Arquitecto. Nació el 9 de enero de 1911 en el Distrito Federal; falleció el 20 de julio de 1996 en Acapulco. Hijo de Alberto Pellandini y Elodia Cussi. Casó con la señora Ruth González Cárdenas; procrearon a su hija Bety.
Cursó la primaria en la Escuela Patricio Sáenz (de filiación Marista) ubicada en la delegación Tlalpan del Distrito Federal. Por la inestabilidad del país, sus padres lo enviaron a continuar sus estudios en la Academia Militar de Allen, Texas, donde se graduó como primer teniente. La disciplina, y las bases morales y éticas rigieron su vida. Inició el bachillerato en Nueva Orleans y lo concluyó en San Ildefonso. En 1927, conoce Acapulco. En 1936, ingresa a la Escuela Nacional de Arquitectura en la Academia de San Carlos. Se tituló como arquitecto el 24 de enero de 1940, con la tesis de un edificio destinado a un restaurante–cabaret: El Mirador, al margen de la carretera nacional México–Cuernavaca, en Tlalpan, y al mes siguiente decidió radicar definitivamente en Acapulco.
Analizó todo tipo de construcciones y conoció palmo a palmo la bahía de Santa Lucía. Propuso al general Domingo Cuevas Luna, presidente municipal en ese tiempo, que se reglamenten las construcciones alrededor de la plaza Álvarez, de manera similar a la calle Venustiano Carranza. En ese mismo año, recibió el nombramiento de perito número uno en construcciones. En 1941, realizó su residencia en la calle Inalámbrica, “reinterpretando los conceptos de la arquitectura vernácula acapulqueña con ideas modernas”.
En 1942 los sindicatos materialistas boicotearon las construcciones. Él organizó a los constructores, fueron a Chilpancingo, visitaron al gobernador general Rafael Catalán Calvo, quien, después de tres visitas, resolvió el problema.
Apoyó a los arquitectos Federico Mariscal y Jorge Madrigal Solchaga en la construcción de la hoy catedral de Acapulco.
Su obra arquitectónica en Acapulco ha sido prolífica a través de 50 años de ejercicio profesional, destacando la construcción del primer edificio de la Cruz Roja, la residencia del ex presidente de la República Emilio Portes Gil, la Casa Galas, los Hoteles Riviera y Condesa, el primer motel El Acapulco; el monumento conmemorativo del Centenario de la Erección del Estado de Guerrero, en 1949, en el lugar donde estuvo el puente por donde se sabe pasaron los insurgentes comandados por el generalísimo Morelos, para tomar el Fuerte de San Diego, sobre la actual Costera Miguel Alemán; Sinfonía del Mar, otros diversos hoteles, edificios comerciales, gran número de residencias y viviendas de interés social.
Fundó e integró las asociaciones de Ingenieros, Arquitectos y Constructores de Obras Públicas y Urbanas de Acapulco, 1944; Sociedad de Arquitectos e Ingenieros, 1952; el Comité de Estudios para hacer el primer Reglamento de Construcciones para Acapulco, coordinadamente con el ingeniero Eduardo Marrón y el ingeniero arquitecto José Carlos Pedroza Aguayo; la Asociación de Ingenieros Arquitectos de Acapulco, A. C.; el Colegio de Arquitectos del Estado de Guerrero, A. C., donde fue el primer presidente de la Junta de Honor por más de 25 años; miembro de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos, desde 1955; miembro de la Sociedad de Arquitectos del Estado de Guerrero; miembro del Consejo Técnico Municipal, 1966; y fue presidente del Comité de Catálogos de Atractivos Turísticos del Estado de Guerrero, en la administración del gobernador Israel Nogueda Otero.
Otras de sus pasiones fue la investigación arqueológica. Se sabe que recorrió el Cerro de Los Monos, municipio de Benito Juárez, donde encontró piezas valiosas que hoy se localizan en el Museo de Sitio y en el Museo Nacional de Antropología, ambos en el Distrito Federal.
Se interesó por la radiestesia, para localizar sitios donde hubiera agua subterránea y aplicarla en beneficio de la población.
Fue apasionado de la Sismología, al grado de predecir movimientos telúricos. Durante más de 30 años, tuvo en custodia el sismógrafo de la UNAM, por lo que se conocía como Sismógrafo Pellandini. Se sabe que pronosticaba ciclones y huracanes. El periodista Jacobo Zabludovsky en él se apoyaba para dar información sobre sismos.
Se le consideró un hombre de cultura universal y se distinguió además por su calidad de ser humano, caballeroso, humilde, bondadoso, honesto y padre ejemplar. Hablaba también italiano, inglés y francés.
Para rendirle homenaje, el gobierno del licenciado René Juárez Cisneros creó el decreto que instituye el Premio Estatal al Mérito en Arquitectura Pedro Pellandini Cussi, publicado en el Periódico Oficial 4 del 13 de enero de 2004, que, previa convocatoria, anualmente otorga el gobernante en turno. Los galardonados han sido: Arquitecto Ricardo Rojas Cañamar, 2004; arquitecto José de la Borbolla Espinosa, 2005; arquitecto Horacio García Martínez, 2006; arquitecto Jaime Crofton Yáñez, 2007; arquitecto Enrique Gómez Vázquez, 2008; y arquitecto Jorge Madrigal García, 2009.
(JGCL)