Pintor. Nació el 4 de octubre de 1882 en el antiguo rancho de Patillos de la hacienda de Bañón, del distrito de Fresnillo, Zacatecas; murió en Xochimilco, D. F., el 26 de marzo de 1960. Sus padres fueron Francisco Bollaín y Goitia y Andrea Altamira García Reyes; fue educado “en un ambiente rural y profundamente religioso” por la señora Eduarda Velázquez, su nodriza, madre adoptiva y “mujer que siempre estaría en su imaginación”.
La instrucción primaria la realizó en Fresnillo; en 1896 ingresó a la escuela preparatoria y se inscribió en la Academia de Artes Plásticas de San Carlos, siendo su tutor Pedro Galaviz; cinco años más tarde, en 1902, regresó a Fresnillo, donde permaneció por espacio de dos años. En 1904 don Francisco vendió la hacienda de El Saúz y lo mandó a estudiar a España; poco después, en 1907, obtuvo beca del Gobierno mexicano para perfeccionar los conocimientos en Europa (ayuda que fue suspendida al estallar la Revolución).
En enero de 1910 marchó a Italia en plan de enseñanza; transcurridos dos años, en 1912, retornó a México y se reincorporó a Patillos, donde su padre le gestionó un empleo en la hacienda de Ábrego como tenedor de libros.
El 8 de junio de 1914 se sumó a la Revolución en las fuerzas villistas comandadas por el general Felipe Ángeles, donde militó poco más de dos años; el 11 de septiembre de 1916 obtuvo su baja del Ejército; posteriormente se estableció en Xochimilco, dedicándose de lleno a la pintura; entre 1918 y 1925 figura como dibujante en la Escuela de Antropología.
En 1959 vive en el estado de Guerrero, en Montecillos, del municipio de Cuajinicuilapa, en la región de la Costa Chica; dibuja con maestría el paisaje guerrerense. Después se traslada a la capital del país, donde lo sorprendió la muerte. Dos de sus cuadros más representativos son Tata Jesucristo y Autorretrato.
Tata Jesucristo (1926).
En general, su obra “da cuenta de la miseria y desolación humana, representadas con una sensibilidad inusual”.
(AMA/BJD)