Mercenario, Antonio

De origen controvertido, se dice que era originario de Málaga, o natural de Yucatán (incluso algunos historiadores afirman que era centroamericano). Murió en la Ciudad de México en 1911, siendo senador de la República. Tenía su residencia y negocios en la ciudad de Puebla.

Durante el Imperio, figura en Tabasco, donde sirvió a favor de la República.

Terminada la lucha, trabajó en Veracruz como jefe de estación del Ferrocarril Mexicano, y desempeñó diversos cargos públicos en la administración del presidente Sebastián Lerdo de Tejada.

En febrero de 1877, fue sustituido en el cargo de administrador de la aduana marítima de Acapulco por Cándido Torres; de 1883 a 1886, fungió como prefecto político del distrito de Alarcón, en Taxco, y el 19 de febrero de 1884, fue representante de la compañía de Minas y Cinabrios y Anexas en los minerales de azogue del Rosario, San Pablo y Victoria, del municipio de Huitzuco, propiedad del licenciado Manuel Romero Rubio. Por influencia de éste, que era suegro de Porfirio Díaz, y con base en el Decreto 47 del 28 de diciembre de 1893, fue designado gobernador interino a partir del 30 de diciembre de ese mismo año al 31 de marzo de 1894; sustituyó en el cargo a Mariano Ortiz de Montellano, quien se ostentaba originario de San Luis Potosí.

Mercenario logró reelegirse por tres ocasiones más: del 1 de abril de 1894 al 31 de marzo de 1897; del 1 de abril de 1897 al 31 de marzo de 1901, y del 1 de abril de 1901 al 31 de marzo de 1905. Sin embargo, no logró ejercer este último periodo constitucional. Un movimiento cívico de guerrerenses, encabezado por el licenciado Rafael del Castillo Calderón, que luchaba por un cambio democrático, lo obligó prácticamente a abandonar el poder el 15 de enero de 1901. Fue sustituido por Agustín Mora, poblano auténticamente porfirista que desconocía la geografía del estado y que tomó posesión el 16 de enero del mismo año.

El movimiento civil, en el que también participaron el doctor Eusebio S. Almonte y Anselmo Bello, concluyó el 21 de abril al proclamarse el Plan del Zapote, en Mochitlán, que desconoció al régimen porfirista; se reivindicaba el sufragio efectivo y había una oposición abierta a la reelección en los puestos públicos, se promovían reformas a la Constitución de 1857 y al reparto de tierras. El movimiento fue cruelmente reprimido por el coronel Victoriano Huerta.

Mercenario representó al gobernador “ausentista”: no pasaban tres meses sin que se separara del gobierno para trasladarse a la ciudad de Puebla a atender sus negocios particulares. Las ausencias fueron cubiertas interinamente por los licenciados Miguel Castro y Carlos Obregón, y por el doctor Leopoldo Viramontes Saucedo.

La obra pública, en poco más de siete años, fue escasa, y sólo se destaca la construcción del Palacio Municipal de Arcelia; de la casa consistorial de Ixcapuzalco; la conclusión de la línea telefónica de Coyuca de Catalán–Teloloapan–Taxco; la reparación del camino Acapulco–Pie de la Cuesta, y el establecimiento de un panteón civil en Tetipac.

(EAV)