Inspiradora de obras de arte. Nació en Chilpancingo en 1906; murió el 25 de febrero de 1999 en Cuernavaca, Morelos; sus cenizas fueron inhumadas en la parroquia de la Santa Cruz del Pedregal, en la Ciudad de México. Hija del general zapatista Manuel D. Asúnsolo y María Morán.
Era prima de Dolores del Río, cuyo verdadero nombre era Dolores Asúnsolo López Negrete. Su belleza y talento conjuntó a notables pintores, hombres de letras y artistas. Desde joven instaló una galería de arte (cerca del Paseo de la Reforma) donde se mostraba y vendía obra pictórica de creadores mexicanos. El pincel retuvo su imagen en el retrato. Ella donó los cuadros al Museo Nacional de Arte, donde una sala lleva su nombre. Entre otros, la pintaron David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Juan Soriano, Carlos Orozco Romero, Jesús Escobedo, Ignacio Asúnsolo, Jesús Guerrero Galván, María Izquierdo, Federico Cantú y Raúl Anguiano.
Ermilo Abreu Gómez escribió: “María Asúnsolo es como el último ángel que asciende al cielo o como el último que baja a la tierra. María Asúnsolo va por los caminos de la vida, libre de toda pesantez. La huella de su sombra ondula en la claridad del viento. Un día desaparecerá como desaparece la neblina en el caracol de la brisa; cuando esto suceda, habrá un lucero más en el cielo y un pétalo menos en todas las rosas”.
Numerosos autores han escrito sobre ella.
(OCV)