Nació en Mochitlán el 20 de octubre de 1829; murió el 24 de marzo de 1867 en Querétaro. Hijo de Sebastián Bartolomé de Nava y de María Josefa Eugenio, fue bautizado en la iglesia parroquial de ese pueblo el 23 del mismo mes que nació, con el nombre de Miguel Antonio Úrsula.
La niñez y parte de la juventud las vivió en su lugar de origen, ayudando a su familia en los trabajos del campo.
Logró colocarse como soldado asistente del coronel Jesús Villalva, distinguiéndose en el combate y toma de Chilapa el 9 de octubre de 1857, cuando se enfrentaron a más de 2000 hombres que militaban bajo las banderas del partido conservador y que defendían esa plaza. En el combate resultó Villalva herido de gravedad, pero el arrojo del soldado Miguel Antonio Nava evitó la muerte del coronel, y lo puso a salvo en el poblado de Santa Catarina.
Ya con el rango de capitán, continuó apoyando a la causa liberal hasta que terminó la Guerra de Reforma. Al sobrevenir la Intervención francesa, militaba en las fuerzas del general Vicente Jiménez Bello; y situados en Tixtla el 29 de septiembre de 1863, recibieron aviso de que el jefe reaccionario José María Cobos se aproximaba por el lado norte de la población con fuerzas superiores para apoderarse de la plaza. De inmediato Miguel Antonio de Nava con unos cuantos soldados y un grupo de vecinos enfrentaron a los conservadores, batiéndolos en las cercanías de Tixtla, en una loma que con ese motivo denominaron Loma de Cobos.
En octubre de 1864, de nueva cuenta combatió en Chilapa, al lado de Vicente Jiménez Bello, contra los franceses. Después del triunfo liberal en el sitio de Chilapa, ascendido al grado de coronel, recuperó la plaza de Iguala en diciembre de 1866, al mando de 400 hombres. Siguió militando en los ejércitos surianos bajo las órdenes de Vicente Jiménez Bello; avanzó hacia el centro de la República tomando parte en importantes acciones armadas.
El 14 de marzo de 1867 los republicanos pusieron sitio a la ciudad de Querétaro; fue entonces cuando las fuerzas comandadas por Mariano Escobedo, general en jefe de las operaciones, nombrado por Juárez, combatieron al Imperio defendido por los conservadores. Esta acción restauró la República, defendida por los liberales.
Dentro del ejército republicano que hizo frente a los conservadores en el sitio de Querétaro, se contó la tropa del general Vicente Jiménez Bello; de ésta formó parte Miguel Antonio de Nava Eugenio, quien fue mortalmente herido en combate.
Vicente Jiménez Bello turnó su informe al Congreso de la Unión el 26 de diciembre de 1867, narrando los pormenores de su intervención en el sitio de Querétaro. En ese documento hizo constar los servicios del coronel Miguel Antonio de Nava desde que se hostilizó al enemigo en el sur de la República.
En el centro del poblado de Mochitlán se localiza una plaza cívica que tiene por nombre Coronel Miguel Antonio de Nava, en honor a este héroe que nació en esa tierra. Allí está erigido un busto de bronce, donado por el entonces diputado federal Moisés Ochoa Campos, develado en solemne ceremonia el 20 de octubre de 1958. El Gobierno del estado, a través de la Dirección General de Actividades Cívicas, y la presidencia del municipio de Mochitlán rinden homenaje al coronel Miguel Antonio de Nava, para celebrar su natalicio, cada 20 de octubre.
Moisés Ochoa Campos consigna en su libro Miguel Antonio de Nava, héroe de la esperanza, que los familiares del coronel recibieron, en homenaje póstumo al héroe, una medalla con la leyenda: “Venció en Querétaro, 1867” y al reverso: “La Patria agradecida”; también ahí señala el autor que “fue sepultado en el Panteón de la Cruz, y que después se perdieron sus restos al ser trasladados a la fosa común, por orden del gobernador queretano Benáez”. Además, asevera que “el lugar exacto donde el héroe cayó acribillado por los imperialistas, es en la alameda de Querétaro por el lado sur y sobre un camellón de la antigua Carretera Panamericana”.
(JRV)