Vega Sosa, Constanza

Arqueóloga y etnohistoriadora. Nació el 27 de enero de 1932 en Huauchinango, Puebla; hija de José Vega, de origen huasteco, y de Juana Sosa.

Sus primeros estudios los realizó en Huauchinango; en la Ciudad de México, a donde vino a radicar la familia, hace la Normal y se convierte en profesora de enseñanza básica en el Colegio Columbia. Cursó la carrera de Arqueología y la maestría en Antropología en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y, el doctorado en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Fue maestra e investigadora de estudios arqueológicos e históricos del INAH y titular de la Dirección de Etnología y Antropología Social del mismo instituto durante 1990–1992. En los años 70 inician las labores de cimentación de la Catedral Metropolitana y el maestro Eduardo Matos Moctezuma encarga a Constanza Vega Sosa el levantamiento arqueológico del proyecto. Este trabajo permitió ubicar con exactitud los recintos sagrados del Templo Mayor de México–Tenochtitlan, luego del feliz descubrimiento de la diosa azteca Coyolxauhqui.

Su obra escrita gira en torno a los trabajos de investigación realizados sobre etnohistoria y etnolingüística (prehispánica y colonial), principalmente del estado de Guerrero: La presencia nahua y mixteca en la región de Tlapa; Formas y decoraciones en la cerámica azteca; Lienzo de Tlapa. Relaciones temáticas; Los glifos toponímicos en el Códice Azoyú I; Fundación del priorato de Tlapa; Códice Azoyú 2 y Humboldt (Fragmento I); Historia y tributación en el reino de Tlachinollan.

De su obra cabe destacar el Códice Azoyú I. El reino de Tlachinollan, sobre todo por tratarse de la interpretación de un documento original de gran importancia para la historia prehispánica y colonial de Guerrero y, en particular, de La Montaña indígena; de hecho, estamos hablando del único códice completo originado en tierras surianas, escrito (pictografiado) por tlacuilos tlapanecos, es decir, representado por símbolos o figuras propias de la expresión de esa lengua. El tema fue objeto de la tesis con la que se graduó Vega Sosa de doctora en Historia por la UNAM.

La tesis en cuestión, dirigida por Miguel León Portilla, consistió precisamente en el estudio y traducción del Códice Azoyú I, compuesto por glifos o dibujos ideográficos a la usanza de la escritura indígena. El nombre del manuscrito pictográfico alude al pueblo donde fue encontrado (Azoyú, Costa Chica), en poder del grupo tlapaneco de ese lugar. Este documento nos remonta a la existencia del Reino de Tlachinollan, una confederación integrada por las tribus tlapaneca, mixteca y nahua, cuya capital era el pueblo de Tlachinollan (hoy Tlapa); abarcó un periodo de 265 años, de 1300 a 1565, lapso en que se funda, se desarrolla y decae el reino. Incluye acontecimientos como las conquistas mexica y española.

A través del Códice Azoyú I, hace su presencia la cultura alcanzada por los pueblos prehispánicos de La Montaña guerrerense: sus conocimientos calendáricos, su pensamiento religioso y su tradición pictórico–histórica. Heredaron el calendario teotihuacano de 365 días, que contaba los años de 2 a 14. Según los estudiosos del tema, el calendario tlapaneco se originó en el año 415 d. C., y fue prácticamente utilizado hasta el Siglo XVI, cuando aparece el dominio español en México.

La doctora Vega Sosa también tradujo los fragmentos existentes del Códice Azoyú 2, aún inéditos.

A fines de la década de los 80 del siglo pasado, organizó, en colaboración con el profesor Wigberto Jiménez Moreno, el Primer Coloquio de Arqueología y Etnohistoria del Estado de Guerrero. Bajo su coordinación, se celebraron en Taxco en 1990 y 1994, respectivamente, el segundo y el tercer Simposio Internacional, dedicados al estudio de “Códices y documentos sobre México”. En el segundo simposio la doctora Constanza Vega Sosa presentó el trabajo “La ruta de Ahuítzotl a la Provincia Tributaria de Tlapa”, tema que figura en el Códice Azoyú 2.

Algunos de sus estudios han sido traducidos al inglés y al francés.

(AND/BM)