General revolucionario. Nació el 31 de diciembre de 1892 en El Ciruelar, Municipio de Atoyac; murió el 9 de diciembre de 1926. Fue hijo de Marcial Castro y Mercedes García.
Silvestre Castro García, el Ciruelo (centro), al frente de su tropa, 1917.
Bajo los principios de Madero y Zapata, a los 19 años se enlista como soldado a las órdenes de su coterráneo Silvestre G. Mariscal.
Por el valor demostrado en la batalla del ataque a Acapulco (el 10 de mayo de 1911), en la de Atoyac (enero de 1913) y en la de San Jerónimo el Grande (en 1914) es ascendido a teniente.
Sobresalió en la batalla de Zumpango del Río, ahí perdió la vida Heliodoro Castillo el 16 de marzo de 1917. Otra acción digna de registrarse fue el ataque dirigido contra los generales carrancistas Maycotte y Rómulo Figueroa el 27 de marzo de 1918.
Dentro de sus fracasos militares se menciona el suscitado en el Cerro Pedregoso de Atoyac el 13 de junio de 1918. Después, seguido de Alberto de la Cruz, Arnulfo Radilla y Manuel Soberanis, entre otros aguerridos atoyaquenses, contraatacó y derrotó a Rómulo Figueroa, quien huyó y se refugió en San Jerónimo.
El Ciruelo, como se conocía a Silvestre Castro, al ver que su gente desvirtuaba la lucha agraria y se dedicaba al saqueo, robo y pillaje decide conferenciar con su acérrimo enemigo el general Maycotte, y logra que éste le indulte de sus acciones realizadas el 24 de julio de 1918.
A su retiro se dedica a las labores propias del campo; es llamado, como militar, para una misión en Ayutla, que acepta sin saber de la felonía que le tienen fraguada Claudio Fox y el coronel Henríquez Guzmán. En los llanos de Tlalapa, al combatir una supuesta gavilla de rebeldes, Henríquez Guzmán y la escolta, con una descarga por la espalda, cegaron la vida de tan bizarro costeño.
(JAL)