Militar y campeón mundial de equitación. Nació en Huitzuco el 27 de mayo de 1919; murió el 30 de agosto de 1991 en la Ciudad de México. Fue el segundo hijo del matrimonio formado por don Manuel Uriza Marbán y Tayde Uriza de Castro.
Después de realizar los estudios primarios en su tierra natal, ingresó al Heroico Colegio Militar en la Ciudad de México, donde se graduó en 1939. Al año siguiente, tomó un curso de dos años en la Escuela Militar de Equitación y, al terminarlo, se le nombró instructor de dicha escuela. Su brillante carrera de deportista duró aproximadamente 20 años. En 1943, ganó la Copa de Francia. Concursó en la XVI Olimpiada de Londres, en 1948, donde obtuvo una medalla de oro en la categoría de equipos y la medalla de plata en forma individual. De 1947 a 1949, fue campeón nacional de Norteamérica en las competencias de Nueva York, Washington y Toronto. Hasta en dos ocasiones se le otorgó la Condecoración al Mérito Deportivo Militar por el Ejército Mexicano, tanto por su sobresaliente carrera ecuestre, como por los méritos en los triunfos por equipos en los que participó y como organizador de pruebas hípicas. También se le distinguió con el trofeo Gral. Manuel Ávila Camacho.
De 1950 a 1952, fue instructor de equitación en el Heroico Colegio Militar; con ese cargo, dirigió al equipo ecuestre mexicano que compitió en los Juegos Centroamericanos celebrados en Guatemala; posteriormente, en 1955, una vez más se le encargó la preparación del equipo ecuestre que participó en los Juegos Panamericanos, en la competencia de pentatlón moderno. En 1961, fue jefe e instructor del equipo ecuestre que compitió en Cali, Colombia. De 1959 a 1962, con igual cargo, compitió en EU y Canadá. Así, a finales de 1962, organizó la prueba ecuestre Campeonato Mundial de Pentatlón Moderno en la Ciudad de México.
En 1964, fue ascendido al grado de coronel y se graduó en el Curso Superior de Mando. En 1966, fue jefe y entrenador del equipo ecuestre mexicano que compitió en Tokio, Japón. En 1968, fue el organizador de las pruebas ecuestres del equipo mexicano que participó en la Olimpíada de ese año celebrada en la Ciudad de México. En 1971, fue jefe y entrenador del equipo ecuestre mexicano que compitió en los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia, y, al año siguiente, entrenó al equipo ecuestre mexicano que compitió en la Olimpíada de Munich, Alemania.
Fue instructor de clubes civiles de equitación, tales como el Club Hípico Morelos y el Club Hípico Mexicano. Perteneció a la Asociación de Medallistas Olímpicos de México.
Con el grado de general ya retirado del ejército, el gobernador Rubén Figueroa Figueroa lo nombró director de Seguridad Pública y Tránsito del estado de Guerrero, cargo que desempeñó de 1974 a 1980.
De 1980 a 1982, fue senador de la República por el estado de Guerrero.
La pasión por la equitación le venía de familia al general Rubén Uriza Castro, pues fue descendiente de don Abraham Castro y de don Rosendo B. Castro, dos grandes jinetes que destacaron en la gesta revolucionaria de 1911. En el umbral de su adolescencia, se reunía con sus amigos para la monta de caballos y toretes, de tal modo que al ingresar al Heroico Colegio Militar ya era un distinguido adiestrador de caballos y maestro de jinetes. Durante su brillante carrera en equitación, montó a siete caballos campeones: “Chiruca”, “Tapatío”, “Perico”, “Veracruzano”, “Acapulco”, “Énfasis” y el famoso “Hatahuey”, con el que logró sus más relevantes victorias en una perfecta coordinación entre caballo y jinete (el nombre de este brioso y ágil corcel deriva del último rey indígena de la isla de Cuba).
Contrajo nupcias con la señora Estela Cerda de Uriza, con la que procreó cinco hijos: Manuel, Rubén, Silvia, Laura y Raúl. Los dos primeros heredaron de su padre el gusto por la práctica de la equitación: Rubén fue campeón deportivo en la Ciudad de México y participó en la Olimpiada de Munich, Alemania, en 1972; Manuel obtuvo el Gran Premio de México y participó en la Olimpiada de Montreal, Canadá, en 1976.
(JPLC)