Coronel Navarro, Francisco Chico

Artesano. Nació el 4 de junio de 1941, en el seno de una humilde familia de artesanos, en Olinalá, en la llamada región de La Montaña, al noreste de Chilpancingo. Sus padres fueron el señor José Coronel Rodríguez y la señora Guadalupe Navarro González.

Desde los siete años de edad empezó a elaborar artesanías para las ferias hasta llegar a especializarse en la manufactura de arcones y cajas con la aromática madera de linaloé, cubierta con laca y decorada con dibujos de flores, plantas y animales. Es el arte maqueado, conocido popularmente con el nombre de laca, por su semejanza en el brillo y la textura con los objetos que venían del Oriente en el Galeón de Manila. Las artesanías de madera laqueada se producen también en Chiapas y en Michoacán, pero las más bellas son de Guerrero.

Durante la década de los 70 del Siglo XX, Chico Coronel rescató la técnica de la hoja de oro y plata, la cual se había abandonado por el alto costo del laminado y el proceso tan laborioso, que data desde la época de los grandes laminadores de retablos coloniales. Aprendió la técnica de su abuelo y de sus padres, quienes eran decoradores y doradores, pues trabajaban la laca en madera y oro.

Chico Coronel ha ayudado a crear una generación joven de laqueadores en el estado, entre los que se encuentran sus ocho hijos. Actualmente (2009) trabajan cinco en el taller.

Usa madera de linaloé para hacer cajas o baúles; usa el pino y el ayacahuite sólo para charolas, muebles y cajas antiguas. Compra las cajas ya hechas a los carpinteros del pueblo. Al hacer los costureros, usa un tipo especial de calabazos de corteza dura, que limpia y recorta con mucho cuidado, hasta que embonen bien.

El procedimiento empleado en la preparación de las cajas es el siguiente: la madera se cura con insecticida para que no se pique. Luego, se lija y se impermeabiliza aplicando un barniz elaborado con aceite de chía y tierras. El aceite lo prepara con procedimientos tradicionales y lo guarda en recipientes cerrados para conservarlo por largo tiempo. Las tierras (tecostle, tesicalte y toctel, nombres locales) las trae en pedazos, de yacimientos cercanos a Olinalá, y luego tatema los trozos antes de molerlos; se mezclan para conseguir el tono que se desea.

Se prepara una mezcla con aceite de chía y tecostle para el fondeado; se aplican varias capas de esta tierra hasta que al limpiar la pieza con un algodón empiece a brillar. Se pone a secar durante casi un mes para poder empezar a decorarlas con el pincel. Los pinceles que se utilizan deben ser muy finos (de pelos de gato, los cuales se amarran con hilo y se introducen en un cañón de pluma de guajolote).


Cartel promocional de la obra de Francisco Chico Coronel del Museo Regional de Guerrero.

Las figuras con las que decora las cajas son: flores, ramas, espárragos y animales creados en el momento. Si emplea varios colores aplica uno por uno, dejando secar cada uno antes de pintar con otro. No usa cartones o bocetos. Los colores naturales los extrae de diferentes vegetales; el negro lo consigue quemando la cáscara de encino, guayabo, nanche o palo dulce. Para preparar el negro se utiliza un poco de azul y toctel.

En la técnica de laca con hoja de oro y plata también sigue un proceso particular: se hace un mordente de cisa y blanco; se aplica, dejando secar por aproximadamente tres horas para pegar la hoja de oro o plata (esta operación debe hacerse en un lugar cerrado, para evitar que el aire vuele la hoja de lo que se está trabajando); una vez cubierta la pieza con el oro, se deja secar, después la decora con el pincel, con motivos florales o inspirados en la selva, o con una combinación de ambos.

Por la excelente calidad de sus obras, Chico Coronel ha recibido 36 premios, entre los que podemos mencionar los siguientes: en 1971, en el primer concurso que se hizo en Olinalá, ganó dos primeros lugares y un diploma (estos premios le fueron entregados en Los Pinos por la señora Esther Zuno de Echeverría); en 1972 se realizó el encuentro de artesanos, organizado por el Museo de Artes Populares, en Chiapa de Corzo, participando tres estados: Guerrero, Chiapas y Michoacán, obteniendo Chico el premio especial (al que denominaron Premio Gobernador) y un diploma.

En abril de 1995 obtuvo el segundo lugar en artesanía de madera en la XVIII Feria Internacional del Caballo Texcoco 95; en octubre, la Cigarrera La Moderna S. A. de C. V., y el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), le otorgaron el segundo lugar en el concurso nacional Gran Premio de Arte Popular 95, en la modalidad de maque y laca.

En diciembre, el FONART le otorgó el primer lugar en la modalidad de arcones y muebles chicos, en el concurso Lacas de Guerrero 95; en noviembre de 1998 la Fundación Cultural Bancomer le dio tres diplomas por su destacada participación en el Cuarto Salón de Maestros del Arte Popular. Fomento Cultural Banamex también le dio un diploma y un premio monetario; poco después, al visitarlo en su taller, se dieron cuenta de la dificultad que representaba moler la chía y le donaron un moderno molino que facilitó, en gran parte, su labor.

“Por la importancia de su trayectoria y su calidad en la elaboración de objetos de laca, y porque su labor ha contribuido al fortalecimiento de las artes e industrias populares” se hizo acreedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007, que cada año entrega el Gobierno federal por medio de la Secretaría de Educación Pública, en la categoría de Artes y Tradiciones Populares.

También ha elaborado algunos objetos especiales para la reina Isabel de Inglaterra, pero quizá su mayor satisfacción es que siempre ha disfrutado enormemente su trabajo artístico.

(VVS)