Catalán Catalán, Dolores

Heroína de la Independencia. Se cree que nació entre los años de 1784 y 1786, ignorándose la fecha de su deceso. Hija menor de Nicolás Catalán y Nicolasa Catalán.

Era oriunda de la ciudad de Chilpancingo, sus hermanos fueron el heroico Nicolás (primogénito) y su hermana María (mayor que ella), del mismo apellido. Cuentan los relatos que estos hermanos, avecindados en Tixtla, sufrían maltratos por parte del padre y que cierta vez en la que llegó de visita el administrador de hacienda pública los vecinos salieron a recibirle besándole la mano en señal de respeto, el padre ordenó a su hijo que hiciera lo mismo pero éste se rehusó, lo que le valió que su progenitor lo echara de la casa, motivo por el cual se fue a Chilpancingo junto con su madre y hermanas para después tomar el rumbo a Jaleaca.

La señorita Dolores Catalán, cuando entró en edad casadera, contrajo nupcias con Antonio Gómez Ortiz, hijo de Juan Gómez y Rosa Ortiz, descendiente el primero de Antonio Gómez de Maturana, noble español y hombre de una incalculable fortuna que heredó a su sobrino Antonio un enorme y cuantioso capital.

La familia Gómez Catalán residió en Tepecoacuilco, lugar en el que Gómez Ortiz gozaba de buena fama y desde donde controlaba todos sus negocios. Al ser esta villa (actualmente municipio) una de las paradas obligatorias para los viajeros, particularmente de los arrieros –quienes desempeñaban un papel fundamental para el comercio–, era éste un centro comercial de suma importancia, pronto la familia entró en relaciones con José María Morelos y Pavón, Valerio Trujano, los hermanos Ignacio, Juan y Rafael de Orduña, José Antonio López, Ignacio Adame y muchos personajes más que destacarían de manera significativa en la lucha por la Independencia, como lo fue, de manera directa, el caso de su hermano Nicolás, a quien empleó en la Hacienda de Xolocamotla.

En la etapa previa al movimiento de 1810 Dolores Catalán participó activamente en las reuniones clandestinas que se efectuaban en la casa del indio Jaime Fernández, bajo la máscara de veladas culturales; allí formó parte de las discusiones y de los planes que se llevarían a cabo; alimentaba y procuraba a los futuros insurgentes y en ocasiones servía de correo; lamentablemente para su marido, amigos y familiares, muere antes de ver iniciada la lucha por la libertad de su patria. Fue una de las primeras mujeres mexicanas que dedicó parte de su vida a la causa independentista.

(JSA/JPLC)