Agrupación política que nace como opositora al gobierno del general Raúl Caballero Aburto, transformándose poco después en una considerable fuerza contraria al régimen político estatal, para desembocar, en 1968, en una organización que pretendía ramificarse por todo el país, ya con el nombre de Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR).
La ACG fue creada en México, D. F., por varios guerrerenses radicados en ese lugar inconformes con el nepotismo y “política de latrocinio” que –según Antonio Sotelo Pérez, destacado dirigente de la ACG– caracterizaban a la administración de Caballero Aburto (1957–1961). El lugar preciso del nacimiento de la ACG fue la Escuela Primaria Miguel Serrano, ubicada en la calle República de Cuba número 91, en el centro del Distrito Federal. Su primer presidente fue Darío López Carmona, elegido por los asistentes a la reunión constitutiva efectuada el 10 de septiembre de 1959. El 25 de julio de 1960 se reestructuró la directiva en Iguala, quedando Genaro Vázquez Rojas como presidente y Antonio Sotelo Pérez como vicepresidente.
Durante el conflicto estudiantil que estalló en Chilpancingo el 21 de octubre de 1960 la ACG tuvo una destacada participación; sin embargo, sus propósitos y fines iban más allá de los que se había fijado el comité de huelga encabezado por Jesús Araujo Hernández, quien marcó los límites de lo que era la lucha meramente estudiantil por lograr la autonomía universitaria con la “toma” de ayuntamientos, derrocamiento de Caballero Aburto y control del poder político, como lo planteaba Genaro Vázquez Rojas en representación de los llamados cívicos.
Al caer el gobernador Caballero Aburto, el 4 de enero de 1961, asume la gubernatura el licenciado Arturo Martínez Adame, quien convoca a elecciones para elegir gobernador del estado, las cuales se llevarían a cabo en diciembre de 1962. Durante 1961 la ACG cobra mayor fuerza política, al grado que logra el derrocamiento de varios alcaldes, implantando concejos municipales encabezados por militantes de la propia Asociación.
La presencia de la ACG era tan importante en el estado que durante un congreso efectuado en Chilpancingo el 30 de septiembre de 1962 determinaron lanzar candidatos a varias presidencias municipales y a la gubernatura, para la elección del año ya mencionado. Su candidato a gobernador fue el licenciado José María Suárez Téllez quien –según los cívicos– ganó la elección al doctor Raymundo Abarca Alarcón, candidato del PRI y, a la postre, reconocido como gobernador electo, según Decreto 1 del Congreso del estado, fechado el 5 de marzo de 1963.
Ante lo que consideraron un descarado “fraude electoral”, la dirigencia y activistas de la ACG desplegaron una intensa campaña política en gran parte del estado, invitando a la población a desconocer el triunfo del doctor Abarca. Como consecuencia de ello, los llamados cívicos vendrían a ser hostilizados con mayor encono por los cuerpos policiacos y militares.
En respuesta a las medidas represivas del Gobierno estatal los cívicos acordaron posesionarse de las instalaciones municipales, “adonde hubiera condiciones favorables” la noche del 31 de diciembre de 1962. Para ocupar las instalaciones del ayuntamiento de Iguala se responsabilizó al propio Vázquez Rojas, en tanto que para Tecpan se nombró al profesor Antonio Sotelo Pérez como coordinador de las acciones.
De acuerdo con el plan diseñado, desde la tarde de ese 31 de diciembre los seguidores de la ACG se apostaron frente a las presidencias municipales de Iguala y de Tecpan. En la noche son desalojados con lujo de violencia por los cuerpos policiacos. En Tecpan –según Sotelo Pérez– “…la agresión de las fuerzas represivas fue brutal”. Aunque no habla de muertos o heridos, refiere que hubo “más de 500 compañeros detenidos y recluidos en la cárcel municipal”.
En Iguala –siguiendo la narración de Sotelo– el saldo fue de “… ocho muertos y una docena de heridos”, así como un “centenar de detenidos”. En virtud de estos acontecimientos las autoridades judiciales giran orden de aprehensión contra Vázquez Rojas, quien se ve orillado a huir del estado, regresando a éste en marzo de 1963 para orientar la acción política de la ACG hacia el ámbito agrario, sector al que penetra con mucha efectividad creando agrupaciones de campesinos al margen de la Confederación Nacional Campesina, uno de los pilares del Partido Revolucionario Institucional.
Es así como nace la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), el 21 de marzo de 1963, en El Ticuí, municipio de Atoyac. Se elige como secretario general al profesor Antonio Sotelo Pérez. En enero de 1964 se constituyó en El Paraíso, también municipio de Atoyac, la Unión Independiente de Productores de Café, quedando como secretario general Pedro Contreras Javier. A fines de este mismo año, bajo los lineamientos de la ACG, surge en Coyuca de Benítez la Unión Libre de Asociaciones Copreras, eligiéndose a Ismael Bracho Campos como secretario general.
En julio de 1965 queda constituida la Unión de Productores Independientes de Ajonjolí, en Cutzamala de Pinzón, nombrándose como su máximo dirigente al viejo zapatista José Rodríguez. En esta forma la ACG se fortalece tomando el acuerdo de realizar un congreso agrario en la ciudad de Chilpancingo el 20 de agosto de 1965.
Durante este congreso se aprobó un programa de acción muy avanzado para su época, conocido como “los siete puntos”, el cual identificó con mayor precisión la lucha de los cívicos. He aquí la transcripción de ese programa, tomada de la obra Breve historia de la Asociación Cívica Guerrerense, jefaturada por Genaro Vázquez Rojas, del profesor Antonio Sotelo Pérez:
“1.– Por la libertad política. Que implica la salida del gobierno de todos los caciques y el advenimiento de un régimen popular, de obreros, campesinos, intelectuales, patriotas y estudiantes, así como el implantamiento de las libertades democráticas conculcadas por el actual gobierno.
“2.– Por la planeación científica de la economía, a fin de aprovechar al máximo nuestros recursos naturales, teniendo como meta dar mejores condiciones materiales y culturales de vida al pueblo.
“3.– Por el rescate de las riquezas minerales en manos de empresas imperialistas de Norteamérica.
“4.– Por el respeto de la vida política sindical interna, la efectividad y ampliación de los derechos obreros.
“5.– Por el reparto de los latifundios y el rescate de las riquezas madereras en manos de rapamontes insaciables y la entrega de la misma a sus dueños, los campesinos.
“6.– Por la aplicación de la reforma agraria integral y el impartimiento de las prestaciones y servicios social (sic) a toda la población.
“7.– Por la alfabetización y el desarrollo cultural del pueblo.
Con esta bandera de “los siete puntos”, la agitación política por parte de la ACG en contra del gobierno de Abarca Alarcón y del sistema político mexicano fue encontrando mayor apoyo popular, por lo que la persecución policiaca se hizo más intensa con la finalidad de acallar a los cívicos. Tal persecución se vio coronada el 9 de noviembre de 1966 con la captura de Genaro Vázquez Rojas en la Ciudad de México, para luego ser trasladado y recluido en la cárcel de Iguala.
El 22 de abril de 1968 un comando rescató a Vázquez Rojas cuando era conducido por varios policías del centro de salud a la cárcel, después de que aquél fingió una enfermedad bucal. Tras su liberación se interna en la sierra, adonde poco tiempo después anuncia la transformación de la ACG en Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), la cual adopta como método de lucha la vía armada.
De acuerdo con la versión de Donato Contreras Javier, quien jugó un papel relevante en el operativo de rescate, los integrantes de ese comando armado fueron Roque Salgado Ochoa, Donato Contreras Javier, Ceferino Contreras Ventura, Pedro Contreras Javier, Filiberto Solís Morales, José Bracho Campos y Abelardo Velázquez Cabañas.
Al final del operativo de rescate quedaron muertos Roque Salgado Ochoa y Filiberto Solís Morales; heridos salieron José Bracho Campos y Ceferino Contreras Ventura. Cabe mencionar que Antonio Sotelo Pérez, en la obra que ya mencionamos, agrega una persona con el nombre de José Barajas.
(JOSR/BM)