Unniño costeño en las fuerzas insurgentes. Probablemente nacido en Tecpan. No se conoce su nombre de pila ni la fecha exacta de su nacimiento. Se cree que murió en la Ciudad de México después de la entrada triunfal del Ejército Trigarante.
Se sabe de su existencia por los pasajes heroicos que mencionan los historiadores Orozco y Berra, y Carlos María de Bustamante, quienes coinciden en lo siguiente: El general Morelos se dirigía de Zacatula al puerto de Acapulco. Después de entrevistarse con don Juan Galeana y sus hermanos, en Tecpan, su ejército se fortaleció y se dispuso a tomar el Castillo de San Diego.
Don Juan había comprado a un grupo de náufragos un pequeño cañón, que habían usado en encuentros bélicos. A los Galeana les había servido solamente para hacer salvas durante las fiestas religiosas del pueblo. Este cañón, por su tamaño, recibió el nombre de “el Niño”,y, a partir del encuentro de Morelos y los Galeana en Tecpan, pasó a formar parte de la incipiente artillería del Generalísimo, que con ese cañón se formalizaba.
En los combates de El Veladero, don Juan Galeana encomendó la defensa de una batería donde se instaló el cañón “el Niño”, al mismo chamaco mulato de la Costa Grande a quien apodaban “Clara”, que en las fiestas del pueblo hacía los disparos de salva y de quien ya se decía que era muy patriota, de mucho valor y de buenas aptitudes para el manejo de los cañones. Desde entonces el “Negrito Clara”y “el Niño” fueron inseparables: era el único que lo manejaba. En el sitio de Cuautla, que logró romper Morelos, “el Niño” quedó en poder de los realistas. Consumada la Independencia, al “Negrito Clara” se le vio vagar por las calles de la Ciudad de México; tenía una mano amputada, y hacía sus recorridos callejeros mendigando la caridad pública. Poco después desapareció para siempre.
(FMVH)