Profesor, practicante de la medicina y vigilante de las grutas de Juxtlahuaca. Nació en Colotlipa, municipio de Quechultenango, el 30 de noviembre de 1916; murió el 21 de julio de 1995.
Recibió la instrucción primaria en Chilapa y obtuvo el título de Profesor de Enseñanza Rural en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Fue ahí en donde le apodaron el Chivo, aunque en realidad el alias se lo habían aplicado a su hermano mayor, quien estudió en la misma institución.
Ejerció la docencia en varias poblaciones; logró instalarse en forma definitiva en su tierra natal como profesor, pagado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), adscrito a la Escuela Primaria Miguel F. Ortega.
Al obtener un diploma en primeros auxilios y enfermería, la CFE le autorizó para atender a los 21 trabajadores de la planta hidroeléctrica, así como a sus familiares.
Fueron los hermanos mayores quienes iniciaron los recorridos y descubrimientos de los ramales de las grutas de Juxtlahuaca, en compañía del entonces adolescente Andrés. Éste, impactado por las bellezas naturales observadas, dedicó toda su vida a cuidarlas e inculcó a sus hijos el amor y respeto hacia la cueva; él bautizó los salones y fue quien descubrió una a una las figuras que se encuentran en ellos.
Defendió de la rapiña los objetos arqueológicos y evitó su destrucción.
Era guardia insobornable, y gracias a su celo las pinturas olmecas de hace más de 3000 años y los restos humanos antiquísimos se conservan tal y como se descubrieron. En libros, periódicos y revistas se han publicado los relatos de su trabajo y diversos reportajes sobre las grutas.
Espeleólogos y científicos nacionales y extranjeros escribieron sobre el Chivo y las grutas; existen muchos documentos al respecto.
(ETA)