Pérez Hernández, José María

Militar. Nació en La Habana, Cuba, en 1820; falleció en la Ciudad de México el 7 de marzo de 1879. Hijo de Juan Pérez y de Josefa Hernández. Desde joven, vivió en México, donde casó con Carmen Ordóñez.

Causó alta en el ejército el 17 de marzo de 1846, como subteniente de Infantería, grado militar con el cual participó el 18 de abril de 1847 en la batalla de Cerro Gordo, Veracruz, en contra del ejército norteamericano invasor. El 19 de agosto del mismo año, combatió a los invasores en Padierna, y el 8 de septiembre siguiente, en Molino del Rey. Alcanzó el grado de teniente, en virtud de sus méritos en campaña.

Con el espíritu de lucha que lo distinguió siempre, se adhirió al Plan de Ayutla el 1 de marzo de 1854, por el que peleó contra los santanistas en Guerrero y en Michoacán, al mando de los generales Juan Álvarez y Manuel García Pueblita. Por su cultura literaria –que desarrollaría posteriormente en obras de investigación–, el 14 de noviembre de 1855 sirvió, con carácter de secretario particular, al presidente de la República, don Juan Álvarez. El 20 de diciembre fue designado mayor general de la División del Sur, con sede en Guerrero, y, del 25 de julio al 15 de agosto de 1856, volvió a desempeñarse como secretario del general Álvarez.

El 6 de julio de 1857, fue gobernador provisional sustituto de nuestro estado, en lugar de Félix María Aburto, cargo que ejerció hasta el 9 de septiembre del mismo año. Ocupó una curul en el Congreso local el 22 de septiembre de 1857 (18 días después de haber ascendido a general), puesto de elección popular que tuvo que abandonar a fines de noviembre para asumir las funciones de comandante militar en Acapulco. Entre el 12 de enero y el 1 de febrero de 1858, se desempeñó como diputado en el Supremo Congreso de la Convención de Guadalajara. En junio de 1859, el general Juan Álvarez lo comisionó para conseguir armas en EU destinadas a la División del Sur; para cumplir la orden, se embarcó en el puerto de Veracruz hacia ese país; cumplió el encargo y regresó con las armas, en agosto del mismo año, al puerto de Acapulco.

Meses más tarde, Pérez Hernández, al frente de una brigada armada en Ometepec, combatió a los militares conservadores Manzano y Cobos en la Costa Chica de Guerrero y en Oaxaca. En Jamiltepec, raptó a una mujer de nombre Dolores Baños, acto que fue muy repudiado por todos los lugareños, a tal grado que Álvarez no tuvo más remedio que pedir a su amigo que abandonara Guerrero. En 1860 el general cubano–mexicano se embarcó en Acapulco hacia Mazatlán, Sinaloa, y de ahí pasó a otras ciudades del norte.

Vivió en Guadalajara donde, en 1862, publicó Estadística de la República Mexicana, obra primigenia de un arduo trabajo de investigación. En diciembre de ese año, marchó a la Ciudad de México, donde lo sorprendería, al cabo de unos meses, el avance del ejército francés. Por tal motivo, dejó la capital, y el 30 de mayo de 1863 se dirigió al sur a fin de formar una brigada. En enero de 1864, se hallaba nuevamente incorporado a la División del Sur, en cuyas filas militó hasta el 12 de julio de 1865. De regreso al centro del país, combatió a los imperialistas europeos; luchó bajo las órdenes de los generales Arteaga y Salazar, Vicente Riva Palacio y Nicolás de Régules. Al retornar la paz, fue nombrado gobernador de Colima, cargo que abandonó en octubre de 1866 a causa de una enfermedad.

En 1871, escribió Compendio de la geografía del estado de Michoacán de Ocampo. El 21 de agosto de 1874, ingresó a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. El 6 de noviembre, fue diputado federal por el estado de Guerrero. En 1874 y 1875, publicó los primeros tomos (de la A a la C) del Diccionario geográfico, estadístico, histórico, biográfico, de industria y comercio de la República Mexicana, escrito en parte por él y corregido por Manuel Orozco y Berra y por Alfredo Chavero. Esta obra, infortunadamente inconclusa, se proponía reunir el conocimiento acumulado sobre el país hasta entonces. En 1876 vio la luz pública su Cartilla de la geografía del estado de Michoacán.

Después de un viaje a EU, para un tratamiento médico, regresó a la Ciudad de México en 1879, donde dejó de existir a causa de un viejo padecimiento.

(BM)