escritora y socióloga Gela Manzano Añorve, con páginas de divulgación artística y cultural.
Región de La Montaña.
“En Chilapa se instaló la tercera imprenta que llegó a Guerrero”, dice el historiador Moisés Ochoa Campos. Se le llamó Imprenta Nacional del Sur.
El 28 de julio de 1822 se editó el prospecto (anuncio) del periódico El Relámpago, semanario que aparecía los sábados desde el 7 de septiembre. Fueron sus directores José María Alfaro y Germán Peralta.
Antes de 1833 nació también en Chilapa el tercer periódico del siglo XIX; se llamó La Antorcha. Dejó de publicarse un tiempo y apareció nuevamente ese año, como abanderado del movimiento rebelde que se llamó de Los Cruzados.
Durante el régimen del general Francisco O. Arce (1885–1893), se imprimió, en la misma población, El Propagador de la Fe. También ahí tuvo lugar todo un acontecimiento editorial: durante más de 50 años el doctor Lidio Sánchez mantuvo ininterrumpidamente la publicación de la revista Catedral, órgano de la antigua diócesis de Chilapa. Desde 1963 se publica la revista Ven y sígueme de la misma diócesis.
El Centro de Investigación y Cultura ubicado en la mencionada población, dirigido por el maestro y escritor Juan Sánchez Andraca, difunde en el estado, y fuera de él, la publicación Así Somos, cartel mensual que lleva más de 245 ediciones.
En 1982, con el apoyo de la Dirección General de Comunicación Social del Gobierno del estado, el locutor y periodista Héctor Contreras Organista editaba y dirigía el semanario Presente,publicación de información variada que circulaba en Tlapa de Comonfort.
Algunos años más tarde, Abelardo Antúnez se traslada de Acapulco a Tlapa con el fin de continuar editando el diario de su propiedad.
Región Norte.
Taxco. De la primera mitad del presente siglo no se tienen noticias de publicaciones periodísticas en esa ciudad; es hasta el 19 de marzo de 1950 cuando Rafael Castrejón Pérez funda El Heraldo de Taxco, semanario que durante sus primeros años se significó por denunciar injusticias y arbitrariedades de las autoridades locales, hecho que le valió el bloqueo de la publicidad comercial y hasta un atentado; esta publicación se imprimía en Iguala, en los talleres del profesor Gregorio González Galarza, de donde era llevado y vendido en Taxco por niños voceadores de la ciudad tamarindera.
Su fundador se fue a radicar al puerto de Acapulco y, entonces, El Heraldo fue dirigido durante muchos años por Cipriano Tabares Martínez. Esta publicación continúa editándose hasta la fecha y, después de casi 50 años de salir a la luz pública, se le considera el decano de la prensa en el estado.
Posteriormente, hubo algunos intentos periodísticos frustrados, principalmente de órganos estudiantiles, y hasta un semanario, llamado La Unidad de Tasco, que no prosperó; es hasta 1964 que aparece El Platero, también publicación semanaria y que dirige desde hace cuatro décadas Jorge Quinto Muñoz.
El 23 de agosto de 1991 Mario Delgado Castañeda comienza a editar el Diario de Taxco, que hasta la fecha circula en esa población.
Iguala. Los antecedentes más lejanos del periodismo en esta ciudad se refieren a La Aurora del Sur, considerado como el primer órgano oficial del Gobierno del estado.
Debe recordarse que, poco después de decretada la erección de la entidad, fue instalado en Iguala el primer Congreso Constituyente el 30 de enero de 1850, que un día después nombra gobernador interino al general Juan Álvarez; a los pocos días, en febrero, comienza a publicarse La Aurora del Sur.
El 31 de marzo de 1850 los poderes se trasladan a Tixtla, donde continúa editándose esta publicación gubernamental hasta mayo de 1853.
Informa el periodista Rafael Domínguez Rueda que entre 1890 y 1893 apareció en Cocula, distrito de Hidalgo, un semanario titulado El Buscapiés, quese imprimía en un artefacto llamado polígrafo, antecedente tecnológico de las actuales fotocopiadoras.
Para la misma época, el historiador Moisés Ochoa Campos registra La Alianza de Acatempan, “semanario ilustrado y simpático” que se editó en Iguala entre 1885–1893, durante el régimen del general Francisco O. Arce.
Casi 40 años después –continúa Domínguez Rueda–, en Iguala circulan dos revistas: Papel y Humo y Provincia Libre Suriana. En la primera, patrocinada probablemente por una compañía cigarrera, aparece en mayo de 1933 un soneto del poeta igualteco Salvador Gutiérrez Velasco.
José Francisco Catalán Coria, que fue presidente municipal en 1928, edita en su imprenta el semanario La Escoba, “interesante y de contenido satírico”. Cabe recordar que a principios de los años 30 circulaba en algunas poblaciones de la entidad la revista Tricolor, fundada en 1917 por el poeta, escritor y periodista español Julio Sesto, quien además fue su director y gerente.
De un archivo familiar de Iguala, conservamos el número 45, editado en agosto de 1931, en el que se rinde un homenaje al estado de Guerrero.
En el lapso de 1930 a 1950 el periodismo igualteco fue intrascendente y efímero; las publicaciones, de pequeño formato, no pasaban de cuatro páginas y 300 ejemplares a la semana; sin embargo, es justo mencionar que en esa época surgieron plumas que dieron prestigio al periodismo del norte del estado, como Gregorio González Galarza, Jesús Díaz Ochoa, Miguel C. Domínguez, Santos González Nájera, Rafael Castrejón Pérez y Delfino Quinto Martínez. El primero de los mencionados funda en 1939 el semanario Rumbos en un taller de su propiedad, donde personalmente manejaba chibaletes y prensa; posteriormente, en ese mismo lugar, saca a la luz pública dos semanarios más: Alborada y La Voz de Iguala, cuyas “cabezas” vendió, después de muchos años, a J. Jesús Salgado Gómez. Su permanente inquietud periodística lo estimula a editar, durante algún tiempo, el también semanario Ecos del Sur.
El 18 de diciembre de 1944 aparece El Suriano, concebido por el entusiasmo de alumnos de la Secundaria Plan de Iguala. De ellos habría de destacar Miguel C. Domínguez. Este periódico figuró, en un principio, como órgano del club rotario Ignacio Ramírez. Se hizo semanario informativo y fue dirigido por Domínguez y, más tarde, por Jesús Díaz Ochoa, quien entra con el pie derecho en el campo periodístico, pues publica Provincia Libre (semanario, 1949–1952), Clamor Público, la revista Provincia y el Diario de Iguala.
El maestro Santos González Nájera destacó también en las lides de la palabra escrita. Su primera publicación fue Cuarto Poder y escribió, durante varios años, la columna “Banqueta igualteca” en El Correo.
El 23 de julio de 1961 Raúl Velasco Vázquez funda El Correo,que comienza como publicación quincenal, posteriormente se hace trisemanario y hoy es uno de los cotidianos de mayor raigambre y circulación en Guerrero. Lo dirigió varios años José Filemón Estrada y Carreño (Pepe Jile).
Surgieron después varios periódicos de circulación semanaria, como Actualidades, El Independiente, El Reformador y otros de corta existencia.
El 1 de enero de 1972 José Filemón Estrada y Carreño publica una de las mejores revistas literarias: … Azul,con el eslogan: “Expresión de la cultura en Guerrero”. Abundan en ella todo género de artículos literarios, poesía, ciencia, arte, historia y cultura en general, escritos por Juan Pablo Leyva y Córdoba, Arturo Nava Díaz, Herminio Chávez Guerrero, Manuel S. Leyva Martínez, Rafael Romero, Amadeo García Pastor, Benjamín Mora Chino, Juan Alarcón Hernández, Juan R. Campuzano, Aarón M. Flores, Leopoldo Carranco Cardoso, Pepe Jile, Rafael Domínguez Rueda, José Rodríguez Salgado y Hermilo Castorena Noriega.
… Azul, evocación tal vez del libro de Rubén Darío o de la revista de Manuel Gutiérrez Nájera, aparece lamentablemente por última vez, con su número décimo, en octubre del mismo año de su edición.
Con el apoyo financiero e intelectual de Píndaro Urióstegui Miranda, orador, político y periodista igualteco, se funda el Diario de Iguala que dirigen Hueman Abúndez y Fernando Cortines Gaona.
Jorge Albarrán Jaramillo, profesor normalista y periodista, instituye en Iguala, el 1 de abril de 1991, el Diario 21, de considerable circulación regional. Este periódico, El Correo y El Guerrerense, fundado hace poco, son los únicos que aparecen en la revista Medios Publicitarios Mexicanos, de cobertura nacional.
En Teloloapan se publicó, allá por 1875, un periódico llamado La Voz de Aldama, del que no nos da mayores datos el historiador Ochoa Campos.
Eusebio Martínez Salgado, periodista, escritor y poeta, nacido en Tianquizolco, radica en Teloloapan desde 1957; sin especificación de fechas, recuerda que en la tecampanera ciudad de los jardines de piedra se han editado La Tecampana, El Tecampanero, El Periquillo, El Guerrerense, La Razón, El Diario de Teloloapan, Noticia Escrita y La Voz Tecampanera, periódico fundado por él en octubre de 1971. Publicó: Diálogos, revista, de la que no proporciona mayor información. En cambio, para recordar el XXV aniversario de La Voz Tecampanera,editó la revista Conmemorativa, donde, entre otras cosas, escribe la historia de su periódico. Posteriormente, en cada aniversario de este órgano informativo, le ha dedicado también números especiales de la revista.
Tierra Caliente.
En junio de 1948, don Desiderio Borja editó, fechado en Coyuca de Catalán, el primer número de la revista Coyuca, que tuvo como antecedente un periódico del mismo nombre.
Coyuca era una revista “de información, orientación y difusión cultural”, de buena presentación, que se imprimía en la Ciudad de México; fue dirigida hasta julio de 1953 por su fundador, quien falleció al mes siguiente a consecuencia de un accidente de carretera, al irse a un profundo barranco el autobús en el cual viajaba. Esta revista, que se editaba mensualmente, tuvo una segunda época, bajo la dirección de Moisés Campos Gómez; en una tercera etapa, el director fue Benjamín Medrano Jaramillo. En 1964 era gerente el ingeniero Augusto Manuel Lugo.
Colaboraron en Coyuca, en sus tres épocas, el licenciado David Pastrana Jaimes, Alejandro Gómez Maganda, el doctor Roberto García Infante, el poeta Rubén Mora Gutiérrez, el ingeniero Saturnino Martínez, el profesor Carlos Cardoso y el orador y poeta coyuquense Carlos Román Celis.
Fue posible obtener la información que antecede gracias a un buen número de ejemplares de la revista que conserva doña Ninfa Echeverría viuda de Lasso, distinguida calentana radicada en Chilpancingo.
Arturo Villela Hernández, escritor y cantante originario de esa región, dedica en su libro Ciudad Altamirano, editado en 1962, un breve espacio al periodismo de aquella población terracalentana. Según esa obra, el primer periódico que se publicó semanalmente en la región fue La Voz de Tierra Caliente, procesado en un mimeógrafo que operaban los señores Víctor Manuel Guzmán Negrete, Arturo Villela Sepúlveda y Oscar Rosenberg.
En 1956 apareció Chuperio, que circuló en varias poblaciones del estado, bajo la dirección de Félix Manuel Villela Hernández y Antonio Hernández U. Vértice, publicación quincenal, fue fundada en 1962 por el profesor Damián Fierros O.
Ciudad Altamirano vio nacer a los siguientes periodistas: Manuel M. Reynoso, licenciado, escritor y poeta; Marco Antonio Millán, que dirigió una revista internacional; Hugo Arce Norato, fundador de una revista en el D. F.; Jorge Juanchi, Obeth Mercado y Herminio Ortiz.
El propio Arturo Villela dio vida, en diciembre de 1966, a Esquipula, revista informativa, literaria y cultural que aparecía mensualmente y cuyo nombre fue tomado del municipio guatemalteco donde se venera al Santo Señor de Esquipulas, de cuya imagen se trajo una réplica al viejo Pungarabato, hoy Ciudad Altamirano, consagrándole allí una capilla. Según el número 21 de esa revista, correspondiente a septiembre–octubre de 1968, Esquipula era dirigida ya por el licenciado y poeta Félix Manuel Villela Hernández.
El Debate, “periódico al servicio de la verdad”, fue fundado en Iguala por Juan Cuevas Román; desde 1980 circula en Ciudad Altamirano, con el lema: “El diario de Tierra Caliente”.
De aparición posterior son los siguientes órganos informativos, de los que no fue posible obtener su periodicidad y por ello sólo mencionamos sus títulos, acompañados del nombre de sus respectivos directores: Diario de Altamirano, Rafael Villafuerte Aguilar; El Calentano, Mario Delgado Castañeda, y El Mensajero de la Tierra Caliente, de Juan Duarte Domínguez.
Mención especial merece el doctor y poeta Eusebio Santamaría Almonte, nacido en el municipio terracalentano de Cutzamala de Pinzón; desde su periódico, El Eco del Sur, combatía a la dictadura porfirista; asimismo, don Victoriano Agüeros, originario de Tlalchapa, fundó y dirigió El Tiempo en la Ciudad de México.
A propósito de Tlalchapa, en esa población vio la primera luz el escritor y periodista José C. Gutiérrez Galindo, quien durante muchos años editó la revista mensual Cuauhtémoc, procesada en el D. F., donde fue registrada en la administración de Correos el 2 de enero de 1961. Su contenido versaba sobre información general, historia, política y cultura y siempre estuvo dedicada a todo el estado. En Tlalchapa nacieron también el destacado periodista Jorge Albarrán Jaramillo y Esteban Albarrán Mendoza, joven valor del periodismo.
En las postrimerías de la década de los 40 y principios de la siguiente, el cuentista, escritor y periodista Juan R. Campuzano editaba en Arcelia el periódico Realidades, donde aparecía como directora la maestra Heliana Ballesteros. Campuzano escribía la columna “Animal político”.
El maestro y periodista Orlando González Benítez nos proporcionó datos del periodismo arcelense desde 1952, cuando el licenciado Abel Salgado Rabadán pone en circulación El Pueblo, que aparecía cada mes. Posteriormente, el profesor Víctor Castilleja edita el Heraldo de Tierra Caliente.
Fue el presbítero Luis Acevedo Romero, párroco de Arcelia, quien llevó a esa población el primer taller tipográfico. En él se imprimió, entre 1961 y 1962, Antorcha, semanario católico, y el Heraldo del Balsas, quincenal.
En el bienio 1969–1970, José Filemón Estrada y Carreño, Pepe Jile, incursionó con La Noticia en el campo periodístico.
Durante los últimos 13 años se han publicado en Arcelia los siguientes órganos informativos: La Noticia (quincenal, 1984), cuyo director fue Lucas Molina Rayo; La Noticia de Guerrero (1989), dirigido por Roberto Tepepexteco Hipólito; Visión (1992–1993), dirigido por Flavio Jaimes Vargas; diario El Despertador del Sur, con circulación en la Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán, así como en parte del estado de México, cuenta con talleres propios y lo dirige su fundador, Misael Tamayo Hernández.
Nuestro informante, maestro González Benítez, funda el semanario Comunicación 2000, que circula en la región calentana de 1994 a 1996.
Edita y dirige también, a partir de 1997, la primera revista semanal con el título de Rumbo, Voz de la Tierra Caliente.
Acapulco.
El locutor y periodista Humberto Tejedo del Castillo presenta en su libro 400 años de periodismo en Acapulco (1538–1983) una relación cronológica de los periódicos publicados en el puerto a partir del Siglo XVI.
Figuran como los más antiguos El Mejicano Independiente y El Correo de Acapulco,editados por José María de Herrera y Francisco Eustaquio Tavárez, respectivamente, en 1821.
Es hasta 1854 cuando aparece El Boletín Oficial del Ejército Restaurador de la Libertad,a cargo de los ideólogos del Plan de Ayutla. Al año siguiente se publica El restaurador de la Libertad, que dirigen el coronel Ignacio Pérez Vargas y Manuel Moncada.
Desde 1867, en que Procopio Camilo Díaz escribe El Progreso de Guerrero, hasta 1982, que es cuando termina su libro Tejedo del Castillo, cada año ven la luz pública más publicaciones periodísticas, al grado que, hasta hace poco, se decía que Acapulco era una de las ciudades del mundo en donde se editaban más periódicos.
Durante casi todo el Siglo XIX y buena parte del XX, hubo “hojas volanderas” que tienen alguna importancia histórica o ideológica, pocas veces informativa o comercial. Entre otros, puede mencionarse El Amigo de los niños (1874) de Eusebio Zavala, quien mezcló la política con la religión, pues era pastor evangelista. Él y sus colaboradores fueron asesinados en su templo el 26 de enero de ese año, por un grupo de indígenas, negros y mestizos, durante la celebración de una boda; El Avisador, 1888–1891, de don Fidel Velázquez y don José Muñúzuri.
El Siglo XIX se cierra con El Iris del Sur, semanario dirigido por Manuel Conde de la Torre, que contenía notas sobre literatura. Sólo se tiene conocimiento de dos números correspondientes a los meses de julio y agosto de 1896.
Uno de los primeros de la siguiente centuria fue El Argumento, fundado por el licenciado Antonio Rodríguez Castañón, de fecha imprecisa; publicación combativa, denunció ante la Secretaría de Guerra las arbitrariedades del comandante de la plaza, un coronel de apellido Cremieux, quien tal vez a causa de ello se suicidó, lanzándose al vacío desde lo alto de la Fortaleza de San Diego.
En 1915 los hermanos Muñúzuri publicaban El Guerrerense, que en su número ocho, correspondiente al mes de agosto, informó sobre los asesinatos de don Julián Blanco y su hijo.
Informa Tejedo del Castillo que en el archivo consultado se halla un ejemplar del periódico El Centinela, del 8 julio de 1916, en el que colaboraban, entre otros, los licenciados Teófilo Escudero y Rodolfo Neri, que llegaron a ser gobernadores de la entidad.
En 1920 el luchador social acapulqueño Juan Ranulfo Escudero Reguera comenzó a redactar y a hacer personalmente la composición tipográfica de su periódico Regeneración,donde defendía las causas justas, “enfrentándose a una suma de contrincantes poderosos: clero, militares y burguesía”. El periódico se vendía a diez centavos el ejemplar.
Los enemigos de Escudero, distinguidos como reaccionarios, patrocinaron la publicación de El Cambio, El Fragor, El Rapé,que costaban cinco centavos.
Puede decirse que el periodismo infantil en Guerrero se inicia en 1924. En ese año apareció El Relámpago, confeccionado en máquina de escribir por Margarito y Alejandro Gómez Maganda, alumnos del sexto año de la Escuela Miguel Hidalgo y Costilla.
Entre 1928 y 1937 aparecieron: Belona (nombre de la esposa del dios Marte), revista mensual de lujo que editaban los militares de la guarnición de Acapulco; Boletín Municipal, creado por Manuel C. Uruñuela, síndico municipal del H. Ayuntamiento, tal vez el primero que informó sobre las actividades de la tesorería; El Campesino, que informaba sobre el agro y sus problemas; Directorios y Estadísticas,con temas sobre comercio, turismo, actividades profesionales, precios, actividades del sector oficial, etc., y Voz Proletaria,destinado a los trabajadores.
Una de las publicaciones de mayor arraigo en el estado fue Trópico, que salía cada semana y fue fundado por Joaquín Tejedo del Castillo el 9 de septiembre de 1939. Tuvo varios directores. En su calidad de diario, lo dirigió por muchos años el periodista veracruzano Manuel Pérez Rodríguez.
Dos años después, en 1944, el escritor tixtleco Juan R. Campuzano fundó El Pueblo, de cuatro páginas; colaboraban con él los profesores Miguel Aroche Parra, Florencio E. Ursúa, Jesús Vergara, Rafael Romero, Vicente Fuentes Díaz, Febronio Díaz Figueroa y Celedonio Serrano Martínez.
El historiador ometepequense José Manuel López Victoria creó en 1942 dos periódicos de corta vida: Patria y El Heraldo Porteño.
En el bienio correspondiente a 1944–1945 se publicó el Boletín del Club de Yates, que dirigió, primero, el exiliado español Manuel Adame Missa, y, posteriormente, Manuel Pérez Rodríguez.
De 1946 a 1982, el historiador y periodista Tejedo del Castillo consigna la fundación de 151 periódicos. Los años más prolíficos fueron 1948 y 1973, con nueve publicaciones cada uno.
Del periodo que comentamos, la década de 1960 a 1969 fue la más socorrida, con 43 periódicos, aunque, como caso curioso, en 1962 no surgió ninguno a la luz pública.
Puede decirse que las cabezas periodísticas con mayor presencia en aquellos 36 años fueron: Caleta (revista), Lea (revista), Diario de Acapulco, Diario de Guerrero, Diario del Pacífico, Fiat Lux, El Heraldo de Acapulco, Humanidades (revista), Novedades de Acapulco, Crítica, Panorama de Acapulco (revista), Puerto, Tribuna, Revolución, El Sol de Acapulco, Trópico, Última hora y La verdad, que, según nuestra fuente informativa, fue el primer diario de Acapulco.
El directorio de Medios Publicitarios Mexicanos, correspondiente al mes de agosto de 1998, informa que se editan actualmente en Acapulco los periódicos siguientes: Diario diecisiete, fundado el 7 de febrero de 1989 y dirigido por el profesor Víctor Manuel García García; funge como subdirector Miguel Ángel Mata Mata; Novedades de Acapulco, fundado el 6 de abril de 1969, siendo su director general Rómulo O’ Farril, Jr.; El Sol de Acapulco,fundado el 26 de octubre de 1978, cuya directora y gerente fue la licenciada Eloína López Cano; El Sol de Guerrero, diario del que es director y gerente general el señor Alejandro E. Valdez Piñeiro, y Ultima Hora, cuya presidenta y directora es Amalia Leticia Zamora Marroquín.
Costa Grande.
Del periodismo en esta región no se cuenta con información que permita conocer la historia y evolución de los medios impresos de comunicación social.
Podemos mencionar al Diario de Zihuatanejo, fundado el 6 de marzo de 1971 por Héctor García Cantú, y ahora bajo la responsabilidad de su hijo Héctor García Álvarez.
En 1980 conocimos el periódico Zihuatanejo, Presente, cuyo editor y director es Amador Sánchez Maciel, corresponsal, por otra parte, de un diario nacional.
En aquel puerto radicaba desde hacía varias décadas el piloto aviador, cronista y colaborador de varios periódicos Jorge R. Bustos Aldana, originario del puerto de Veracruz.
De Atoyac recordamos un semanario que se llamó El Rayo del Sur, editado por un señor de apellido Serna. Esto ocurría hace aproximadamente 30 años. El maestro Wilfrido Fierro Armenta no contempló en su monografía de la ciudad cafetalera el tema del periodismo.
En 1981 circulaba en Tecpan de Galeana el diario Prensa Libre, de Obdulio Severiano Gómez, que años atrás se editaba en Acapulco.
Es probable que en el archivo del poeta y periodista Marcial Ríos Valencia figuren datos importantes sobre el periodismo en la tierra de los Galeana y el resto de la región.
Costa Chica.
Datos proporcionados por el veterano maestro y periodista Vicente Ramírez Sandoval, de Ometepec, permiten saber que en esta región comienzan a publicarse periódicos desde 1940. De ese año es Ometepec, que editaba la Asociación Masculina de Jóvenes Ometepequenses. Su propósito era impulsar la educación de la juventud. El periódico circuló algunos meses y desapareció. Entre sus dirigentes figuraba: Fidel Guillén de la Barrera, el doctor Daniel Añorve Martínez, José Díaz Pamplona, José Luis López Piza y el presbítero Andrés Ocampo y Ocampo.
El maestro Amado González Dávila, que era supervisor de zona escolar federal, funda también, en 1940, otra hoja impresa con el nombre de Ometepec. Su finalidad era contribuir a la difusión educativa.
En 1942 la asociación Costa Chica en Marcha acordó la edición de la revista Adelante. Su existencia fue breve y la dirigieron, entre otros, Darío y Fernando López Carmona y el licenciado Manuel Dávila Barroso.
La publicación más importante de la llamada Perla de Costa Chica es La Voz de Ometepec, semanario cuyo advenimiento ocurrió el 7 de enero de 1967. Desde entonces ha circulado sin interrupción. Su fundador es el propio Ramírez Sandoval, que también puso en circulación la revista mensual Guerrero es Primero. Durante los tres años de su existencia, esta publicación difundió información general, actividades del Gobierno de estado y tópicos de cultura en 13 municipios de la región. Dirigió, asimismo, la revista mensual Cipactli, creada por el ayuntamiento municipal. De contenido cultural e histórico, se mantuvo en circulación de 1987 a 1989. Ramírez Sandoval llevó el primer linotipo a Ometepec.
En Ometepec se han publicado numerosos periódicos y revistas cuya circulación no ha superado los tres años. Entre ellos pueden citarse El Detective, El Detective de la Costa, El Sentir de Guerrero y la revista Ometepec.
En Ayutla el profesor Daniel Guerrero Torreblanca fundó, en 1985, El Fortín, de información general, que circuló sólo algunos meses.
Dos Costas fue un tabloide con información general de la Costa Chica y Oaxaca. Se editó en Cuajinicuilapa, de 1996 a 1998. Desapareció al fallecer su fundador, Neri Vázquez Guzmán.
En Copala el profesor Daniel Casarrubias editó Signos, órgano deinformación general, el cual, después de tres años, dejó de circular al fallecer su fundador.
Fundado en 1994 por Mardonio García, continúa en circulación el semanario Panorama de la Costa Chica, de Cruz Grande. Asimismo, hubo en San Marcos un semanario que editaba Abel García Gallardo. Dejó de circular en 1994.
El diarismo en el estado. La versión periodística de una charla que dictó en septiembre de 1957 el licenciado y poeta Raúl Leyva y Córdoba, informa que el Diario de Guerrero fue la primera publicación cotidiana en el estado.
Decía Leyva y Córdoba que durante la administración de Alejandro Gómez Maganda se concibió un vasto plan periodístico consistente en fundar, con talleres propios, sendos diarios en las ciudades más importantes de la entidad, como Iguala, Taxco, Chilpancingo, Acapulco, Teloloapan, Arcelia, etc. Sin embargo, por el clima político de efervescencia que prevalecía en aquel tiempo, sólo se logró establecer, en Iguala, El Rayo del Sur, bajo la dirección de Enrique del Rayo y, en Acapulco, El Sol de Acapulco, con Pedro Huerta Castillo al frente. Estos periódicos desaparecieron con el cambio de poderes decretado por la Legislatura federal.
Como antecedente inmediato del primer diario, debe citarse El Guerrerense, que dirigía el profesor Baltasar Calvo, en la época del gobernador Rafael Catalán Calvo. Era estrictamente oficial y dejó de publicarse al sobrevenir el cambio de poderes y hacerse cargo del Ejecutivo el general Baltasar R. Leyva Mancilla.
Un día memorable fue voceado por una parvada de niños un nuevo periódico. Se llamaba El Güero Sol, que suscitó de inmediato encontrados comentarios, pues dicho sobrenombre era el apodo de un personaje muy popular llamado Roberto Catalán Mancilla. Caritino Maldonado Pérez, que llegó a ser gobernador, fue quien escribió el primer editorial del citado órgano, defendiendo el nombre que se le había puesto.
Fue Humberto Ochoa Campos quien se dio a la tarea de reunir entre sus amigos la suma necesaria para financiar el primer número de El Güero Sol. Estos mecenas, disgustados por el nombre impuesto al periódico, renunciaron a seguirlo patrocinando; sin embargo, el mismo nombre hizo que la gente comprara el periódico, el cual se sostuvo por sí solo, ya sin la ayuda que recibiera inicialmente. De aparición semanaria, salía los domingos y se hacía en la vieja imprenta del señor Jesús Zapata, en la calle de Vicente Guerrero.
Funcionaba, a la sazón, en la entidad la Sección 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa. Ochoa Campos, que al crear el multicitado Güero Sol no había ingresado a ella, propuso que al mismo tiempo pasara a ser propiedad de ese organismo sindical, para que fuese su medio de expresión. Así vivió el periódico desde su fundación, en 1945, hasta su cambio en diario en 1947, transformación que fue propuesta por el mismo periodista a la ya mencionada sección sindical en una asamblea que tenía lugar, por cierto, en la casa de uno de sus miembros, don Amando Salmerón. Aceptada la propuesta, se entrevistó al ya gobernador Leyva Mancilla, pues la empresa difícilmente saldría adelante sin el concurso inicial del Gobierno.
El acuerdo a que se llegó con el mandatario fue que el diario gozaría de independencia de opiniones, ya que no debería su existencia totalmente al Gobierno. Se utilizarían los talleres del estado, una vez que hubieran terminado las labores oficiales, es decir, de las 3:00 de la tarde en adelante, para no perjudicar los trabajos del mismo Gobierno.
Como los talleres no estaban capacitados, por su notorio atraso, para hacer un diario, el gobernador encomendó a la misma sección la adquisición de material adecuado para la total reforma de los hasta entonces arcaicos elementos con que disponían. Se trajo a Chilpancingo un linotipo y todo lo que era necesario para poder cristalizar el proyecto. Se substituyeron la vieja prensa Marinoni, los tipos movibles, la prensa de pie y todo lo que ya no servía para la rapidez de los trabajos que demandaba el nuevo órgano informativo. De esta forma, de las 3:00 de la tarde en adelante los miembros de la 17, después de concluidas sus respectivas labores en sus empleos cotidianos, se reunían en la imprenta del estado para hacer lo que todos conocemos ahora como el Diario de Guerrero, Informador del Suroeste de México.
Formaban ese equipo de idealistas, sin el concurso de los cuales no hubiera sido posible la realización diarista que se emprendía, Genaro González Alarcón, Daniel Ramos González, Amando Salmerón Jr., el poeta Rubén Mora Gutiérrez, el profesor Benjamín Mora Chino, el también maestro Aarón M. Flores y el siempre llorado artista de la fotografía Amando Salmerón, Sr.
No faltaron quienes dijeran que el diario estaba condenado a perecer inmediatamente después de su aparición. Alguien le concedía el “privilegio” de vivir dos meses y hubo personas generosas que le auguraron tres.
Todos se equivocaron. Afortunadamente, desde el 6 de julio de 1947, hasta 1952, en que Ochoa Campos (el precursor) se ausentó del estado, dejando el periódico actuante en manos de la supracitada Sección 17, el diario salió ininterrumpidamente.
Por causas que no viene al caso mencionar ahora –escribió Raúl Leyva y Córdoba–, El Informador del Suroeste de México desapareció, volviendo a salir bajo la dirección del periodista Juan R. Campuzano. Por dificultades políticas, éste renunció a la dirección y se hizo cargo del periódico Manuel S. Leyva Martínez, quien posteriormente cambió su nombre por el de El Sol de Guerrero, corriendo éste la misma suerte que los fundados por la administración de Gómez Maganda. Poco después apareció en la capital del estado El Insurgente, que se publicaba dos veces por semana, siendo su política de estricto apego a los intereses del Gobierno; lo dirigía Félix Juan López Romero, procedente de la planta de redacción de Diario de Guerrero.
Como ya se dijo en otra parte de esta reseña, el primer diario del estado reapareció en 1967.
Para concluir el capítulo del diarismo en nuestro estado, es oportuno mencionar que La Verdad fue fundado por Ignacio de la Hoya Pinedo el 29 de julio de 1946, como semanario de información. El maestro Humberto Tejedo del Castillo y los periodistas de la vieja guardia coinciden en que fue el primer diario de Acapulco, sin que se conozca la fecha en que adquirió ese rango.
Trópico, que apareció como semanario el 9 de septiembre de 1939, tuvo como primer director y fundador a Joaquín Tejedo del Castillo. Desde el 17 de febrero de 1947 salía tres veces por semana; a partir del 16 de enero de 1949 se hizo interdiario y desde el 16 de junio de ese mismo año comenzó a salir de lunes a domingo. Ya era director el prestigiado periodista veracruzano Manuel Pérez Rodríguez.
Talleres Gráficos. Fuera de El Correo del Sur (1821), periódico manuscrito, y El Relámpago (1924), que se hacía en máquina de escribir, la mayoría de los periódicos se editaban en talleres gráficos.
El Avisador, semanario, informaba en su edición del 1 de septiembre de 1895 que los señores Muñúzuri e hijos Impresores habían sido premiados en la Exposición Universal de París de 1889, noticia que nos indica que en la segunda mitad del Siglo XIX ya había imprentas en el puerto.
El mismo hebdomadario publicó el 29 de marzo de 1896 el siguiente anuncio: “Se venden prensas para imprimir. El que guste comprar ocurra a esta imprenta”. Los talleres de donde salía Regeneración, redactado por Juan R. Escudero en 1920, fueron adquiridos por suscripción popular.
Don Manuel C. Uruñuela, de extracción revolucionaria, era síndico del H. Ayuntamiento en 1930. Dispuso que el Boletín Municipal se hiciera en la imprenta La Asturiana, propiedad de Arturo García Mier.
En las prensas de El Modelo, de Rodolfo Pintos, se editaba La Voz del Puerto en 1940. Al año siguiente, la imprenta CROM (antes la Asturiana) hizo, entre otros, El Pueblo, de Juan R. Campuzano.
En los talleres de José Nieto se trabajó activamente, en materia periodística, durante los años de 1941 a 1957.
Muchos periódicos, como Trópico, entraron en la etapa de la modernización y adquirieron sus propios talleres; otros, optaron porque se les maquilara en establecimientos del Distrito Federal.
Entre los hombres y mujeres que hicieron o hacen una labor meritoria dentro del periodismo escrito, salvo alguna omisión involuntaria, se hallan los siguientes: Carlos Adame Ríos, Juan R. Escudero, Alejandro Gómez Maganda, Manuel Linares Alarcón, los hermanos Muñúzuri López, Delfino Coll Mota, Manuel López Victoria, Arturo Parra Zúñiga, Manuel Pérez Rodríguez, Humberto Tejedo del Castillo, Rafael Arles Ramírez, Miguel Aroche Parra, Eloína López Cano, Juan R. Campuzano, Filemón Carmona Rivera, Rafael Castrejón Pérez, Ignacio de la Hoya Pinedo, Arturo Escobar García, Juan García Jiménez, Abel F. Espinosa Farías, Pedro Huerta Castillo, Luis Jordá Galeana, Refugio (Cuca) Massieu de Ruiz, Jorge Reyeros Bonza, Luis Ríos Tavera, Reemberto Valdez Ortega, Roberto Aranda Lewis, Arturo Buendía Gaytán, Andrés Bustos Fuentes, Juan Caballero Aburto, Enrique Díaz Clavel, Pablo Domínguez García, Eulalio Espinosa Marmolejo, José Filemón Estrada y Carreño (Pepe Jile), Manuel Galeana Domínguez, Jaime García Guillén, Ernesto García Moraga, Alfredo G. Lobato, Mauro Jiménez Mora, Ignacio Leal Sánchez, Manuel S. Leyva Martínez, Carlos Martínez Ochoa, Rodolfo Salmón Macías, Vicente Sánchez Arenal, los hermanos José María y Obdulio Severiano Gómez, Adolfo Soto Edwars, Melania Calderón García, Alfonso Calleja Ramírez, Rodrigo Huerta Pegueros, Jorge Laurel Contreras, José Arturo Ortiz, Abelardo Salinas Antúnez, Luis Manuel Torres Zayas, Donato Valdez Ortega, Mario García Rodríguez, José Domingo Gómez Gallardo, Bella Hernández Felizardo, Juan López García, Carlos Ortiz Ortiz, Armando Pedraza León, los hermanos Arturo y Ernesto Caballero, Rolando Paredes Carrillo, Arturo Parra Ochoa, Gaudencio Valente Campos, hermanos Andrés y Raúl Pérez García, Daniel Ramos González, Celso Ruiz Gómez, Maricela Ursúa Ballanis, Arturo Adame Rodríguez, Eliuth Trujillo, Isabel Ortega, Marcia Cueto, Francisca Santiaguez, Guadalupe Ahumada, Guadalupe de la Colina, Karla Garibo, Apolinar Palacios Guarneros, y Juan Sánchez Andraca.
Algunos de ellos fallecieron; otros, se encuentran en el puerto o en diversas partes del estado o del país.
Cabe recordar a José Muñúzuri Clark, que fue corresponsal del diario capitalino El Universal y colaborador de Trópico. Se le consideró, durante varios años, decano del periodismo porteño. Fue su padre Samuel Muñúzuri López, uno de los primeros impresores de Acapulco.
Asociaciones. Para proteger los derechos laborales, desarrollar actividades sociales y culturales o lograr un mejor grado de profesionalización, los periodistas se han agrupado en asociaciones civiles o gremiales.
Se recuerda al Club de Periodistas de Acapulco; Club de Columnistas, Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, Sección 25; Centro de Periodistas Mexicanos, Sección Guerrero; Redactores Asociados de Acapulco, etc. Organizan, como en otras ciudades del estado, talleres o diplomados de periodismo. Por su parte, el Gobierno de la entidad y la Universidad Autónoma de Guerrero han creado certámenes o concursos para estimular a periodistas ameritados.
Los voceadores. En la terminología periodística, se dice que los periódicos tienen “cachucha”, “cabeza” y “orejas”. Indiscutiblemente, los voceadores son ágiles pies que llevan ante los ojos ávidos de los lectores la noticia sensacional o el editorial meditado y orientador.
El periodista Enrique Díaz Clavel informa en su libro Testimonio, Relatos de Acapulco, que Benjamín Vargas Gómez fue el primer voceador o expendedor de periódicos. Trajo los primeros ejemplares de El Imparcial, periódico fundado en 1896, y que se recibían en Acapulco por correo. Le auxiliaban en esas tareas sus hermanos Rodolfo y Federico.
Teodoro Vargas Urías, hijo de Federico, prosiguió con la venta de publicaciones y es precisamente a él a quien le tocó difundir la noticia sobre el asesinato del general Álvaro Obregón en 1928.
El Congreso local, desde 2000, creó el Premio Estatal de Periodismo Parlamentario, con periodistas y académicos que garantizaran una evaluación académica, profesional e imparcial de los trabajos participantes. En el certamen realizado en diciembre de 2008, donde se presentaron 85 trabajos periodísticos, resultaron triunfadores: en caricatura, José Luis de la Cruz; en columna, Noé Mondragón Norato; en crónica, Federico Sariñana Valdés; en editorial, el periódico Tiempo; en fotografía, Oscar Alvarado; en nota informativa, Fernando Polanco Salgado; y, en reportaje, Julio Zenón Flores y Francisco Javier Flores. El jurado calificador estuvo integrado por Juan Carlos Cervantes Gómez, Anabella Pezet Bátiz, Fabrizio León Díez, Cuauhtémoc Saavedra Méndez, Miguel Ángel Mata Mata y Juan Cervantes Gómez.
Los principales periódicos que circulan a enero de 2009 en Guerrero son: Acapulco: Diario 17, El Sol de Acapulco, El Sur, el suplemento Pacífico Sur de El Financiero, La Jornada Guerrero, Novedades de Acapulco, PM Vespertino, Diario del Pacífico, El Gráfico, El Observador, La Verdad de Guerrero, y Prensa Libre. Arcelia: Despertar del Sur. Ayutla de los Libres: Inter y El Sol de la Costa. Ciudad Altamirano: El Debate de los Calentanos. Chilapa: La Voz de Chilapa. Chilpancingo: El Sol de Chilpancingo, Diario de Guerrero, Vértice. “El Diario de Chilpancingo”, El Reportero, Pueblo, Expresión Popular, Ecos de Guerrero, La Tarde, El Primero de Guerrero y El Suriano. Iguala: Diario 21, El Guerrerense, Diario de Iguala y El Correo. Marquelia: El Faro de la Costa Chica. Ometepec: La Voz de Ometepec. Taxco: La Voz de Taxco, Platero y Diario de Taxco. Tecpan de Galeana: Opina. Director Obdulio Severiano Gómez. Teloloapan: Acontecer, Diario de Teloloapan y La Voz Tecampanera. Tlapa: El Nacimiento de Guerrero y Últimas Noticias. Zihuatanejo: El Diario de Zihuatanejo, Despertar de la Costa, La Voz de Zihuatanejo, Enlace y Cada Lunes.
(JGCL/HCN)