Rabadán Santana, Macrina

Profesora y luchadora agraria y social. Nació en Cuetzala del Progreso, municipio del mismo nombre, el 7 de agosto de 1910; murió en el mismo lugar el 21 de febrero de 2000. De familia rica y respetada, sus padres fueron Epigmenio Rabadán Portugal y Paula Santana Urióstegui. Macrina fue la mayor de seis hermanos.

Hizo estudios de primaria en el pueblo natal (1917–1923); cursó la secundaria en el Instituto Wallace de Chilpancingo (1923–1925), y se graduó de profesora en el Colegio del Estado (1925–1928). Empezó a laborar como maestra rural en Acamixtla, municipio de Taxco.

Regresó a Cuetzala como profesora y, después, como directora en la escuela donde estudió la primaria.

Con su hermano David dirigió el movimiento agrario de la región para terminar con los latifundistas y los hacendados. Recibió apoyo durante el periodo presidencial del general Lázaro Cárdenas (1934–1940), y consiguió el otorgamiento de ejidos a sus paisanos.

En 1940 el general Alberto F. Berber, gobernador constitucional del estado, la comisionó para tomar la palabra, en Iguala, ante el general Manuel Ávila Camacho, como representante de las mujeres campesinas. Su habilidad verbal impresionó al general y la invitó como oradora oficial de su campaña presidencial.

Durante el mandato de Ávila Camacho (1940–1946), se desempeñó como inspectora y promotora de servicios sociales de la Secretaría de Salubridad y Asistencia; visitó guarderías, albergues, granjas–escuela, entre otros. Actuó en asuntos políticos confidenciales entre los gobiernos de los estados de la República.

El 21 de agosto de 1942, recibió la noticia del asesinato en Teloloapan de su hermano Epigmenio, quien destacó como líder agrarista. Más tarde, en 1965, su hermano David también fue masacrado.

En 1944, formó parte activa de los actos proselitistas del general Baltasar R. Leyva Mancilla para gobernador de Guerrero (1945–1951).

En 1946, fungió como profesora de una escuela de Taxco, sin abandonar el liderazgo entre los campesinos.

En 1948, participó en la creación del Partido Popular, al lado de Vicente Lombardo Toledano, reestructurado en 1960 como Partido Popular Socialista; para ello, acudió al frente de un contingente de líderes campesinos. En 1950, figuró como primera presidenta en Guerrero de dicho partido.

Conoció al pintor Luis Arenal cuando éste realizaba los murales del antiguo Palacio de Gobierno en Chilpancingo, hoy Museo Regional, y contrajeron matrimonio en 1949. En el mismo año editaron Estampas de Guerrero, en el que ella realiza la narración histórica y él los grabados.

Laboró como directora de Acción Cívica y Cultural del estado, durante el gobierno de Alejandro Gómez Maganda, hasta 1952 en que es candidata a diputada estatal por Chilpancingo, en representación de su partido (PP), pero, no obstante su popularidad, perdió las elecciones.

Asistió al Congreso de la Federación Sindical Mundial que se realizó en Viena en 1953, en representación de la Unión General de Obreros Mexicanos (UGOM).

Fundó con su esposo y el profesor Germán Nava, en 1954, el Instituto Regional de Bellas Artes de Acapulco, y actuó como directora de 1957 a 1958, año, este último, en que resultó electa diputada federal de oposición por el segundo distrito electoral con cabecera en Iguala, ante la XLIV Legislatura de la Cámara de Diputados. Su gestión se caracterizó por la agresiva franqueza de sus intervenciones (el antropólogo Roberto Cervantes recuerda haber asistido a una de las sesiones parlamentarias en que Macrina tomó la tribuna para denunciar la problemática del estado de Guerrero ocasionada por la actuación del gobernador Raúl Caballero Aburto, y exclamar ante la indiferencia de sus compañeros: “¡Éste es un cementerio cívico!”).

Durante su representación, tramitó la introducción de luz eléctrica, de agua y de servicios médicos y la creación de escuelas en el estado; también, coadyuvó a la fundación del periódico El Día en la Ciudad de México.

No concluyó la gestión en la Cámara, y dejó el cargo, por diferencias internas con sus compañeros, el 31 de agosto de 1961.

Participó como representante del movimiento mexicano en el Congreso Mundial por la Paz que se llevó a cabo en Moscú en 1963; allí mismo, el Gobierno de China la invitó a su país, donde la atendieron y celebraron su cumpleaños Mao Tse Tung, Chou En Lay y Chin Yi, entre otras personalidades.

A causa de sus ideas políticas, fue relegada de los puestos públicos en el lapso comprendido de 1964 a 1973, tiempo en que se dedicó al comercio.

En 1974 el presidente Luis Echeverría la nombró directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) en Guerrero.

A partir de 1971, retomó su compromiso social y logró la construcción de una nueva carretera Cocula–Iguala–Cuetzala; lideró a campesinos en un juicio por tierras ejidales en Icacos, contra la transnacional Playa Sol, cuyo defensor era el licenciado José López Portillo, quien perdió el litigio; consiguió que el presidente Echeverría expidiera un decreto, publicado en el Diario Oficial el 22 de octubre de 1976, concediendo dos hectáreas de terreno junto al mar para establecer el Instituto Guerrerense de Bellas Artes. Pero, al tomar el poder, López Portillo derogó el decreto, para ceder el terreno al Centro de Convenciones de Acapulco, que construyó el Centro Internacional de Convivencia Infantil (CICI).

Este hecho contribuyó a que presentara su renuncia al FONART en 1976.

En 1981, fue comisionada por el Instituto Nacional de Bellas Artes para crear la sucursal de la Plástica Mexicana en Taxco, donde fungió como directora hasta su fallecimiento.

En 1984 el Centro de Estudios Históricos del Agrarismo le organizó un homenaje en la Ciudad de México, con intervenciones de Ifigenia Martínez, Beatriz Paredes, Guadalupe Rivera Marín y otras personas más; y en 1996, el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero le entregó el Premio Cívico al Mérito de la Mujer Antonia Nava de Catalán.

Antes de cumplirse un mes de su fallecimiento, sus congéneres de Chilpancingo le organizaron, en marzo de 2000, un homenaje en la plaza cívica de la capital, donde también se hizo mención de Carmen Lahud Delgado, dos mujeres que rompieron los esquemas impuestos.

El 11 de marzo de 2009 el gobernador Zeferino Torreblanca presentó la obra Semblanza de mujeres reconocidas con los Premios al Mérito Civil del estado de Guerrero 1987–2007, donde aparece, entre otras, la biografía de Macrina Rabadán Santana.

(HCB)