Insurgente. Héroe de La Roqueta. Nació en Tecpan, en la hacienda El Zanjón, hoy San Jerónimo de Juárez, en 1780; murió en 1845; esta última fecha no se ha podido precisar. Fue sobrino del mariscal don Hermenegildo, bajo cuyas órdenes militó.
Se unió al cura Morelos a su paso por la hacienda El Zanjón. Estuvo en el sitio de Cuautla. Terminado el asedio, quedó con el mando de una pequeña fuerza de las organizadas en Chiautla y concurrió con ella a las campañas de Huajuapan y Tehuacán, realizadas por el caudillo del sur en 1812. Contribuyó a la derrota del capitán realista Juan Labaqui, en San Agustín del Palmar, y formó parte del ejército que se apoderó de Oaxaca.
Participó en la expedición que dio por resultado la rendición del Castillo de San Diego, en Acapulco. Galeana, que ya tenía entonces el grado de coronel, recibió la orden de su tío de apoderarse de la isla de La Roqueta, que tan útil era al castillo. Durante la noche, el 9 de junio de 1813, don Pablo desembarcó 80 hombres con los que atacó a los realistas, que, sorprendidos, fueron hechos prisioneros, así como capturada la goleta Guadalupe, recién llegada procedente de Guayaquil.
Don Pablo con su tío derrotaron en Azayac al jefe realista Barrientos. Muerto don Hermenegildo, quedó en el sur como comandante de la línea de Tlalchapa. En 1816 se negó a aceptar las proposiciones de don Ignacio Rayón para ser reconocido como jefe de la revolución. Se estableció en Zacatula, de donde fue expulsado por Gabriel de Armijo en 1818; éste, no obstante que no pudo dominar la región, se retiró dejándola arrasada; Montes de Oca y Galeana regresaron y la ocuparon durante los siguientes años; reconocieron la autoridad de la Junta de las Balsas, pero no la supremacía de Vicente Guerrero, quien, por otra parte, no se ocupó de exigir el reconocimiento de ella.
Los acuerdos de 1821 entre Guerrero y Agustín de Iturbide encontraron a Pablo Galeana en aquella región y determinó pasar el río e invadir la provincia de Michoacán.
Concluida la guerra y disuelta la tropa, fue a vivir a la hacienda El Zanjón, donde volvió a dedicarse a las faenas agrícolas. Fue el único sobreviviente de la familia, pues don Juan Antonio, Luis y Hermenegildo, padre, hermano y tío, respectivamente, no vieron realizados los ideales de libertad.
(JRV)