Heroína de la Independencia. Nació en Tepecoacuilco. Hija de padres mestizos.
Fue esposa del guerrillero Pedro Pineda; lo acompañó en todos los hechos de armas en que intervino durante la Guerra de Independencia.
Don Pedro y su esposa militaron a las órdenes del general Valerio Trujano. Entre los actos más sobresalientes de su carrera militar está el siguiente: participó en la defensa que Valerio Trujano hizo en el sitio de Huajuapan de León, que empezó el 5 de abril de 1812, contra fuerzas superiores de Régules. Los historiadores apuntan que durante tres meses y veinte días no hubo un solo día en que cesara el fuego de los sitiadores o dejara de haber combates parciales. Régules recibía constantemente refuerzos, mientras que Trujano veía, con tristeza, cómo se acababan los elementos de defensa. A mediados de mayo, los padres Tapia y Sánchez trataron de auxiliarlo, pero fueron derrotados. Trujano logró hacer llegar un correo a Morelos, quien fue en su auxilio, y con fuerzas inferiores derrotó a los sitiadores el 23 de julio, quitándoles a los realistas 30 cañones, mil fusiles, gran cantidad de parque y caballos; les hizo 400 muertos y cerca de 300 heridos. En este sitio se pondera la entereza del general Trujano, quien demostró un gran conocimiento de la estrategia militar.
Después de haber participado en varias batallas, donde templó su espíritu, doña Prisca se enteró que habían hecho prisionero en Temalac al generalísimo Morelos, quien fue llevado a Tepecoacuilco. Entonces, ella, sin temor a ser descubierta, dejó el campo de batalla y corrió a auxiliar al detenido; muchas mujeres, llorando, llevaron a Morelos comida y varios objetos que consideraban eran útiles al general; él recibió con cariño estas demostraciones y, en acto de emotividad, les entregó los ornamentos sacerdotales, que el pueblo recibió con profunda veneración y cariño.
(JSA)