Rosendo Ponce, Bernardo

Pintor y licenciado en Relaciones Internacionales. Nació el 14 de julio de 1963 en Olinalá.

Estudió la primaria y la secundaria en su ciudad natal; la preparatoria, en el CCH Oriente de la Ciudad de México; y la carrera de Relaciones Internacionales, en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, a la vez que ingresa a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado del INBA.

En 1986, regresa a Olinalá para aprender la técnica del laqueado, y comienza a pintar cuadros con diferentes motivos, siguiendo estrictamente el proceso original.

En 1990, se traslada a Chicago, donde pertenece al Taller Mexicano de Grabado de Chicago (actual Mestizarte), además de tomar cursos en el Art Institute de aquella ciudad. En esa época, funge como representante del Gobierno del estado para atender a la comunidad guerrerense en esas latitudes.

Participa en diferentes exposiciones colectivas de artistas latinoamericanos en Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Orlando, Washington, Montreal y Toronto.

En junio de 1998, expone en el vestíbulo del Congreso del estado, en Chilpancingo su obra de laqueado en las figuras de 61 próceres mexicanos, por ejemplo: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Costilla, Vicente Guerrero, Benito Juárez, Ignacio Manuel Altamirano, Juan Álvarez y Emiliano Zapata, así como 23 retratos de poblanos ilustres que hizo para el Museo de la Revolución Hermanos Serdán de la ciudad de Puebla.

El 7 de septiembre de 2007, auspiciado por el Congreso local, montó una exposición en los pasillos del Museo Regional de Guerrero. En una entrevista que le hicieron dijo que, al menos dos veces por semana, imparte clases de dibujo, especialmente en laca, y que los últimos años los ha ocupado para prepararse, “manejar la técnica, las texturas…”

Es director del Instituto de la Laca (junio de 2009), organización que tiene como uno de sus objetivos implementar el rescate y el fomento de este tipo de trabajo para exportar un producto de calidad, con la denominación de origen, “igual que el tequila”.

El 12 de junio de 2009, durante su exposición Magia en Blanco y Negro, en uno de los salones del Museo Regional de Guerrero, ante decenas de personas, pintó durante más de cuatro horas un cuadro de Ignacio Manuel Altamirano. Después, el artista declaró: “El embrujo de Olinalá me atrapó y desde hace más de una década vivo en una tierra maravillosa realizando dibujos con la técnica que he ido modificando y a la cual denominé esgrafiado de linaloé sobre madera”.

(JGCL/BJD)