Maya Herrera, Ignacio Domingo

Revolucionario zapatista. Nació el 4 de agosto de 1886 en Iguala; murió en combate en Tlaltizapán, estado de Morelos, el 14 de agosto de 1914. Sus padres fueron Felipe Maya y Antonia Herrera, naturales del mismo lugar.

Con base en el acta número 276 del Registro Civil de la ciudad de Iguala, Ignacio Domingo fue el cuarto hijo de la familia Maya Herrera; la infancia y adolescencia las vivió al lado de sus padres y hermanos, con quienes conoció las primeras letras del abecedario, así como las labores del campo, a las cuales se dedicaba su progenitor.

A finales de 1910, se dio de alta como soldado de la Revolución en las fuerzas comandadas por el caudillo del sur, Emiliano Zapata. Consagrado a la causa agrarista, figuró en diversas acciones de armas en los estados de Morelos, Puebla y Guerrero.

Renato Ravelo Lecuona señala, en La revolución zapatista en Guerrero, que el 17 de febrero de 1914, el mismo día en que era ocupada Tixtla y se amagaba Chilpancingo, el general Maya hizo su aparición en el estado de Guerrero por el rumbo de La Montaña, al frente de poco más de 200 hombres, como avanzada de las fuerzas zapatistas; en esa misma fecha se posesionó de la guarnición de Olinalá, después de derrotar al gobiernista Crispín Galeana; el 18 tomó Huamuxtitlán, y dos días más tarde se encontraba en Tlapa (debe recordarse que aquí todos los defensores de la plaza, jefes y subalternos, defeccionaron del gobierno, dieron muerte al prefecto político Benjamín Fernández y se adhirieron al Plan de Ayala).

Una semana antes de la toma de Chilpancingo, se le confió un puesto estratégico, por el general Zapata, en Las Petaquillas, junto al general Julián Blanco; con él de compañero, el 24 de marzo persiguieron a los generales fugitivos Juan A. Poloney (gobernador en funciones), Luis G. Cartón (encargado de la capital del estado) y Paciano Benítez, contra quienes sostuvieron furiosos tiroteos, desde donde estaban acampados: Mazatlán, Acahuizotla, Palo Blanco y Los Cajones; en este último lugar sucumbieron el general Poloney y Carlos Cartón, hijo del general Luis, y, en el punto conocido como El Rincón, los gobiernistas fueron vencidos. Allí el general Cartón rindió su espada al general igualteco Ignacio Maya Herrera; enseguida, lo hicieron el general Benítez, el teniente coronel Leandro Peza (hijo del conocido poeta Juan de Dios Peza), los capitanes Efrén Avendaño, Agustín Romero, los subtenientes Eduardo Ortega, Juan Morales y Guillermo Torres, entre otros. De los mencionados, sólo Benítez fue absuelto por el Consejo de Guerra que se les instituyó, bajo el ordenamiento del Plan de Ayala; los demás fueron pasados por las armas el 6 de abril siguiente en Chilpancingo.

En agosto, Maya Herrera se encontraba concentrado en Morelos, donde logró victorias a favor de la causa agrarista; a principios de ese mes combatió en Zacatepec al general huertista Flavio Maldonado, quien cayó en su poder; una semana más tarde, el día 12, sitiada la ciudad de Cuernavaca, se tuvo conocimiento de la decisión del general Juan Ojeda, responsable de la plaza, de evacuarla; enseguida, el general Zapata dio orden a Maya de perseguir a Ojeda y capturarlo vivo; el zapatista se dispuso a la persecución y, al ver a Ojeda, se arrojó en medio de la atemorizada tropa federal, pero en el momento de sujetarlo, un oficial huertista descargó sobre su cuerpo un arma, muriendo instantáneamente el suriano.

El 13 de diciembre de 1936 el H. Concejo Municipal y el Comité del Partido Revolucionario Institucional del municipio de Iguala, en ceremonia cívica, honraron la memoria del general zapatista, imponiendo su nombre a la calle que antes se denominaba Progreso.

En Guerrero ninguna institución educativa o de cultura lleva su nombre. En el estado de Morelos, tres escuelas primarias (en Cuautla, El Vergel y Alpuyeca) ostentan el nombre de Ignacio Domingo Maya Herrera.

(AMA)