Aroche Parra, Miguel

Profesor y político. Nació en Tlapa en 1915.

Fue alumno y profesor de la Escuela Regional Campesina de Ayotzinapa.

Ejerció el magisterio durante cinco años. En 1936 se dedicó al trabajo político en el Partido Comunista (PC), del cual llegó a ser secretario general del Comité Estatal y miembro del Comité Central, siendo expulsado en 1948.

Cuando era secretario general del Partido Obrero Campesino Mexicano, después de la derrota del movimiento ferrocarrilero y magisterial en 1959, fue encarcelado; estuvo ocho años en prisión y durante su estancia en este lugar tuvo oportunidad para escribir 28 poemas de amor y vida, bajo la influencia de Pablo Neruda. En 1972 publicó la antología 53 poemas del 68 mexicano, en la que destacaba la importancia del movimiento estudiantil de ese año. Y en 1977 es articulista de Excélsior, donde expone sus ideas políticas. Desde 1983 colabora en El Sol de Acapulco.

Aroche considera que su escritura es marginal porque su obra manifiesta el cambio que va experimentando el hombre que se encuentra privado de su libertad: angustia, abatimiento, cansancio y amargura. Entre sus obras se encuentra El sindicalismo; tiene algunas sobre el puerto de Acapulco.

Por lo que respecta a otras de sus publicaciones podemos anotar: “La derrota ferrocarrilera de 1959”; “Unidad antiimperialista, unidad proletaria”; “El Che, Genaro y los guerrilleros”; “Los secuestros de Figueroa, Zuno y la muerte de Lucio Cabañas”; “El primer centenario del natalicio de Stalin”; “Los problemas de Acapulco”. En 1991, siendo diputado por el Distrito Federal, publica el poemario En busca de la Aurora.

La vida de Aroche Parra continuó en el Frente Democrático Nacional, participando activamente. Llegó a la LIV Legislatura federal como diputado de mayoría y en su momento participó en la fundación del Partido de la Revolución Democrática, del que ha sido candidato interno en otras dos ocasiones para la diputación federal. Viudo dos veces, tuvo dos hijas, y con su actual compañera tiene otros cuatro hijos, la mayoría de ellos guerrerenses, registrados en su querida Tlapa de Comonfort.

(RFPS)