Ejido perteneciente al municipio de Ahuacuotzingo, ubicado en el área conocida como Montaña Baja, de la región Centro, considerada como de alta marginación y pobreza; el cual, por su iniciativa de preservar el medio ambiente y revertir la escasez creciente de agua, recibió el Premio Estatal al Mérito Ecológico Wilfrido Álvarez Sotelo 2007, que fue entregado el 27 de octubre de dicho año por el C. gobernador del estado C. P. Carlos Zeferino Torreblanca Galindo.
Oxtoyahualco es una comunidad campesina formada por unas 100 familias; se halla enclavada en la gran cuenca del río Balsas, que recibe unos 700 mm de lluvia anual y padece cada año una prolongada sequía que deja a los árboles desprovistos de hojas durante seis meses.
A partir de 1995, los pobladores de Oxtoyahualco, por el gran empuje de las autoridades comunitarias, iniciaron un proceso organizativo para revertir la falta de agua. Los dirigentes se acercaron a la organización regional campesina Sansekan Tinemi, la cual proporcionó apoyo para cercar y reforestar la parte alta de su territorio, con el propósito de proteger uno de sus principales manantiales.
Después de varios intentos, sobre todo por la insistencia de los habitantes de Oxtoyahualco, el Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y Sansekan Tinemi, arrancaron el proyecto Agua Compartida para Todos, al que se integraron otras nueve comunidades de cuatro municipios vecinos.
Si bien todas las comunidades participantes en dicho proyecto operan con el mismo esquema, Oxtoyahualco se destacó desde un inicio por su interés y apropiación del proceso.
Esta comunidad, que ha llegado a ser un ejemplo en la región, por su capacidad de trabajo colectivo, cuenta ahora con más de 400 obras en su territorio, entre las que destacan un área reforestada y cercada para protegerla del ganado y 306 presas filtrantes de piedra acomodada.
Con toda esta labor, mucha de la cual ha sido voluntaria y ha involucrado a todos sus habitantes, Oxtoyahualco ha logrado de manera muy rápida recuperar sus manantiales en tres microcuencas y ha vuelto a tener agua casi todo el año; asimismo, ha mejorado la calidad de su agua, al liberar de ganado las áreas de captación; y los buenos resultados han dejado un visión optimista y clara de lo que son capaces de lograr para el futuro.
El ejido recibió también, en 2007, el segundo lugar del Premio Latinoamericano y del Caribe del Agua PLACA, en la modalidad de comunidad. El objetivo de dicho premio va dirigido a reconocer y compartir soluciones innovadoras relacionadas con el manejo y la conservación del recurso agua en Latinoamérica y hacer honor a los esfuerzos y mejores prácticas, que sirvan de ejemplo para replicarlas en donde resulte conveniente.
(JCLU)