Arquitecta, maestra, artista plástica y periodista. Nació el 17 de septiembre de 1954 en la Ciudad de México; radica desde 1984 en la ciudad y Puerto de Acapulco.
Desde muy joven tuvo inclinación por las artes. Estudió el bachillerato en Artes Plásticas y Música y la licenciatura en Arquitectura en la UNAM en 1976. Cursó un diplomado en Arte y Postmodernismo en la Universidad Iberoamericana y un diplomado en Periodismo Moderno en el Claustro de Sor Juana, 1988.
Su gran inquietud creadora se ha expresado por diferentes medios, iniciándose como docente en la Facultad de Arquitectura en el Área de Diseño, 1980–1981. Participó en el mural del maestro Federico Silva Gutiérrez (Génesis de un mural) en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, en el año 1980.
Su carrera periodística se destaca trabajando como reportera en el área de cultura en varios medios como Novedades de Acapulco y El Sol de Acapulco, Radio y Televisión de Guerrero, Cable noticias de Acapulco, Revista de mujeres, revista Cíhuatl. Es reportera independiente del programa Cultura en Cable noticias y colaboradora de la revista Mirador en el lapso 1984 a 1997.
La pluma y el pincel incesante de esta artista la hace miembro necesario en cualquier galería y exposiciones pictóricas colectivas e individuales. Creó la empresa familiar estampadora de telas Raveli.
Trabaja con maestría la acuarela, y a través de ésta expresa su sentir rebelde y soñador; quizá algunos la consideren feminista, pero la realidad es que dentro de su piel guarda una mujer llena de cosas que decir. Es docente de la UAG a nivel medio superior.
Es una artista con muchas variantes, donde la pintura parece haber tomado el cetro. Sus exposiciones no se han limitado a unos cuantos cuadros y espacios, se vigoriza con nuevas propuestas producto de su creatividad viva y espontánea; plazas, centros culturales, hoteles, museos y escuelas han presentado las pinturas de Areli Eunice desde los años 1990 hasta la fecha. Es una gran artista llena de amor desbordante.
Columnista de El Sol de Acapulco y periodista libre–pensadora, nos dice:
“Cuatro décadas he ensayado para alcanzar el papel de mujer y… No alcanzaré el diez pese a la enseñanza de Miguel Ángel Buonarroti en pro de la perfección, pues en los modelos que me imponen esta sociedad y momento no encuentro más que yugos, a los que no quiero y no puedo someterme.
“¿Cuáles? Preguntarás tú que ahora puedes ir a la escuela a tomar un anticonceptivo, o decidir que vivirás en unión libre, y no he de enarbolar la bandera populista del ‘tú sí… pero ¿cuándo no?’
“He de contarte que a mí, cuando estaba en secundaria (fines de los 60), no me dejaron tomar clase de dibujo porque era sólo para hombres.
“Más tarde, quise declarármele a un muchacho tímido y ‘me dieron el avión’, pues olvidé, o no sabía, que el hombre conquista y propone; a la mujer se le permite solamente decir.
“Me volverán a reprobar en eso de la aceptación, porque seguiré sin creer eso de que la ‘madre educa’ y de allí se derivan todos los males. Machismo, niños consentidos, hombres golpeadores, pues no resulta equitativo el negarle, históricamente hablando, la posibilidad de desarrollo intelectual y personal a las mujeres y luego golpearlas de ignorantes, manipuladoras y chantajistas, aunque lo seamos.
“Cuatro décadas llevo ensayando el papel de mujer y todavía no alcanzo el título, pues fallo en los esquemas de madre, y quiero ser yo, aunque sea por momentos; me equivoco cuando quiero ser amiga y juzgo a las compañeras de género; sigo creyendo que puedo proponer y no sé esperar; en fin, me falta mucho para tener el título completo de mujer, pero… moriré en el intento”.
Las líneas anteriores muestran a una mujer de su tiempo poseedora de una gran sensibilidad y que lucha por alcanzar una de las metas fundamentales del ser humano: encontrarse a sí mismo.
Areli es una gran artista que en sus momentos especiales escribe poemas como:
Por las orillas de la cama.
Mi cama es amplia…
fresca y en ella duermo sola,
siempre lo había hecho
hasta que… ¡Te soñé!
Tuve unas alas que no sabían de encierros
hoy ¡Son felices esclavas!
Sus vuelos se circunscriben a tu abrazo.
Nunca antes había sostenido,
con tanto placer,
los pasos en reposo de un hombre
en la paz de mi cadera.
En tanto, y después, cierras los ojos.
Pero antes, tus y mis pupilas
alzaron ya el vuelo juntas.
Cóncavo el centro de tu espalda,
asidero de mis manos
que dibujan el ritmo que más me gusta… tú.
Descubrir, pese a la edad,
que eres, que soy,
que somos niños, nuevos, libres,
¡llanamente felices!
Una rosa violeta en la cintura,
otra en el pecho
y en la boca el sabor ensortijado de tu centro.
Cuando me muera
voy a llevarme sólo, y tan sólo,
el sabor agridulce de tu nombre,
a más de tu mirada y nuestro secreto.
Infierno, gloria, deber y querer,
duda y seguridad,
paradójica existencia que,
sin embargo… no cambio.
Listón satinado
que ciñe el orgullo son los celos;
¿los has sentido? Tal vez no;
yo sí, y puedo asegurarte que matan.
Hay distintos tipos de estrellas,
unas cantan y otras silenciosas son,
tú eres de las segundas pero has de saber
que en las dos caras que tienes,
la de luz es inmensamente luminosa.
El 27 de octubre de 2007 recibió del Gobierno de nuestra entidad el Premio Estatal al Mérito en Literatura y Bellas Artes Juan Ruiz de Alarcón.
(FPM)